Enlace Judío México / Bruce Riedel- Donald Trump visitó Arabia Saudita el pasado mes y su administración anunció que había acordado un trato por 110 millones de dólares en armas con el reino. Solamente que no es real: son “fake news”.

He hablado con contactos en el negocio de la defensa y en el Capitolio, y todos me han dicho lo mismo: no existe tal acuerdo. Al contrario, hay un montón de cartas de interés o intencionales, pero no contratos. Muchas son ofertas en las que la industria de la defensa piensa que algún día los saudíes se interesarán por ellas. Nada le ha sido entregado al Senado para su revisión. La Agencia de Cooperación de la Seguridad Nacional, el departamento de venta de armas del Pentágono, las llama “intenciones de venta”. Ninguno de los acuerdos identificados hasta ahora son nuevos, pues todos comenzaron en la administración Obama.

Un ejemplo es la propuesta de venta de cuatro fragatas (navíos de combate en superficie multimisión) a la marina real saudí, esta propuesta fue reportada por el Departamento de Defensa en 2015. Ningún contrato surgió de ello. Ese tipo de fragata es un derivado de un navío que la marina de EE.UU. usa, pero dicho derivado no existe actualmente. Otra pieza es el THAAD que fue recientemente desplegado en Corea del Sur. Los saudíes han expresado interés en el sistema por muchos años pero no se ha firmado ningún contrato. Obama aprobó la venta al principio de la cumbre en Camp David en 2015. También en la lista se encontraban 150 helicópteros Black Hawk. De nuevo, es un refrito de una noticia vieja. Lo que los saudíes y la administración hicieron fue reunir un paquete hipotético de la lista de deseos saudíes de posibles acuerdos y presentar eso como si fuera un acuerdo. Incluso los números no concuerdan. Todo es “fake news”.

Más aún, no es probable que los saudíes pudieran pagar 110 mil millones de dólares por ahora, debido a los bajos precios del petróleo y el costo de la guerra que ya lleva dos años en Yemen. El Presidente Obama vendió al Reino 112 mil millones de dólares en armas durante 8 años, de los cuales la mayoría se acordó en el año 2012, trato que negoció entonces Bob Gates, el Secretario de Defensa. Para obtener ese acuerdo a través de la aprobación del congreso, Gates también negoció un acuerdo con Israel para compensar a los israelíes y preservar su ventaja cualitativa sobre sus vecinos árabes. Con la caída del precio del petróleo, los saudíes han batallado por obtener sus pagos desde entonces.

Se sabrá que el acuerdo de Trump es real cuando Israel comience a preguntar por el paquete para mantener la ventaja cualitativa de las Fuerzas de Defensa de Israel. Lo que se viene es un acuerdo por miles de millones de dólares para más municiones para la guerra en Yemen. La Fuerza Aérea Saudí necesita más municiones para continuar con el bombardeo aéreo del país árabe más pobre.

Finalmente, tal como el acuerdo de armas no es lo que se había advertido, de la misma manera es la tan publicitada campaña musulmana contra el terrorismo. Al contrario, los Estados del Golfo se han volcado contra uno de los suyos. Arabia Saudita ha orquestado una campaña para aislar a Catar. Este fin de semana, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Egipto rompieron relaciones con Catar. Aliados de los saudíes como las Maldivas y Yemen se adhirieron a la acción. Arabia Saudita ha cerrado su frontera terrestre con Catar.

Esta no es la primera disputa, pero puede ser muy peligrosa. Los saudíes y sus aliados están empeñados en castigar a Catar por apoyar a los Hermanos Musulmanes, por hospedar a Al-Jazeera y por mantener relaciones con Irán. En vez de un frente unido en contra de Irán, el resultado de la cumbre de Riyad está incrementando las tensiones sectarias y políticas en la región.

Fuente: Brookings.com