Enlace Judío México.- Howard Moskowitz es un experto en marketing que logra identificar las necesidades de la gente y satisfacerlas, es por esta habilidad que ha logrado optimizar y crear docenas de productos.

GINA Y VICTOR ACHAR

Sabemos que, en caso de un producto, el marketing lo es todo para las ventas; lo mismo ocurre en política, con la propaganda.

Moskowitz se graduó de Harvard en 1969 con un doctorado en psicología experimental; posteriormente estudió matemáticas y psicología y se graduó con honores en la universidad de Queens. Desde ese momento, no ha dejado de explotar sus habilidades, escribiendo varios artículos y libros enfocados en orientar a la gente; pero no todo fue fácil en los primeros años de su carrera profesional, ya que en esa época viajaba por todo Estados Unidos ofreciendo sus conocimientos a diversas empresas en las cuales identificaba una necesidad de crecer en el mercado, pero estas empresas lo rechazaron, ya que desconfiaban de sus métodos. Howard no se dio por vencido y siguió luchando, teniendo en mente la frase judía “para un gusano en un rábano, el rábano es el mundo”. Para Howard, el mundo eran las diferentes empresas en las que tocó la puerta.

Una empresa de pepinillos le dio la confianza, y le asignó la tarea de incrementar sus ventas, cosa que logró, pero la empresa que realmente impulsó el éxito de Howard fue Campbell’s, misma que producía la famosa salsa de tomate Prego; ahí logró mejorar y recrear la salsa de tomate. Utilizó grupos de estudio y, con variables fundamentadas en la psicología y las matemáticas, logró entender las necesidades de la gente y trabajar sobre las áreas de oportunidad de la empresa.

A principios del nuevo milenio, Howard pensó en implementar su método, conocido como “Mind Genomics”, a la política. Esta decisión fue como si volviera a los principios de su carrera: tanto republicanos como demócratas rechazaron el método; en el año 2016, desesperado por superar a Clinton, Donald Trump le da un voto de confianza a las ideas y los métodos innovadores de Howard. Comprendió que si el marketing que implementaba se enfocaba a las necesidades de la gente, eso funcionaría en la política.

Logró identificar lo que le faltaba a la propuesta del magnate y otra vez recurriendo a las variables, las combinaciones, la psicología y las matemáticas, logró incrementar de manera notable la popularidad del candidato republicano.

¿Creen ustedes que México estaría listo para los métodos de Moskowitz? ¿Tendremos la mente suficientemente abierta para propuestas nuevas, que realmente se enfoquen en nuestras necesidades y no en lo que queremos escuchar, cuando lo queremos escuchar?

Ahora que Donald Trump logró llegar a la Casa Blanca, sería interesante que, contando con Moskowitz, lograra mantener su popularidad tanto a nivel nacional como internacional durante su período como Presidente.