MATAN TSURI

Después de cada atentado, las amigas de Hadas Malka la llamaban para asegurarse de que estuviera bien. Ayer, unos minutos después de enviar un sonriente selfie en su grupo de WhatsApp desde la Puerta de Damasco, la llamaron pero ella no respondió.

“Siempre estuvimos allí una para la otra, ella era nuestra única combatiente, nuestro orgullo, corona, una reina”, dijo en lágrimas Nofar Saroussi, amiga de la sargento Hadas Malka, quien fue asesinada el viernes por la noche en la Puerta de Damasco en Jerusalén.

“Al despertar, mi madre dijo que hubo un ataque terrorista en Jerusalén y que debía llamar para asegurar que todo estuviera bien”, dijo Saroussi. “‘¿Qué ataque?’ dije, Hadas me envió una foto, todo está bien ‘”.

Entonces, la madre de Nofar notó que el ataque fue en la Puerta de Damasco, donde Hadas servía. “Le dije a mi madre que dejara de decir tonterías”, continuó Nofar. Ayer, ella no respondió y empezamos a escribir en el grupo. Quizás vio el mensaje, pero simplemente no respondió”.

“Cuando nos preocupábamos, Hadas bromeaba: ‘¿Quién me atacará? Quiero ver que alguien lo intente’. Aún sentimos que aparecerá en cualquier momento con su risa de siempre”.

Hadas fue sepultada el sábado a las 00:30 en el cementerio de Ashdod. Dejó a sus padres, tres hermanas y dos hermanos.

El superintendente Yossi Fitoussi, comandante de Hadas, describió su primer encuentro con Hadas durante el cual rápidamente se convenció de sus habilidades y dedicación. “Buscaba a una candidata buena y capaz. Cuando entró en mi oficina, sólo irradiaba fuerza, tal como esperaba, no me había equivocado, tenía grandes metas en la vida”.

Malka comenzó su servicio en la marina, pero luchó por servir en la Policía de Fronteras, donde sentía que podía contribuir más al país, comentó su tío, Yaakov Abutbul.

Al terminar su servicio militar, Malka trabajó varios meses en el puerto de Ashdod, pero luego le ofrecieron volver al ejército. Ella accedió y regresó a la Policía de Fronteras hace un año y tres meses.

Recientemente, pidió terminar el servicio y comenzó un curso de instructores de fitness en el Instituto Wingate de Educación Física y Deportes con la intención de ejercer su carrera tras su liberación.

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