Rab. Raymond Beyda

Mi amigo José ha tenido un golpe de mala suerte últimamente. Le ha ido mal en el negocio, su carro fue robado y su hija se fracturó un brazo andando en bicicleta. ¿Necesitó decir más?

Mientras compartimos nuestro descanso y tomamos un poco de café, José expresó la pregunta inevitable: “¿Por qué a mí?”

Es una pregunta que Moisés mismo hizo a D-os, sin embargo, a la cual no recibió respuesta alguna. D-os le dijo: “Es mi asunto, no el tuyo.” Hay una razón para todo lo que sucede, pero los seres humanos somos incapaces de entenderla. No tiene sentido preguntar por qué, e inclusive más fútil es tratar de imaginar la respuesta, jamás vamos a entender esa condición de la naturaleza humana. Nuestra actitud debe ser la de aceptación, recibir el deseo de nuestro Creador con todo el corazón, entendamos o no su estrategia.

¿No es curioso que la gente sólo pregunta “por qué a mí” cuando tiene problemas, pero cuando se encuentra en épocas de abundancia nunca se hace esa pregunta? Una persona que no se pregunta por qué pasan las cosas buenas, tampoco debería preguntarse por qué ocurren los desastres.

En el libro de Job, el personaje principal fue bendecido con todas las cosas buenas que tiene este mundo. Satán (el ángel del juicio) recibió permiso de D-os para probar la fe de Job. Destruyó su imperio financiero, mató a todos sus hijos y afligió a Job con enfermedades y dolores físicos. Cuando la esposa de Job se quejó, el respondió: “¿Debemos aceptar únicamente el bien de D-os y no el mal?”

El tiempo que gastamos en quejas es tiempo perdido. El tiempo que gastamos agradeciendo es tiempo productivo. Aquellos que quieren ser felices, deben ver todo lo que les sucede como un plan hecho por un Creador benevolente que sólo genera el bienestar del ser humano.

Cuando te enfrentes a un problema, sal adelante y recuerda dos cosas: “Todo es para bien” y “Esto, también pasará”. No tienes que entender por qué sucede algo para aceptarlo. Incorporar esta actitud no sólo te ayudará a superar tiempos difíciles, sino también te ayudará a disfrutar los buenos tiempos.

Fuente: Raymond Beyda Online