Enlace Judío México – Enlace Judío ha escuchado con inquietud durante mucho tiempo cómo ha ido aumentando el fenómeno del bullying en los colegios de la Comunidad; una problemática que a nivel laboral se denomina mobbing.

Ante la inquietud por este problema, que ha ido creciendo a grandes pasos a nivel mundial y sobre el cual se han presentado películas y series de televisión, nuestra reportera Elena Bialostocky se dio a la tarea de entrevistar a distintos especialistas que nos aportaron sus perspectivas y soluciones. Los entrevistados fueron el Lic. Daniel Smeke, Director General del Colegio Monte Sinaí; la Maestra Amalie Esquenazi, Maestra en Ciencias de la Educación; Ziva Picker, Directora Adjunta de Fundación en Movimiento; y Frida Marcovich, Co-Creadora del Programa de Prevención y Control de Maltrato Escolar.

Les compartimos estas entrevistas con la idea de aclararles a nuestros lectores preguntas como: ¿Qué es el bullying?, ¿cómo se produce?, ¿hasta dónde puede llegar? y sobre todo: ¿qué podemos hacer para evitarlo o prevenirlo?

En la tercera de estas entrevistas, escuchamos la opinión de la psicóloga Frida Marcovich. Esperamos que lo disfruten.

 

Enlace Judío México: Hola Frida,  ¿a qué te dedicas?

Frida Marcovich: Yo soy psicóloga clínica con una maestría en problemas de aprendizaje y desarrollo.

EJM: Sé que te interesa mucho en el tema del bullying, ¿por qué?

FM: Yo empecé a trabajar en un colegio en el que estuve durante 13 años y esto data desde antes de que el bullying estuviera de moda. Hace 10 años se empezaba apenas a hablar de este tema y no se sabía qué era. Yo veía que en la escuela había problemas entre alumnos y yo entendía muy bien qué estaba pasando.

Trataba de solucionarlos por medio de diálogo, por medio de un programa que teníamos en el colegio que se llamaba “Programa de Mediación de Conflictos”, en el que se entrena a los maestros y a los alumnos como mediadores para que ayuden a dos personas a dialogar. En ese programa fue cuando conocí a mi socia Thelma Nasielsker que era la coordinadora de este programa, mientras yo era la coordinadora del departamento de psicología del colegio.

El programa ya llevaba algunos años. Sentábamos a dos alumnos que tuvieran algún problema a mediar. Platicaban sobre su problema. Se escuchaban, solucionaban el problema, acabábamos la sesión de mediación y empezaban a ser amigos nuevamente.

Pero había ciertos casos que después de la mediación no se solucionaban sino que después de salir de la sesión empeoraban. Lo que nos pusimos a ver fue que estábamos mediando casos de bullying. El bullying es cuando hay una diferencia de poder. No puedes sentar a hablar a una víctima con un victimario, porque obviamente la víctima en la cara del victimario no va a poder decir las cosas. Y el victimario que generalmente es muy hábil en habilidades sociales, en la sesión de mediación se disculpaba y decía que no se daba cuenta de lo que estaba pasando y que las cosas iban a cambiar.

Obviamente cuando salían de esta sesión, afuera el victimario le decía “Ah, aparte te viniste a quejar. Ahora te va a ir peor” y ahora había amenazas. Entonces empezamos a buscar fuera del colegio algún programa que nos dijera qué sucede con estos casos de bullying y cómo manejarlos, pero nadie nos pudo decir ni a nivel nacional ni internacional. Buscabas en la literatura y te decían qué era el bullying. Pero ¿qué hacer en un colegio con este tipo de casos? La verdad, no existía.

Thelma y yo nos pusimos a leer a diferentes autores y a partir de esto creamos el Programa de Prevención y Control de Maltrato Escolar que adaptamos a colegios. Iniciamos en ese mismo colegio mexicano de la Red y lo comenzamos a trabajar empezando el ciclo escolar. Lo iniciamos y la verdad es que ha tenido mucho éxito y ya llevamos 10 años trabajando con este programa.

EJM: ¿Este programa está avalado por la SEP o por alguna organización?

FM: Fue muy impresionante porque como te digo este programa se inició antes de que se le diera nombre y apellido en México al bullying. Cuando empezó a surgir hace pocos años, de hecho en 2012, se publicó la gaceta oficial de SEP donde te marcan todos los lineamientos de lo que es y cómo manejarlo y cómo trabajarlo. Parecía que nuestro programa se adaptaba al 100% en los requerimientos de SEP.

EJM: ¿Cómo han visto ustedes la ayuda de este programa en las escuelas donde lo han implementado?

FM: Lo importante es que el colegio primero que nada acepte que existe el problema. El bullying es un problema mundial. No hay lugar donde no exista. En los seres humanos hay situaciones de diferencias de poder, entonces esto es algo mundial.

Antes que nada, las autoridades del colegio tienen que aceptar que existe el problema. Es entonces que entramos Thelma y yo y junto con el colegio (no los obligamos a que hagan nada) nos basamos en todas las necesidades de cada uno de los colegios, nos sentamos con los directivos y vemos cuáles son exactamente las situaciones particulares del colegio y las necesidades del colegio.

El colegio ya tiene un reglamento, y es diferente una tabla de consecuencias de disciplinas a una tabla de consecuencias de bullying. Cuando tienes un problema de disciplina con un niño es porque se porta mal en la clase o no trae la tarea o le falta el respeto al maestro. Ésas son situaciones entre el niño y el maestro, y donde solamente se está afectando a sí mismo.

La situación de bullying es cuando el acosador está afectando a un tercero, entonces no puedes poner la misma consecuencia. Ponerle cero en conducta al niño que está teniendo conductas acosadoras no le va a enseñar nada. Lo que sí necesitas enseñar es educarlos para que tengan diferentes tipos de conducta a las negativas que tienen hasta ese momento.

Junto con los directivos del colegio es cuando empezamos a revisar el reglamento y ya con base a las consecuencias que el colegio tiene, adaptamos ese reglamento también a las conductas de bullying que se están presentando o que se pueden llegar a presentar. Ya que tenemos esa tabla de consecuencias empezamos la capacitación; y ahí cada uno tiene que saber qué tiene que hacer.

Empezamos con los directivos y cuál es su función. Cuál es la función de los psicólogos, a los que se les entrena a detectar en cada generación qué es lo que está pasando, y en cada salón qué es lo que está pasando. ¿Por qué está este niño acosador funcionando de esta manera? y ¿qué quiere ganar con esta conducta? La víctima ¿por qué está permitiendo ser víctima?. Y la generación ¿por qué está silenciosa? ¿por qué está permitiendo que un bullying tenga esa fuerza?

Ya que puedan diagnosticar qué está pasando en cada generación, en cada grupo, pueden ver cómo ayudar a cada uno de los niños. Los profesores en su salón de clase deben de tener muy claro qué es y qué no es bullying y cómo detener una situación en la que está humillando o molestando un compañero a otro y no permitirlo. Muchos profesores dejan que esto suceda. Cada profesor a la hora de su clase es responsable de que haya un ambiente positivo dentro del salón de clases. Muchas veces no saben cómo hacerlo. Damos una conferencia en la que les brindamos a ellos estrategias de cómo manejarlo dentro del salón de clase y a quién tienen que reportar.

Hay una capacitación especial para los profesores de deportes. Porque los profesores de deportes son algo totalmente diferente a lo que va a ser un maestro de historia en un salón de clase. Se les enseña a ver todas las fortalezas de cada uno de los niños: ¿cómo hacer equipos? ¿cómo hacer que un líder dentro de un partido de fútbol motive a sus compañeros y no se agredan entre ellos?

Se hace una capacitación para los prefectos y choferes del transporte escolar, sean parte de la escuela o sean de una compañía aparte, si la escuela lo quiere lo podemos dar también. Damos sensibilización académica de una hora a cada uno de los salones, a partir de primero de primaria hasta el tercero de preparatoria en el que les enseñamos a los niños ¿qué es bullying? ¿qué no es bullying? Y estamos activando a todos esos observadores pasivos para que no permitan que estas situaciones sucedan.

Se habla con los niños sobre la importancia del reporte, de carácter confidencial. Si un niño llega con los directivos a decirles que observaron que sucede una situación, este niño es un testigo y la información del nombre del testigo es 100% confidencial. Así también se abre la confianza en el colegio, los niños empiezan a confiar en los directivos y se les brindan estrategias a los directivos y obviamente a los psicólogos de cómo manejar cada uno de los casos de bullying cuando se presentan.

Ya terminando con todos los alumnos vamos con los padres de familia, que es como el final de todo este equipo de trabajo. Los padres tienen primero que confiar en el colegio. Les platicamos de que ya hay un programa, de que el colegio y todos los directivos ya saben qué hacer, que están interesados al igual que ellos por el bienestar de sus hijos. También les damos estrategias para que tengan un frente común con la escuela, que en casa den la misma información, que si se les manda a llamar del colegio vayan a escuchar y vayan a ver cómo juntos van a poder ayudar a sus hijos.

De esta manera el programa ha tenido un éxito impresionante. Tenemos arriba del 86% de eficacia en los casos de bullying que se detienen a partir de la primera intervención correcta por parte del colegio.

EJM: ¿Qué hace al acosador que sea, al acosado que acepte y al espectador que se quede ahí parado?

FM: Cada ser humano es diferente. Eso que dices es muy importante. En el momento en que encuentras qué es lo que está pasando en el fondo, puedes ayudarle a cada uno de estos niños en por qué está comportándose de cierta manera. El acosador está buscando varias cosas: o es acosado en otro lado y entonces está teniendo muchos sentimientos encontrados, mucho coraje y entonces busca a alguien más débil, creyendo que con eso se va a sentir mejor (y está muy equivocado). También lo que puede ser es que está llamando la atención o, desgraciadamente los niños acosadores de todos los colegios, son los niños populares de las generaciones. Desgraciadamente el ser acosador también les trae beneficios, les trae poder, les trae liderazgo, los compañeros los respetan, los quieren. Hay que cambiar esta idea

Al acosador hay que ayudarle también. Está teniendo conductas equivocadas que lo van a llevar a un futuro negativo. No es que el acosador va a tener un futuro mucho más exitoso que la víctima. Aprende a manejar las situaciones de relaciones de poder con la gente cercana y entonces va a ser también el papá acosador, el jefe acosador, el compañero de trabajo acosador. No va a tener relaciones afectivas positivas. Hay que ayudarle al acosador para cambiar esta situación. Si lo que quiere es llamar la atención, la puede llamar de manera positiva. Si tiene características de liderazgo lo va a llevar a un mejor camino, pudiendo ser líder positivo. Sí se le puede ayudar a estos chicos acosadores. Si es acosado en otro lado es importante hablar con los padres ¿quién lo está acosando? Para que dejen de hacerlo.

La víctima también depende de la situación. Muchas veces ni siquiera lo busca. Es una niña que volteó a ver al novio de una niña muy agresiva y ya con eso es víctima. No es que haya que ayudarle mucho si no que hay que darle estrategias de cómo salirse de esta situación. También hay víctimas pasivas, niños que son inseguros, tímidos que se ponen en cierta situación y entonces hay que ayudarles con habilidades sociales, fortaleciéndoles la autoestima.

Los observadores también dependiendo ciertas circunstancias, pueden ser observadores pasivos, que son los que o se quedan callados o en su lenguaje apoyan al acosador, pero no de manera verbal, si no simplemente riéndose o tal vez apoyando o quedándose parados pero observando. Eso es una manera pasiva pero en la que sí apoyan al acosador. Por otro lado tenemos a los observadores activos, que de alguna manera sí les molesta la situación, quieren poner un alto y a veces no saben cómo. Hay que brindarles también estrategias para que no se pongan en peligro. Muchas veces si ellos paran al acosador, el acosador se enoja con ellos y entonces la agresión se va en contra de ellos. Es una realidad, entonces hay que ayudarles. Si es que son amigos del acosador pues que le digan “Oye no, te estás pasando”. O si son niños más fuertes o niños más grandes, aunque no conozcan a la víctima tienen que poner un alto, y si no pueden intervenir porque sienten que están en peligro, que puedan ir y buscar a un adulto de confianza para que intervenga en esta situación.

EJM: También hay acosadores adultos ¿cómo se les llama a ellos?

FM: Al bullying en el trabajo se le llama mobbing y es exactamente lo mismo. Generalmente son estos bullies que desde pequeños están educados así, a que por medio del poder adquieren lo que quieran y entonces a la hora de llegar a la situación laboral actúan exactamente igual: humillando o maltratando a los que ellos ven que son inferiores a ellos o que tienen menos poder que ellos.

EJM: ¿Algo más que quieras agregar?

FM: Lo increíble que hemos tenido Thelma y yo en este camino de 10 años, y yo aquí en el consultorio, porque en las mañanas me dedico al programa de bullying pero en las tardes también tengo un consultorio en el que apoyo a todo de niños, es que sí se puede hacer mucho. Lo que primero tenemos que hacer es conscientizarnos que existe, entender qué es el bullying y qué no es bullying (porque luego pareciera que todo es bullying), manejarlo y sí poner un alto.

Ojalá los gobiernos y la sociedad se dieran cuenta del daño que estamos haciendo con estos programas de televisión tan agresivos, con la publicidad tan agresiva. Estamos en un mundo de mucha violencia. Sí es importante que nosotros como adultos empecemos a tener prioridades diferentes, empecemos a darle más importancia a los valores, a cuidar a nuestros niños, a estar cerca de ellos.

Muchas veces por querer ser tan amigos de los hijos, permitimos que ellos tengan conductas muy  agresivas. Lo que los padres tienen que buscar es que los niños se responsabilicen por sus acciones; que cuando actúen pidan disculpas. Desgraciadamente lo que nosotros estamos viendo en esta sociedad es de que los niños se pueden “salirse con la suya”, de que ya no hay respeto por nadie, los papás los defendemos a capa y espada y no los estamos haciendo adultos responsables de lo que están haciendo; cuando ya son adultos no saben qué hacer cuando tienen una responsabilidad.