La Asociación de Directores Universitarios ha criticado un nuevo código ético formulado a instancias del Ministerio de Educación que impide a profesores expresar sus opiniones políticas en las aulas, afirmando que el código “socava severa y fundamentalmente la libertad de expresión”.

El código fue elaborado a petición del ministro de Educación Naftali Bennett por el profesor Asa Kasher, profesor de ética y filosofía de la Universidad de Tel Aviv, quien escribió también el código de ética de las Fuerzas de Defensa de Israel..

“Los directores de las universidades se oponen vehementemente al ‘código ético’ que delinea un ‘comportamiento apropiado’ en las universidades e instituciones académicas de Israel,” dijo la organización en un comunicado.

“El código ético, propuesto por el profesor Asa Kasher, socava la libertad de los institutos de educación superior que deciden sus propios códigos de conducta para su personal académico y, por lo tanto, infringe la libertad académica de la manera más seria y fundamental”, un derecho que fue consagrado en la ley israelí”.

“Un examen más detallado del código muestra que muchas de sus cláusulas se refieren a la investigación y la enseñanza de manera general. Por lo tanto, el código es una lista de reglas dictadas por las autoridades con respecto a las prácticas generales de la academia en Israel”.

El jefe de la Asociación de Directores Universitarios, Joseph Klafter, de la Universidad de Tel Aviv, señaló que la decisión es “fundamentalmente errónea y motivada por intereses políticos”, y agregó que el código será “usado por grupos de interés para enfrentarse diariamente a miembros de la facultad académica”.

“Este mismo código, que pretende proteger a las universidades, las está convirtiendo en rehenes de aquellos que tratarán de presentar contenido libre de cualquier agenda como contenido político,” dijo Klafter.

El código requiere que cada institución “establezca una unidad de supervisión de la actividad política” en el campus, dice el documento. La unidad podría ser un sistema existente, como un comité de ética, o un nuevo departamento administrado por el personal académico de la institución. Hasta ahora, las instituciones no han sido obligadas a responder a quejas de estudiantes o las cuestiones sobre la actividad política, dice Kasher. Las nuevas unidades podrían remediar esto.

La oficina de Bennett dijo en un comunicado que el código impediría a los profesores “promover su visión política en clase”.

El código también impide que el personal académico participe o llame a un boicot académico contra Israel, y prohíbe la colaboración con organizaciones que se consideran políticas.

La oficina del ministro de Educación dijo que, si bien apoya la absoluta libertad académica, se opone a “que los profesores promuevan sus agendas políticas en la academia”.

“Es inaceptable que los estudiantes teman expresar sus opiniones en clase por miedo a sus calificaciones, o que el personal académico pida boicotear la institución donde enseñan”, dijo el comunicado. “Esto no va en contra de la política de izquierda o derecha, por lo que no hay razón para que alguna parte se oponga”.

En diciembre, la Asociación de Directores Universitarios pidió a Bennett anular el plan para redactar un código ético. Las universidades deben seguir manteniendo sistemas disciplinarios independientes, dijo la asociación, y advirtió que un código dictado por una autoridad externa violaría la libertad de expresión.

El código recibió apoyo del profesor Abraham Diskin, director de la Escuela de Administración, Gobernanza y Derecho del Centro Académico de Derecho y Ciencia.

“Estas son directrices meticulosas de conducta razonable y moderada. Los académicos, que frecuentemente difunden historias falsas sobre el “régimen apartheid” de Israel, el ejército “judeo-nazi”, y apoyan el boicot contra Israel, se oponen al código porque, en su opinión, la libertad académica corresponde a hablar mal de Israel en las aulas y fuera de ellas, y no a un código de conducta tolerante,” expresó Diskin.

La ONG de derecha Im Tirtzu también apoyó el código, calificándolo como “un movimiento digno y correcto para evitar la politización en la academia”.

El líder de Im Tirtzu, Matan Peleg, señaló que “en los últimos años la organización ha expuesto varios casos casos de antisionismo en la academia, así como la infiltración de organizaciones radicales de izquierda en los programas académicos. Hemos presionado constantemente para corregir este error. Confiamos en que el ministro Bennett asegure que el código sea implementado y devuelva la cordura a la academia”.

Con información de Haaretz y Ynet / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico