El ex refusenik Yuli Edelstein pide a Moscú que ayude a vencer el extremismo islámico, el “nazismo del siglo XXI”

MARISSA NEWMAN

Treinta años después de su liberación de los campos soviéticos, donde fue sometido a trabajos forzados como castigo por la actividad clandestina sionista, el presidente de la Knesset, Yuli Edelstein, se convirtió el miércoles en el primer político israelí en dirigirse a la cámara alta del parlamento ruso, en un triunfante giro para el una vez “Prisionero de Sión”.

El presidente de la Knesset, Yuli Edelstein, se reúne con la presidenta del Consejo de la Federación de Rusia Valentina Matvienko en Moscú el 27 de junio de 2017. (Oficina del presidente de la Knesset / embajada israelí en Moscú)

“Ni en mis mejores sueños creí que llegaría a este momento”, dijo Edelstein a los legisladores rusos en hebreo, el idioma que en 1984 le granjeó una condena de tres años de trabajo forzado por enseñarlo clandestinamente.

“Shalom aleichem!”, saludó a los legisladores rusos, que aplaudieron.

En su discurso de 15 minutos, dividido entre el hebreo y el ruso, el presidente de la Knesset habló del terrorismo islamista como el “nazismo del siglo XXI”, apelando al orgullo nacional ruso por su derrota de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial con un llamado a vencer la nueva marca del “mal absoluto”.

Edelstein también se abstuvo en gran medida de criticar a Moscú por su oscuro pasado y las actuales alianzas con la potencia terrorista de Irán.

“En el siglo XXI, el terrorismo ha sustituido al nazismo como el mal absoluto”, dijo en ruso. “Para superarlo, se ha de renovar la atmósfera en 1945 en el momento de la reunión sobre el río Elba”, agregó, refiriéndose a una reunión clave entre las tropas estadounidenses y soviéticas en Alemania que fue vista como un punto de inflexión en el final de la Guerra Mundial II.

El presidente de la Knesset, Yuli Edelstein, se dirige al parlamento ruso el miércoles 28 de junio de 2017 (Marissa Newman / The Times of Israel)

Alentó específicamente a los legisladores rusos a crear “una atmósfera de respeto mutuo entre diferentes países”, y dijo que Israel seguiría tratando de crear una alianza global contra el terrorismo.

“Durante años, han venido noticias de Jerusalem, la capital eterna del pueblo judío, de justicia y de guerra contra el mal”, dijo. “Aún hoy, Jerusalem lidera la lucha contra el terrorismo, y no descansaremos hasta que ganemos esta guerra y se logre la paz”.

En su discurso, el presidente de la Knesset señaló las amenazas de seguridad que enfrenta Israel, desde Hezbolá en el norte hasta Hamas en el sur.

“Detrás de Hezbolá y Hamas está Irán”, que aspira a la expansión regional y “expande sus ideologías de odio a la humanidad, que amenazan a todas las naciones del mundo”, agregó.

Rusia está luchando junto a Irán en Siria en un intento por mantener al presidente Bashar Assad en el poder.

Edelstein también distanció sus experiencias pasadas y la animosidad soviética anterior contra Israel de actitudes en la Rusia moderna.

Recordando que Israel estaba conmemorando el 50 aniversario de la Guerra de los Seis Días, recordó en ruso: “La Unión Soviética apoyó a las naciones árabes sin vacilar y cortó sus relaciones diplomáticas con el Estado de Israel. Desde entonces, todos los elogios por el Estado judío fueron percibidos como actividad clandestina contra la Unión Soviética, todas las materias judías culturales en idioma hebreo y, ciertamente, el deseo de trasladarse a Israel – todo ello fueron objeto de persecución.

El presidente de la Knesset Yuli Edelstein celebra una reunión de trabajo con sus homólogos rusos en Moscú el 27 de junio de 2017. (Oficina del portavoz del Knesset / Embajada de Israel en Moscú)

“Por suerte y en beneficio de ambas naciones, estos días pertenecen al pasado”, agregó de inmediato. “Han pasado más de 25 años desde la renovación de las relaciones diplomáticas, y estoy seguro de que esta vez no pasarán en vano”.

“Obviamente no todos los problemas serán resueltos, y ciertamente tenemos algo a lo que aspirar, pero no hay duda que estamos en el camino correcto”, dijo luego, señalando los vínculos económicos y los acuerdos de visados entre los dos países.

De los pasillos del Consejo de la Federación, Edelstein debía embarcar el miércoles por la tarde en una gira de nostalgia de la ciudad, incluyendo una parada en la celda de la prisión donde estuvo detenido durante meses hasta su juicio.

En 1979, Edelstein, nacido en Ucrania, solicitó una visa de emigración para trasladarse a Israel, lo que las autoridades soviéticas rechazaron. Fue condenado al ostracismo y relegado a las filas de los “refusenik”, a los que se les negó el permiso para ir a vivir en Israel.

Manifestantes marchan por la liberación de Yuli Edelstein de su encarcelamiento soviético (cortesía)

Durante los años siguientes, Edelstein enseñó encubiertamente hebreo y sionismo en la Unión Soviética, hasta su arresto de 1984 en su apartamento de Moscú en una falsa acusación de posesión de drogas. Después de un breve juicio, fue enviado a varios campos de trabajo cerca de Siberia y sufrió una lesión grave en uno de ellos después de caer de una torre de vigilancia. En mayo de 1987, después de cumplir dos años y ocho meses, fue puesto en libertad. Edelstein emigró a Israel dos meses más tarde con su esposa, Tatiana (Tania, hoy ya fallecida).

Después de entrar en política en el partido Likud en 1996 y de tener una serie de carteras ministeriales, incluyendo el Ministerio de Absorción de Inmigración, Edelstein en 2013 fue nombrado presidente de la Knesset y ha ocupado esa posición desde entonces. Estuvo en Moscú para una visita oficial de tres días por invitación de la presidenta del Consejo de la Federación, Valentina Matviyenko.

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico