Enlace Judío México.- Entre los 17 ministros, no hay ni una mujer, como le demandaba parte de su electorado reformista.

LLUÍS MIQUEL HURTADO

El reelegido presidente iraní Hasan Rohani ha propuesto este miércoles al Machles – parlamento iraní – su lista de ministros para obtener su voto de confianza. Nueve de ellos repiten cargo. Entre los 17 nombres incluidos – no ha nombrado a ningún candidato a ministro de Ciencia y Educación Superior – no hay ni una sola mujer, demanda de una parte importante de su electorado reformista.

Desde su cargo, que le obliga a contentar también a los rigoristas, cuyo representante perdió las elecciones, Rohani ha apostado por rostros conocidos y del sagrado del Líder Supremo Jamenei. El principal es el ministro de Exteriores Mohamad Yavad Zarif, hábil negociador y uno de los artífices del pacto nuclear, que preservará su puesto casi con total seguridad.

En esta fase de extensión de negocios gracias al fin de las sanciones nucleares, siguen en la lista el ministro de Petróleo, Biyan Namdar Zanganeh y el de carreteras y desarrollo urbano, Abbas Ajundi, vinculado a los macro contratos con Boeing y Airbus. Se espera que la semana que viene el Machles, controlado por los partidarios del Presidente, aporte los dos tercios de votos requeridos para validar sus candidaturas.

Pese a ganar con un holgado 57% de votos en las presidenciales del pasado mayo, los obstáculos en la implementación del pacto nuclear – cuyo principal valedor en Irán es Rohani -, como la presión de EE.UU. para finalizarlo, la falta de beneficios económicos tangibles para el iraní de a pie y la desconfianza hacia Occidente de algunos sectores de la población están acorralando al clérigo centrista.

Una de las formas que tiene Rohani para aliviar esta presión es ganarse el favor del Líder Supremo, lo que, a cambio, exige contentarlo en los nombramientos ministeriales. Se da por hecho que cargos cruciales como Interior, Inteligencia y Defensa están consensuados. Como novedad, por primera vez el propuesto ministro de Defensa, el ex número dos Amir Hatami, es militar de carrera y no procede de la poderosa Guardia Revolucionaria. Hatami es un firme defensor del programa de misiles balísticos, motivo de preocupación en algunos países occidentales porque, creen, podrían diseñarse para trasladar cabezas nucleares, algo que Irán niega.

En cambio, una vez más, esta necesidad de seleccionar un gabinete del gusto de la línea dura y de sus defensores en el Machles ha ignorado a la calle. Si durante la campaña electoral, como EL MUNDO constató en la capital iraní, cómo cientos de mujeres jóvenes repartieron folletos y clamaron a favor de Rohaní, estas mismas mujeres han constatado que el presidente no ha propuesto, de nuevo, ni una sola ministra.

Paradójicamente, fue el radical ex presidente Mahmud Ahmadineyad quien en 2009, antes que Rohani, rompió un tabú a favor de la mujer logrando la aprobación de Marzie Vahid-Dastyerdi como primera ministra post revolucionaria, encargada de Sanidad. En cambio, Hasan Rohani, durante su primera legislatura, no fue más allá de colocar de vicepresidenta para asuntos de la Mujer y de la Familia a Shahindojt Molaverdí.

La presión sobre el Presidente para contar con mujeres en el gabinete se había intensificado en las últimas semanas, con simposios en Teherán sobre la cuestión. Ghoncheh Ghavami, una activista citada por The Guardian, reconoció que “es mucho más importante tener políticas feministas y de género que una mera representación descriptiva”, pero que aún así “el sistema político iraní está demasiado orientado al hombre”.

 

 

Fuente:elmundo.es