Shira Futornick entra de lleno en la edad adulta con una campaña para ayudar a estudiantes de países en desarrollo a aprender agricultura sostenible en el centro Arava

YAAKOV SCHWARTZ

Algunos b’nei mitzvá – jóvenes judíos que llegan a la mayoría de edad – gastan su dinero de regalo en libros de cómics. Otros jóvenes con visión de futuro podrían ahorrar para la universidad. Shira Futornick, de trece años, de Palo Alto, California, decidió recaudar fondos para el Centro Internacional Arava de Capacitación en Agricultura (AICAT, por sus siglas en inglés) – $ 50,000, para ser exactos.

“La inseguridad alimentaria es un tema realmente importante para mí, porque es un tema muy generalizado”, dijo Futornick a The Times of Israel el martes pasado, poco después de llegar al aeropuerto Ben-Gurión antes de una ceremonia de graduación en la que habló para los agricultores.

Lo que puede sonar como una declaración precoz para alguien de 13 años, en la comunidad de Futornick, definitivamente no está descartado. Cuando se le preguntó qué hacían diferente para despertar tanta consciencia social en sus hijos, el padre de Shira, Bill Futornick, tuvo una respuesta simple.

-“Creo que basta con vivir en el área de la bahía”, dijo con ironía.

A pesar de la contundente respuesta, Futornick señala con orgullo que la iniciativa de su hija es parte de un proyecto de tzdaká en el que participan todos los estudiantes de bar y bat mitzvá en la Congregación Beth Jacob en Redwood City, California.

Bill Futornick acredita al líder de la congregación, el rabino Nethaniel Ezray, que ayuda a los adultos judíos en ciernes a priorizar actos de bondad. Ezray, dijo, provee una plataforma no partidista de la cual la congregación como un todo, independientemente de las inclinaciones políticas, puede apoyar a Israel – otro valor importante para los Futornick.

Estudiante del programa agrícola AICAT. (Cortesía de JNF)

Futornick dijo que su congregación no es la única en el área de San Francisco que se centra en hacer una diferencia.

¿Por qué Shira escogió este proyecto en particular como destinatario de su recaudación de fondos? Futornick dijo que la investigación agrícola y la agricultura sostenible son causas con las que su familia ha estado involucrada durante algún tiempo. Además, la sinagoga tiene una historia de trabajo con el Fondo Nacional Judío (JNF, por sus siglas en inglés), asociado con el centro Arava desde 2002, proporcionando fondos para becas y construcción de campus, incluyendo dormitorios, oficinas y un laboratorio para un cuerpo de estudiantes que esperan se duplique en 2018.

Futornick llevó a la hermana mayor de Shira a un programa de Keshet más o menos por la época de su bat mitzvá hace tres años y acompañó a Shira al centro Arava para su 11 cumpleaños mientras viajaba a Israel en 2015 para que viera la escuela en acción.

“Fue realmente genial para mí porque fuimos a una clase de estudiantes etíopes que trabajaban para empoderar a las mujeres en Etiopía para defender sus derechos y crearse sus propias oportunidades”, dijo Shira Futornick. “Sentí que se trataba de una gran organización porque no sólo estaban enseñando a la gente a alimentarse, sino que también le estaban enseñando a defenderse por sí mismos y dirigir negocios”.

La graduación de AICAT, que tuvo lugar el jueves, vio a estudiantes de países en desarrollo de todo el mundo completar sus estudios de curso, que les ayudarán a ofrecer soluciones a problemas como la seguridad alimentaria en sus países de origen.

Cada año, unos 1.000 estudiantes de países como Camboya, Nepal, Etiopía, Ruanda y Tailandia completan el curso de 10 meses, centrado en la sostenibilidad y el desarrollo económico.

El centro Arava fue fundado en 1994 en Sapir, en el sur de Israel, y cuenta con tres programas diferentes, todos ellos destacando el entrenamiento práctico en la granja de vanguardia del centro e incorporando un sentido de comunidad para una experiencia completa.

Las contribuciones de Shira van a aumentar la asistencia y la construcción de campus adicional mientras el programa continúa creciendo.

“Realmente nos enorgullece tener un estudiante de séptimo grado, cuando se trata de bar y bat mitzvá, realmente centrado en la mitzvá – especialmente tzdaká (donación de caridad)”, dijo Bill Futornick.

“A menudo nos sorprendemos viendo a estos estudiantes de séptimo grado y decimos ‘Oh Dios mío, qué increíbles son’, pero lo estamos viendo año tras año, y es fantástico”, dijo el orgulloso padre de Shira. “Sienten que pueden cambiar el mundo, y nosotros creemos que pueden”.

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico