Enlace Judío México – Jack Hobb estudió desde la infancia en el Colegio Monte Sinaí. Al decidir qué carrera quería seguir, se decidió por estudiar arquitectura en la Universidad Westhill. El 22 de julio platicamos con Jack, quien nació en una casa ortodoxa y está acostumbrado a rezar y ponerse sus tefilin (filacterias) todos los días por la mañana.

Debido al exigente horario de la universidad, no le era posible continuar esta tradición y se sentía muy descontrolado, ya que llegaba alrededor de la cinco de la tarde a su casa y apenas entonces podía rezar. Varios compañeros suyos hablaron sobre encontrar la forma de rezar en la universidad. Se acercaron al Rector, el Ingeniero José María Riobóo Martín, para solicitarle su apoyo para lograr formar el minián (mínimo de diez hombres judíos para poder rezar).

“El rector nos dio permiso de salir veinte minutos antes del fin de la primera clase”, dice Jack Hobb, “y llegar tarde veinte minutos a la siguiente clase. No fue fácil, tuvimos que hablarlo varias veces, finalmente nos dio permiso con la condición de que este proyecto se llevara a cabo regularmente y no fuera un pretexto para salir de clase”.

“Al principio no fue fácil, no éramos muchos los jóvenes judíos en la universidad, con el tiempo fueron llegando más y así ya tenemos minián todos los días. No siempre llegan los mismos, muchas veces porque tienen examen, tienen que entregar algún trabajo o simplemente no se pueden salir en ese momento del salón”.

“El Sr. Isaac Amiga nos regaló un Sefer Torá (Rollos de la Biblia), pero al comenzar a usarlo nos dimos cuenta de que estaba maltratado, así no se puede usar, no se considera kosher”, relata Jack. “Rafa Levy consiguió otro. Isaac Amiga nos regaló un pequeño ropero que usamos como Hejal o Aron Hakodesh para guardar la Torá. El minián lo llevamos a cabo en el Salón de Usos Múltiples. Regularmente asisten entre veinte y treinta. A mí se me ocurrió conseguir un patrocinador para que nos lleve un desayuno, es tradicional después del primer rezo desayunar juntos y platicar acerca del Pasuk (versículo) que leímos ese día. El que nos está ayudando es el Sr. Nissim Hasqui. Ya tenemos una cafetera y un mini refrigerador y ya sea que nosotros compremos los alimentos para el desayuno o nos lo manda nuestro benefactor”.

“Me siento muy orgulloso de haber logrado este proyecto al mismo tiempo muy contento por poder rezar todos los días como lo dicta la religión judía”, dice, muy contento.

“Por último”, agrega antes del fin de la entrevista “quiero agradecer en primer lugar a la Universidad Westhill, al rector y todos los amigos que hicieron posible este gran proyecto”.