Enlace Judío México – En su colaboración semanal, Shoshana Turkia y Mylen Saadia nos explican el camino para salir de una crisis de deseo en una relación: la imaginación, que sirve como puente para unir espacios y cómo evitar los obstáculos que se le pueden presentar.

 

Shoshana Turkia: El deseo es la metacreación de Dios para poder tener la capacidad de recibirlo.

Recibir también tiene otras variables como son el poder apreciar a través de los sentidos y a través de la imaginación todo lo creado.

¿Cuándo hay una crisis? Cuando este deseo no existe. Cuando está truncada la capacidad de ver, de entender y de sentir el mundo y lo que nos rodea, y por lo tanto encontrar placer cerca de él.

Mylen Saadia: La mayoría de las personas hoy día dicen “es que no tengo ganas, no tengo deseo”. Podemos hablar de este estado de ánimo depresivo o esta falta de deseo incluso sexual. De decir “no se me antoja y yo mejor eso lo dejo para los chavos y los jóvenes, esto ya no va conmigo”.

De lo que nos hemos dado cuenta es que la crisis del deseo en verdad es una crisis de la imaginación. Las personas han perdido un poco la capacidad de imaginar siquiera lo que se les antoja. Lo que les gusta, de lo que tienen ganas.

Hoy venía con una niña de 5 o 6 años y cinco veces mencionó: “deseo un dulce”, “deseo pintarme los ojos”, etc. “Deseo”. Esta vitalidad que le escuche a esta niña decir, me hizo decir: “esta mujer está viva”. Porque siente ganas de tener ganas. Las ganas del deseo.

ST: Nos hemos dado cuenta que la imaginación, que es lo que da pie al deseo (la capacidad de querer), es un puente realmente que se une en dos espacios.

Por un lado, en la consciencia, en la energía de la consciencia del todo (que nosotras definimos como la autonomía espiritual); y por otro lado, en la materialidad.

Toda fantasía, toda creación, ya sea artística, literaria, empresarial, tiene que llevar como medio o como vehículo la materia.

¿Dónde está la imaginación o dónde está el espacio posible para crear? Donde por un lado tenemos el mundo de la consciencia y por el otro lado tenemos el mundo material.

Vamos ir construyendo este puente que se llama imaginación que va a dar cabida al deseo a través de pequeñas pautas. Lo que queremos hacer Mylen y yo en este espacio es crear un espacio de imaginación para ustedes y que podrán asumir en casa.

Primero tenemos que reconocer cuáles son los enemigos del deseo.

En primer lugar encontramos que la inmediatez es el gran obstáculo. Imagínense una historia como la de Hansel y Gretel si hubieran tenido un celular o un GPS. Ya no hubieran necesitado las pequeñas migajas que dejaron en el camino. Hubieran llamado a su papá, decirle donde estaban y tan, tan, se acabó el cuento.

Así también con nosotros. Imagínense correr por el ser amado al aeropuerto como en las películas románticas de los 80 y esa tensión dramática que existía y que daba lugar al deseo. ¿Me va a esperar o no? ¿Va a voltear a verme o no?… a cambio de mandar un WhatsApp que dice: “Espérame, estoy en camino. No te enojes conmigo, ahorita llego”.

Esta tensión dramática de no saber qué hacer y el anhelo, la inmediatez de las cosas y la velocidad de las cosas lo corrompe todo.

MS: Ya no hay ese espacio para que las parejas se extrañen. Ya no hay ese espacio para generar la imaginación de la respuesta. Por ejemplo, cuando tengo una duda lo primero que hago es abrir mi celular y tengo la respuesta inmediatamente. Pero no hubo ese proceso de pensamiento donde tuve que pensar en tres posibles opciones, en tres respuestas de qué quiere decir esta pregunta que yo tengo.

Todos tenemos acceso a la respuesta. Cuando yo estudié la carrera nos daban unos abstracts y teníamos que ir a la universidad a encontrar el libro y qué decía del artículo. Te tomaba cinco días encontrar la respuesta de algún cuestionamiento o alguna investigación.

Hoy en día todo está accesible en menos de 30 segundos. Hasta las parejas con el dating. Tenemos un dating en 30 segundos. Like o Me Gusta en Tinder. Esto coarta nuestra imaginación, porque nos lo dan todo comido y masticado enfrente de nosotros y nos nos tomamos ese espacio y ese tiempo para que nuestra mente y nuestra imaginación viaje a otro mundo.

ST: Y no solamente va con un deseo erótico (el erotismo lo definimos como la libre expresión estética del ser consciente). Tiene que haber consciencia del deseo. Va en todo: en cómo comemos hoy en día, en cómo respiramos, en cómo nos vestimos o en cómo interactuamos.

Todo eso va a una velocidad tal que no nos sentamos a ver que hay un mundo de otras posibilidades. Caemos en este dilema de que parece que todo está a nuestro alcance, pero realmente todo está acotado.

Y existen desde logaritmos tecnológicos para saber qué tipo de personas nos van a salir en Match.com, o en cualquier otra página de enlaces, y saben exáctamente qué perfil tenemos; o si nos vamos a meter en Facebook o en Twitter, todos los anuncios están enfocados en una predisposición de lo que nosotros ya buscamos.

No hay la capacidad de generar otras posibilidades

MS: Cuando llega una persona a consulta y me dice: “Yo la verdad no tengo ganas, no se me antoja”, yo le pregunto ¿qué te conecta? ¿qué es lo que más te gusta en la vida? Y me responde: “La verdad, no mucho”.

Es muy difícil que esta persona sienta ganas o deseo de estar con su pareja cuando no siente ni ganas ni deseo con ella misma.

Les queremos hacer un ejercicio a nuestra audiencia. Que se imaginen que están hoy en la mañana despertando y que deciden tomarse una taza de café. Queremos que imaginen que tienen la taza enfrente de ustedes y que la están oliendo. Ese aroma que está entrando por su nariz ¿con qué los conecta? ¿con quién se les antojaría estar compartiendo esa taza de café? ¿en qué lugar? ¿con qué luz? ¿con qué ambiente? ¿qué traes puesto?

ST: Y ¿qué le preguntarías a esa persona? Vamos a suponer que ya tienes su taza de café humeante y tienes la posibilidad de hablar con cualquier persona que sea de tu interés y que no conozcas personalmente. ¿A qué huele esa persona? ¿cómo es su piel? ¿cómo son sus poros? ¿cómo trae el cabello? ¿es desaliñado? ¿tiene una higiene personal que te llama la atención? ¿cómo mueve sus manos?

Puede ser un personaje público o puede ser alguien que hayas visto de reojo en algún espacio. ¿Qué le preguntas? ¿cómo entablas una conversación? Y tomando cinco minutos solamente para imaginarnos este cuadro, esta posibilidad, empieza a unir estos dos mundos de los que hablábamos.

Por un lado el mundo material, la taza de café y el café existen, y los tienes a tu alcance. Lo que pasa es que ponemos poca atención a qué huele, a su temperatura y a su sabor. Lo que queremos es llevarlo al mundo de la consciencia y de ahí irle abonando otros elementos fantasiosos.

Imaginemos que tenemos enfrente a esta mujer intelectual que siempre nos ha llamado la atención; o a ese artista que es un gran bailarín. Y nos empezamos a dar un mundo de posibilidades.

Y sí, es real que en internet seguramente va a haber 10 mil entrevistas que hablen con esa persona y que seguramente le van a preguntar lo que nosotros le vamos a preguntar. Pero la capacidad de la interacción y del juego es lo que nadie va a poder suplir por ustedes.

Es ahí donde realmente abrimos otro espacio de creación y otro espacio de posibilidad, y eso sí nos lleva al deseo. Si ya sabes que puedes preguntarle ciertas cosas a esta persona y de que puedes interactuar de cierta manera, el siguiente paso es buscarla. Y si no es a esa persona en particular, a alguien que se parezca mucho.

Empiezas a imaginar conversaciones y empiezas a imaginar posibilidades. Y las puedes traer de regreso a casa, con la pareja que llevas casado 20 años, o puedes entablar conversaciones con perfectos extraños, para conocerlos y dialogar.

Qué pasa cuando no es ni un extraño en la calle ni es la pareja en la casa, sino es con nosotros mismos. ¿Qué preguntas nos gustaría que nos hicieran? ¿Por qué y para qué nos las están haciendo? 

MS: Resumiendo un poco, la crisis del deseo es una crisis de la imaginación. Cuando hemos perdido la capacidad de imaginar lo que queremos, lo que disfrutamos y lo que nos gusta de una manera creativa. Porque si yo no lo creo en mi mente no lo voy a poder crear en mi realidad.

Esa es la idea: reconectarnos con el deseo y con las ganas para podernos revincular con nosotros y con nuestra imaginación.

EJ: ¿Se puede curar esta crisis? ¿Lo han logrado ustedes hacer?

MS: Quiero preguntarle a nuestra audiencia ¿quién de ustedes logró conectarse con este mundo de la imaginación? Y así como hoy usamos una taza que es completamente neutral, podemos usar cualquier objeto del deseo, no tiene que ser una taza.

ST: Yo creo que sí se puede. Los que nos dedicamos al arte, a la creación, a la literatura y a cualquier experimentación del crear, necesariamente nos tenemos que reconectar con la imaginación.

Hoy en día es muy difícil que encontremos a un gran músico que en su cabeza tenga que recrear cómo suenan las cuerdas, los metales, los instrumentos de viento, etc., como lo tuvo que hazer Mozart o Beethoven en su época. Pero siguen habiendo grandes músicos que van creando atmósferas y que van creando mundos.

Lo que pasa es que los medios de transmisión de estas creaciones van cambiando. En lo particular, los que no somos artistas y los que no tienen esas herramientas, también podemos.

Esa es la apuesta de Presente Continuo. Que todos tenemos un talento. Todos tenemos esa moneda de cambio que el mundo nos reconoce. El problema es ¿quién la ve? y ¿cómo la usa?

EJ: A veces hay crisis de deseo en una pareja o en un matrimonio y entonces creen que la única manera de resolverlo es con otra persona, porque esta persona vuelve a despertar este deseo ¿ustedes qué opinan?

MS: Claro, eso es la crisis del deseo. Que ya se me acabaron todas las opciones con este y entonces, en mi fantasía, creo que este otro me va a dar todo ese vacío que estoy sintiendo.

Pero la realidad es que si yo empiezo a generar esa imaginación y ese deseo con mi pareja, lo voy a lograr.

Aquí es importante aclarar en un minuto que la responsabilidad de mi excitación y de mi deseo es mía, no viene de mi pareja. Si yo me comprometo con esa parte de mi proceso, yo puedo buscar cuáles son mis activadores del deseo, cuáles son mis activadores que me excitan sexualmente, buscarlos y ser responsable de llegar a ellos.

Pero eso no quiere decir que tenga que ir con otra pareja. Lo que quiere decir es ¿qué me excita? ¿Qué hace que mi deseo se encienda? Una vez que ya tengo logrado ese nivel, lo puedo poner con mi pareja.

ST: Pero hay una opción que es muy real en la práctica: una pareja cuyo deseo se ha venido cada vez lastimando más, o que el vínculo erótico se ha ido erosionando, y que verbalizándolo o no, invitan a una tercera persona a jugar.

Y puede ser desde el amante del que nadie habla. Sabemos que hay muchas mujeres que cuidan al amante del marido porque ayuda a que se resuelvan otras situaciones dentro del matrimonio; o una tercera pareja que interactúa entre los dos.

Yo sé que esto es difícil de hablar públicamente pero sucede en la realidad. ¿Qué pasa con esa tercera persona? ¿Qué se está formando ahí? Se está formando un vínculo nuevo.

Nosotras en Presente Continuo todo lo que trabajamos es a través de los vínculos. Esta pareja tiene un vínculo que está tenso y que está erosionado por la carga que supone el matrimonio, la convivencia diaria, el patrimonio, la crianza, etc. Toda esa carga que se la va poniendo a las relaciones afectivas en una pareja o en un matrimonio.

Ese vínculo está tenso y está agotado. Al momento en que haces un segundo vínculo, fuera de la pareja, digamos que genera un triángulo. Y vamos a suponer que es un triángulo más a o menos aceptado, que no es públicamente hablado pero que está aceptado por la pareja.

Sabemos que hay un tercer factor de discordia, pero que los dos lo aceptan porque conviene mantener todo lo demás.

Ese vínculo ¿cómo juega? Porque también el que no es el amante, el que es el cornudo, sabe que ese factor está ahí. Hay otro tipo de tensión y eso también genera deseo.

Tengo una historia muy cercana donde una de las personas es la amante de un matrimonio que tiene 25 años y ella lleva siendo la amante desde hace 7 años. La esposa sabe que esa amante existe y tienen una relación muy agresiva. Cuando se encuentran en ambientes públicos, hay insultos, etc. Pero las dos saben que esa forma de vincularse también les sirve y también les resuelve.

La invitación a la pregunta que tú haces es evaluar mucho para qué nos sirve ese vínculo ¿qué parte nos está detonando? ¿qué deseo sí me está detonando y cuál no?

La apuesta de nosotras es encontrar vínculos sanos. Y la salud está donde está la armonía, donde fluye la energía materializada, la energía vital, la energía en movimiento y la energía de la consciencia.

Todo se vale. Cualquier configuración de pareja se vale siempre y cuando haya consenso y consciencia.

Una invitación a la audiencia es de que sí se tomen esa taza de café y se tomen esos 10 minutos de imaginar con quién se van ir a tomar ese café y qué preguntas le harían.

Después háganse esas preguntas a ustedes mismos y van a aprender otra dimensión de ustedes que no tenían consciente.

Para contactar a estas dos extraordinarias mujeres, pueden escribirles a [email protected] y para obtener mayor información, ir a la página www.presentecontinuo.com.mx.