Previo a la visita de Trump, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU interviene en una reciente disputa entre funcionarios israelíes y estadounidenses en torno a la soberanía sobre el sitio sagrado.

La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo el martes que la embajada de su país debe ser trasladada a Jerusalem, manteniendo la promesa de campaña del presidente estadounidense Donald Trump y agregó que el Muro Occidental es parte del territorio israelí.

Sus comentarios se produjeron en medio de una disputa diplomática entre EE.UU. e Israel sobre si el Muro Occidental es parte de Israel o Cisjordania – como lo sugirió un empleado consular estadounidense – así como especulaciones sobre si Trump cumplirá su promesa de campaña de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalem, incluso cuando el presidente se ha distanciado de la iniciativa.

Trump visitará Israel y Cisjordania el 22 y 23 de mayo, luego de viajar a Arabia Saudita. También visitará Bruselas y el Vaticano después de dejar el Medio Oriente.

En una entrevista a CBN News transmitida el martes, Haley dijo: “Obviamente creo que la capital debe ser Jerusalem y la embajada debe ser trasladada a Jerusalem porque todo su gobierno está en la capital. Mucho de lo que sucede está en Jerusalem y creo que tenemos que ver el asunto por lo que es”.

En cuanto al Muro Occidental, Haley dijo: “No sé cuál sea la política de la administración, pero considero que el Muro Occidental es parte de Israel, así es como siempre lo hemos visto y así debemos percibirlo … siempre hemos pensado que el Muro Occidental es parte de Israel”.

La cuestión de la soberanía israelí sobre el Muro llegó a un punto crítico esta semana cuando funcionarios israelíes pidieron a funcionarios estadounidenses que organizaran la visita de Trump a Israel, diciendo que posiblemente el primer ministro Benjamín Netanyahu pudiese acompañarlo en su visita al Muro Occidental. Pero Estados Unidos declinó, al tiempo que un funcionario dijo a los israelíes que el sitio no es “su territorio”.

Enfurecido, Israel exigió una explicación de la Casa Blanca, ensombreciendo la muy esperada visita del nuevo presidente. En respuesta, la Casa Blanca aseguró que los comentarios no estaban autorizados y no reflejaban la opinión del presidente.

Israel recuperó y anexó Jerusalem Este, incluida la Ciudad Vieja y sus sitios sagrados, en la Guerra de los Seis Días de 1967 y considera a toda Jerusalem como la eterna capital del Estado judío, una postura no reconocida por la comunidad internacional, incluyendo Estados Unidos.

El martes, el secretario de prensa de Trump, Sean Spicer, afirmó que el Muro de los Lamentos está “claramente en Jerusalem”, horas después de que otro oficial, el consejero de seguridad nacional H.R. McMaster, evadiera la pegunta si el gobierno de EE.UU. considera si el Muro Occidental se encuentra en territorio israelí. McMaster respondió que la pregunta “suena como una decisión política”.

A pregunta expresa, Spicer dijo el martes a los periodistas: “El Muro de los Lamentos es obviamente uno de los sitios más sagrados en la fe judía. Está claramente en Jerusalem”.

“Pero es una cuestión que ha tenido serias consideraciones. El tema se abordará durante el viaje del Presidente,” continuó.

El Muro Occidental, parte de los muros de contención del complejo del Segundo Templo, es el punto de oración más cercano al sitio del Templo para los judíos y por tanto, el lugar más sagrado del pueblo judío.

Los palestinos consideran a Jerusalem Este como la capital de un futuro Estado independiente.

El breve comentario de McMaster parece coincidir con la conocida política estadounidense de que el estatus de Jerusalem es un tema que debe decidirse en las negociaciones entre Israel y los palestinos.

Sin embargo, Trump ha indicado que está dispuesto a reconocer a Jerusalem como la capital de Israel. Aunque no ha quedado claro si cumplirá su promesa de campaña de trasladar la embajada a Jerusalem, funcionarios estadounidenses insinuaron que el presidente podría hacer cualquier otro gesto para mostrar la nueva política de Washington con respecto al estatus de la ciudad.

Las administraciones anteriores se han negado a identificar a Jerusalem con Israel, por temor a repercusiones diplomáticas.

Trump será el primer presidente estadounidense en funciones que visite el Muro Occidental.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico