De niña mi tío siempre me decía: “La riqueza no se encuentra en tener mucho, sino en necesitar poco.” Han de ser una de las palabras más sabias que he escuchado en mi vida. Gastamos una cantidad de tiempo innecesaria angustiados y con miedo, pensando que no vamos a lograr nuestros objetivos, en cómo vamos a pagar las cuentas, en qué vamos a hacer. Al punto tal que a veces pareciera que vivimos en una constante neurosis.

Nadie dice que las necesidades materiales no existan, ni que no deban ser solucionadas. Sin embargo, preocuparse por ellas sin hacer nada que lo solucione, estresarse, no ayuda a nuestro bienestar ni a nuestros fines. La angustia es una carga pesada que no tenemos por qué arrastrar y que entorpece nuestro camino.

Agradecer a D-os por lo que tienes, confiar en que proveerá de tus necesidades ayuda a acabar con la angustia. Sin embargo, un nivel más profundo de fe es el de la persona que cree que D-os ya le dio lo que necesita; que sabe que con lo que tiene puede salir adelante. Una persona así no puede angustiarse porque no necesita lo que no tiene. Está en paz porque confía en el amor que D-os le tiene y en que “todo es para bien”; esa es la fe “del que necesita poco”.

A continuación les mostramos un discurso de rab. Raymond Beyda sobre la fe y la confianza en D-os, esperamos les guste.

Rab. Raymond Beyda. Cuaesta arriba.

Un hombre iba caminando por una carretera empinada con una carga pesada en su espalda. Sudaba, jadeaba y luchaba contra su carga mientras trataba de subir la montaña. El campesino humilde se distrajo cuando un hombre manejando una camioneta lo llamó y le dijo: “Suba a la parte trasera y lo dejaré en el siguiente pueblo.” El hombre exhausto aceptó la oferta y uso sus últimas fuerzas para subir al vehículo. Sin embargo, el conductor se sorprendió que tras 10 minutos de haber subido el hombre, las quejas y el jadeo no cesaban. Cuando volteó la mirada para hablar con su pasajero la sorpresa incremento: “¿Por qué sigue cargando la bolsa?” preguntó con una expresión confundida en su cara, “ya no tiene que hacerlo. Si suelta la bolsa en el piso de la camioneta, usted y su mercancía llegaran seguros a su destino y le aseguro que estará mucho más cómodo durante el trayecto.”

Algunas personas se parecen bastante a este campesino pobre. Insisten en luchar, engañar y desgastarse en busca de sustento financiero. El rey David dijo en Salmos 55,23: “Arroja a Hashem tu carga y Él te sostendrá.” A lo que nuestro rey sabio se refiere es que una persona puede confiar en que Hashem satisfará todas sus necesidades siempre y cuando confíe con el corazón abierto que Él lo hará. Si tú, día con día le das tu fe y tu confianza a Él. Se encargará de descargar todas tus necesidades en proporción a lo que tú diste.

Vemos día con día los milagros de Su bondad en las formas tan variadas que provee de nuestro sustento. Lo que no logramos entender es el efecto bumerang que nuestra confianza en Hashem genera. Si limitas su parte Él limita su cuidado. Dale toda tu confianza y el se encargara de todas tus necesidades.

Fuente: Raymond Beyda Online