Enlace Judío México / A.Z. Mohammed – Al tenor del ataque en el Puente de Londres el día 3 de junio, que vino seguido del bombazo en la Arena de Manchester, el acercamiento de Gran Bretaña al combate del terrorismo ha venido a caer en el escrutinio tanto en el ámbito local como extranjero.

A juzgar por entrevistas a pie de calle, esto jugó un papel significativo en la elección general del 8 de junio, cuyo resultado -una victoria de la Primer Ministro Theresa May en contra del líder del partido laborista, Jeremy Corbyn, pese a no lograr la mayoría- reflejó un quiebre en la percepción del votante sobre a quién culpar de la precaria situación de seguridad y qué partido es el más apropiado para rectificarla.

A pesar de que Corbyn ha llamado a los grupos terroristas, como Hamás o Hezbolá, sus “amigos“, May no solamente ha tenido las riendas desde la renuncia del anterior Primer Ministro David Cameron en septiembre de 2016 -después del referéndum del Brexit- sino que también sirvió como Secretaria del Ministerio del Interior los seis años anteriores.

Unos meses atrás, en enero, Cameron autorizó una investigación sobre la financiación extranjera de grupos radicales islamistas dentro de Gran Bretaña. De acuerdo al reciente reporte en The Guardian, Cameron estuvo de acuerdo con la investigación, solicitada por el Partido Liberal Democrático a cambio de su apoyo a los ataques británicos en contra del Estado Islámico en Siria. La investigación estaba por ser conducida por la recientemente establecida “unidad de análisis del extremismo” del Ministerio del Interior, entonces liderado por May, y sus resultados estaban por ser publicados en la primavera de 2016.

Sin embargo, a más de un año, la investigación no ha sido completada.

Aún más, su contenido puede no ser publicado, debido a su naturaleza “sensible“, de la que existe el rumor de que se centra en Arabia Saudita, un aliado clave de Gran Bretaña en el Golfo. Desde que el Reino Unido recientemente aprobó 3.5 millones de libras en exportación de licencias de armas a Riyad, es muy posible que cualquier revelación sobre una promoción saudita del terrorismo en el país pueda ser problemática.

Durante su campaña electoral, Corbyn atacó a May por “suprimir“ el reporte, y llamo por “unas duras conversaciones“ con Arabia Saudita y otros países del Golfo, que han “financiado y alimentado la ideología extremista“.

En una carta a la Primer Ministro May solo una semana antes de su reelección, el vocero de asuntos internacionales del Partido Liberal Demócrata, Tom Brake, urgió a que la investigación sea finalizada y sus resultados sean publicados:

“No es ningún secreto que Arabia Saudita en particular provee financiamiento a cientos de mezquitas en el Reino Unido, tomando una interpretación wahabí muy radical del Islam. Es a menudo en estas instituciones que el extremismo británico toma raíz“.

Brake estaba en lo correcto. La evidencia creciente sugiere que los jihadistas británicos no solamente son preparados en las mezquitas wahabís en el Reino Unido, muchos además visitan Arabia Saudita, en donde trabajan o estudian.

Un ejemplo es Khalid Masood, el británico converso al Islam que cometió asesinato mientras perpetraba el ataque terrorista en el Puente Westminster en marzo, y que dejó a cinco personas inocentes fallecidas. Masood, salió a la luz, había tomado 3 viajes a Arabia Saudita -dos de ellos por el periodo de un año para enseñar inglés y una tercera visita a los sitios sagrados del país. En cada ocasión, se le entregó una visa por las autoridades saudíes en Gran Bretaña, a pesar de haber estado convicto un par de veces por crímenes violentos y decrecer de las calificaciones académicas necesarias y la experiencia para el trabajo que estaba realizando.

A pesar de que los consulados saudíes solicitan una verificación del historial de los aplicantes para visa, Masood pasó a través de todo el proceso, que se conoce es estricto. Como modo de explicación, la Embajada del Reino de Arabia Saudita en Londres sostuvo que la razón por la que Masood pasó su escrutinio fue porque no tenía antecedentes criminales en Arabia Saudita. Esto es, por supuesto, una completa mentira, que requiere que la pregunta de si Masood pasó por las fisuras fue por incompetencia o por colusión. De cualquier manera, el tema mayor de que los británicos están siendo ridiculizados tanto local como foráneamente por Arabia Saudita necesita ser urgentemente examinado y expuesto.

Fuente: Gatestone Institute