En este espacio de análisis presento un resumen de un amplio artículo realizado en julio del 2011 sobre el libro “Los próximos 100 años” de George Friedman (GF), nacido en Budapest, Hungría, en 1949. GF es fundador y director del Centro de Reflexión Política Strategic Forescastin (Strafford) con sede en Austin, Texas, que analiza los riesgos y la seguridad mundial, las relaciones estratégicas entre los países y los factores del poder de estos últimos.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

En la primera parte del artículo se plantea de manera retrospectiva imaginar Londres en 1900, entonces la capital del mundo, y en general, Europa que rige Occidente. Europa vive una etapa de paz y de prosperidad sin precedentes. En la región los vínculos de inversión y comercio son tan amplios que la guerra sería imposible en este entorno.

A continuación se consigna imaginar el verano de 1940; Alemania se ha recuperado de la Primera Guerra Mundial y domina Europa. El comunismo ha sobrevivido y la Unión Soviética (URSS) es aliada de la Alemania nazi y sólo Gran Bretaña es la única que se opone a esto último. Los analistas consignan que heredará el dominio sobre el mundo y el destino de Europa parece decidido, al menos para lo que resta del siglo. Sin embargo, la trayectoria de Europa y del mundo siguió otro derrotero; estalló una Gran Guerra, y Alemania es destruida y Europa ocupada, dividida en mitades por EUA y la URSS quienes compiten por dominar al mundo. No obstante, EUA surge como la superpotencia global y puede imponer su poder nuclear por doquier. Mantener las cosas en un punto muerto es a lo más que pudieran aspirar los soviéticos, en los sesentas surge un nuevo fantasma en el trasfondo: el peligro de la China maoísta.

A continuación habrá que imaginar el verano de 1980, EUA ha sido derrotado en una guerra de 7 años, no por la URSS, sino por Vietnam del Norte.

La gran potencia se ve precisada a retirarse, más bien expulsada. Asimismo, es expulsada de Irán, cuyos campos petroleros parecen a punto de caer en manos soviéticas. Para contener a la URSS, EUA realiza una alianza con China. Después cabe imaginar el verano del 2000. La URSS se ha colapsado, China es todavía comunista en el nombre pero capitalista en los hechos; la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se ha expandido a Europa Oriental e incluso hasta la ya ex URSS. El mundo es próspero y pacífico, las consideraciones geopolíticas son menos importantes que las económicas, y los únicos retos para la estabilidad son focos regionales como Haití o Kosovo.

Llega entonces el 11 de septiembre del 2001, y el mundo se pone de cabeza nuevamente, alcanzando este punto podemos saber que lo único seguro sobre el futuro es que el sentido común se equivoca siempre. La reflexión de GF no la han logrado entender hasta el presente los analistas y los futurólogos en general. No hay ciclos mágicos de veinte años, ni fuerzas simples que definan el camino. Lo que en algún momento de la historia parece sólido, dominante y duradero cambia con sorprendente rapidez, lo que valida la dialéctica del cambio continuo de Marx.

En este contexto, era difícil anticipar que las guerras del siglo XX serían tan devastadoras como fueron y que, después de ellas, Europa perdería el dominio sobre el mundo. En los primeros años del siglo XXI se puede reconocer el rasgo fundamental de la época que se inicia, el dominio absoluto de EUA, no existe quien pueda desafiarlo; situaciones coyunturales adversas en el ámbito económico, político y militar, incluyendo la aparición de Donald Trump (DT) en la presidencia de ese país; no cambiarán la tendencia. Dentro de 100 años la actual guerra entre EUA y el Islam radical será poco recordada, pese a la conmoción que provoca en el presente.

GF señala que desde la guerra civil de 1862, EUA ha tenido un extraordinario crecimiento económico. Pasó de ser una nación marginal a ser una economía más grande que los cuatro países ricos que le siguen. Desde el punto de vista militar, pasó de ser una fuerza insignificante a dominar el globo y desde el político toca prácticamente todo; así el mundo gira de una manera u otra entorno a EUA.

La fortaleza de EUA no solo emana de él mismo, también está vinculada a un cambio fundamental sobre la forma como funciona el mundo. GF señala que durante los últimos 500 años Europa fue el centro del sistema internacional, sus imperios crearon un sistema global. La ruta fundamental era el Atlántico Norte, quien lo controlaba tenía acceso a Europa y por tanto al mundo, sin embargo, a principios de los ochentas del siglo pasado el comercio de la Cuenca del Pacífico igualó al trasatlántico. Posteriormente, después de la Segunda Guerra Mundial Europa quedó reducida a un grupo de potencias secundarias lo que unido al cambio de patrones comerciales enunciados previamente, el Atlántico Norte dejó de ser la llave única de entrada a todas partes, EUA reemplazó a Europa convirtiéndose en una potencia dominante, al menos por el siglo XXI.

El poder acumulado por EUA y su posición geográfica (entre dos océanos) lo convierten en el actor central en este siglo, su poder lo hace temible, la historia del siglo XXI, en particular en su primera mitad, EUA enfrentará a potencias secundarias que formarán coaliciones para tratar de contenerlo; EUA por su parte, buscará que no se formen.

En el presente, en el Amanecer de la Era Americana, EUA está lidiando con una corriente de grupos y países musulmanes que tratan de recrear el Califato, el gran imperio islámico que se extendió alguna vez del Atlántico al Pacífico. EUA ha respondido invadiendo el mundo islámico para dislocarlo y voltearlo contra sí mismo, de modo que no pueda surgir una coalición de gran envergadura. De acuerdo a GF, EUA no necesita ganar guerras, solo impedir que sus adversarios adquieran fuerza suficiente para desafiarlo.

GF prevé que en este siglo podrían haber más guerras que en el XX, no obstante, piensa que serán menos catastróficas debido a los cambios tecnológicos y a la naturaleza de los cambios geopolíticos, para GF la guerra entre EUA y el Islam está terminando, no obstante, analistas consideran que se prolongará porque a los terroristas no les importa morir, solo causar daño.

GF menciona que ya se está anunciando un nuevo conflicto. Rusia recrea su antigua esfera de influencia, que inevitablemente está siendo un desafío para EUA. Los rusos se moverán hacia el oeste, sobre la gran planicie norte de Europa, y se toparán con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que domina EUA, en los tres países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, lo mismo que en Polonia. FG indica que habrá otros puntos de fricción en esta nueva guerra fría, quizá se refiera a la rivalidad de EUA y Rusia en el Medio Oriente, concluye que al final Rusia no podrá ganarle a EUA por sus profundos problemas internos, el declive de su población y su pobre infraestructura, enfrentarse con EUA en una nueva guerra fría no puede terminar sino en un nuevo colapso de Rusia.

FG menciona que muchos observadores creen que China, no Rusia, es el rival a vencer de EUA, sin embargo, él difiere de esta opinión porque China es un país físicamente aislado. Con Siberia al norte y el Himalaya y grandes selvas al sur, y la mayor parte de la población China vive en la región oriental del país los chinos no podrán expandirse con facilidad. Por otra parte, dice que China no ha sido una potencia naval en muchos siglos y construir una armada requiere mucho tiempo para hacer barcos y capacitar a marineros expertos; por lo demás esgrime que China es estructuralmente inestable; sus regiones costeras abiertas al exterior son prosperas, sin embargo, la mayoría de la población al interior del país sigue siendo pobres, ello crea tensión, conflicto e inestabilidad; el actual dinamismo económico de China no se traducirá necesariamente en un éxito de largo plazo. Lejos de ser un rival para EUA, es una nación que tratará de sostener como contrapeso a los rusos.

GF dice que en el nuevo siglo surgieron otros jugadores de peso, en los que hoy no se les evalúa como grandes potencias, empero, que serán más poderosos en las siguientes décadas. El primero es Japón que es la segunda economía del mundo y a la vez muy vulnerable por su dependencia de la importación de materias primas. Japón no permanecerá siendo la potencia pacifista marginal en la que se convirtió después de la Segunda Guerra Mundial. Los grandes problemas demográficos y temor a la inmigración en gran escala lo obligarán a buscar mano de obra en otros países. Luego están Turquía y Polonia; en la primera conforme se consolide su economía y su ejército, que ya son los más fuertes de la región, del Medio Oriente aumentará su influencia, primero en esta última y después en el mundo. A mi parecer la megalomanía de su actual presidente y su radicalización en el islamismo, podrían enfrentar a Turquía con Irán, Egipto, y Arabia Saudita. GF sitúa a Polonia como otro potencial líder mundial apoyado tecnológica y económicamente por EUA para enfrentar a Rusia. En este marco Japón, Turquía, Polonia y EUA podrían vivir una situación explosiva que los podría conducir a una guerra global con armas que pertenecen hoy al reino de la ciencia ficción.

Para GF en la primera mitad del siglo XXI la quiebra demográfica creará una gran escasez de mano de obra en los países avanzados, cuya preocupación actual es cómo contener a los inmigrantes, entonces su desafío será convencer a los migrantes de que vengan a sus países, incluso de pagar por ello; en esta visión, EUA intentaría por todos los medios lo que hoy rechaza; inducir la migración de mexicanos a su territorio, lo que hoy en día se ve como un planteamiento utópico. Aquí GF plantea una idea audaz que provoca hilaridad la migración al norte alentada por EUA, el equilibrio de la población en los antiguos territorios mexicanos (los tomados en la guerra del siglo XIX) cambiará radicalmente hasta volver muchas de esas regiones predominantemente mexicanas. Hacia el 2080 podría darse un serio enfrentamiento entre EUA y un México de creciente poder y fortaleza, que podría tener consecuencias para EUA y prolongarse más allá del 2100.

GF indica que como se veía el mundo en distintos momentos del siglo XX, debe admitirse que el sentido común no es el mejor consejero para predecir los cambios del mundo. Sin embargo, dice estar convencido de que pueden trazarse con alguna certidumbre las grandes líneas de esos cambios e intentar definirlos.

Las predicciones de GF son profundas aunque en ocasiones parecen tener un tinte de ciencia ficción como sucedió con varios escritores a lo largo de la historia; es el caso de Herbert George Wells (1866-1914), novelista, historiador, filósofo y escritor inglés, uno de los primeros escritores de ciencia ficción, que en su novela el Mundo Liberado (1914) describe todo tipo de bombas atómicas, más de 30 años antes que Hiroshima y Nagasaki fueran arrasadas por las bombas atómicas de EUA.