Hablé con muchas fuentes de Fatah en Jerusalén oriental el 17 de julio del 2017, cuando comenzó a erigirse la crisis del “detector de metales”, y su conclusión es que ellos sienten que quedaron solos para defender Jerusalén. Ellos temen que puedan perder el control de la situación; algunos individuos pueden tomar acciones por su cuenta con consecuencias serias.

PINHAS INBARI

Ellos me dijeron que el domingo 16 de julio del 2017, en una reunión en Ramala de los más altos escalones de Fatah, Mahmud al-Alul, segundo de Abbas en el Comité Central, les dijo que el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, estaba ordenándoles no escalar la situación en Jerusalén. En lugar de la situación de Jerusalén, ellos iban a concentrarse en el conflicto con Hamás por Gaza.

De hecho, el 19 de julio del 2017, Abbas dio un discurso político en Beijing, China, y apenas mencionó las cuestiones en curso en Jerusalén.

El liderazgo de Fatah en Jerusalén dijo a Ramala que si en el momento de la verdad Fatah no lidera la “defensa de al-Aqsa” – será el final para ellos; no tendrán ya ningún rol que desempeñar. Ahora ellos ya son muy débiles comparados con los actores religiosos islámicos en Jerusalén.

Finalmente, el 18 de julio del 2017, Fatah emitió una declaración llamando a un “Día de Furia.”

¿Cuál es el “status quo?”

El núcleo del conflicto se ha vuelto las medidas de seguridad tomadas por Israel al instalar detectores de metales y magnetómetros en las entradas de las puertas del complejo del Monte del Templo, el “Haram.”

El Waqf (autoridad religiosa), tanto como Fatah, rechazan estas medidas de seguridad bajo el fundamento de que violan el status quo del sitio santo, el cual está basado en los entendimientos entre Israel y Jordania en 1967. Según el acuerdo, el Haram va a ser usado exclusivamente para rezos musulmanes, Israel es responsable por su seguridad, y el sitio está abierto para visitas turísticas no musulmanas.

Pero la OLP y movimientos musulmanes nunca aceptaron el entendimiento de 1967, y para ellos, el status quo es del período previo a 1967. Eso significa que los judíos no pueden entrar al sitio; el Muro Occidental es palestino/musulmán; y, según la OLP, los palestinos serán responsables por la seguridad bajo soberanía del estado palestino.

A pesar del hecho que el Waqf afiliado a Jordania opera estrechamente con la interpretación israelí del status quo, la instalación de los magnetómetros provocó una disputa con Israel. Según la interpretación del Waqf, el área del Haram incluye ambos lados de los muros – dentro y fuera. Por lo tanto, incluso el Muro Occidental es palestino/musulmán. Israel, que ha asumido la responsabilidad de la seguridad en el exterior de las puertas que estuvieron en manos del personal del Waqf hasta ahora, se dice que viola el status quo.

Fuentes de Fatah aseguraron que al instante de que sean retirados estos magnetómetros, la ciudad regresaría a la normalidad, pero la disputa todavía provocará enojo y orgullo herido que podrían llevar a ataques terroristas individuales.

Un video clip filmado el 17 de julio del 2017, muestra una gran manifestación en la Puerta del León de la Ciudad Vieja, mucho más pequeña que los llamados de Turquía a una manifestación de “un millón de integrantes” en la escala que derrocó al intento de golpe de estado turco el año pasado. La manifestación estuvo vacía de banderas de organizaciones palestinas. El activista político Mustafa Barghouti, líder de la comunidad de ONGs palestinas en Ramala, está tratando de llenar el vacío creado por la vacilación de la OLP.

Otros asuntos concernientes al status quo son informes de que la municipalidad de Jerusalén envió equipos de limpieza a despejar la explanada del Monte – una acción que normalmente es responsabilidad del Waqf. También se permitió ingresar al complejo a “colonos” judíos, por primera vez sin que el personal del Waqf los inspeccionara y escoltara.

Por lo tanto, si el Waqf insiste en rehusarse a cruzar a través de los magnetómetros al complejo hasta que sean removidos los dispositivos, corre el riesgo de otro cambio del status quo—la municipalidad de Jerusalén asumirá el rol de mantener el sitio y permitir a los judíos entrar al sitio sin ningún rol de inspección para el Waqf.

Dilema para Jordania y el Waqf

Si bien el Waqf es un consejo religioso afiliado a Jordania, podría sentirse forzado a asumir una línea más dura que la posición de Jordania en el enfrentamiento con Israel.

Otra preocupación principal del liderazgo de Jerusalén oriental es la importación del conflicto por parte de comunidades árabes israelíes dentro de Jerusalén, como fue el caso de los tres terroristas del pueblo árabe israelí de Umm al Fahm.

Debe notarse que las tensiones en el Monte del Templo no fueron provocadas por los jerusalemitanos orientales sino por árabes israelíes, algunos posiblemente ayudados por Turquía.

El asesinato de los dos policías drusos israelíes exacerbó las tensiones en Israel entre drusos y musulmanes. En ciudades mixtas musulmanas-drusas, han sido efectuados disparos hacia mezquitas. Los tres asesinos, sospechosos de ser partidarios de la Hermandad Musulmana, sabían que estaban atacando a drusos. ¿Las tensiones druso-suníes en Siria se han difundido a Jerusalén?

En conclusión, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ordenó la desintensificación de las tensiones en Jerusalén oriental, lo que frustró al Fatah local. El Waqf está en un dilema real: si ellos aceptan los magnetómetros, ellos reconocen la responsabilidad israelí en la parte exterior de los muros del Haram, pero si ellos insisten en rehusarse a caminar a través de ellos hasta que sean removidos, el Waqf pondrá en peligro el status quo dentro de los muros con visitas judías sin una presencia del Waqf. A su vez, Israel corre el riesgo de perder al Waqf como un socio para equilibrar calladamente las situaciones delicadas en Jerusalén.

 

 

 

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.