Enlace Judío México- Ayer, 16 de agosto, se llevó a cabo la entrega de los reconocimientos a los ganadores del Premio Jacobo Goldberg. Los ganadores en las distintas categorías fueron: Ariela Katz de Guggenheim (La resolución 3379 de la Asamblea General de la ONU en 1975, el voto de México y el boicot turístico que le siguió); Mayra Berenice Espinoza Rodríguez (La labor de la Comisión de Antidifamación en el Comité Central Israelita de México, 1938-1945); Dina Comisarenco Mirkin (Images and the duty of memory: the survival of a People due to their spirit (1957) by Fanny Rabel). Asimismo, se otorgaron menciones honoríficas en distintas categorías.

El evento terminó con una ponencia de Ariela Katz, en representación de los premiados, en la cual detalla la investigación que la hizo merecedora del Premio.

La investigadora retoma el momento histórico, en 1975, cuando fue aprobada en la Asamblea General de la ONU la resolución 3379 que declaraba “Sionismo es racismo”, habiendo votado México a favor de la misma. Se sabe que, en protesta, la comunidad judía norteamericana declaró un boicot turístico a México y que el asunto le costó el puesto al canciller Emilio Rabasa, por la osadía de haber viajado a Israel ” a pedir perdón”.

Ariela Katz decide hacer “una reconstrucción cabal de lo sucedido”, basándose en los documentos filtrados por Wikileaks, los archivos gubernamentales de México, Estados Unidos e Israel; los de las organizaciones judías de EE.UU.que habían participado en el boicot, entre otros.

Entre las conclusiones, la primera: el boicot no surgió en la comunidad judía de México. Por el contrario, los líderes judíos mexicanos trataron, sin éxito, de detener el boicot en numerosas ocasiones, “pero así como nunca tuvieron la proyección necesaria frente a su gobierno para influir en el voto de México, tampoco tuvieron la influencia necesaria frente a la comunidad judía de Estados Unidos para frenar las presiones a las que sometían a México”.

Segunda conclusión: El boicot turístico, según Katz, fue “la primera muestra del “poder de las masas de la comunidad judía de Estados Unidos”.

Tercera conclusión: Justamente, por contradictorio que parezca, el despliegue de poder por parte de la comunidad judía de Estados Unidos irradió fuerza a la comunidad judía de México frente a su gobierno.

Para más detalles, aquí les dejamos la ponencia completa de Ariela Katz en la FILJU:

Me siento enormemente honrada por estar aquí.

Gracias a la familia Goldberg por haber establecido el premio en honor al Rabino Goldberg; muchas gracias al jurado por haber elegido a mi trabajo para recibir un premio este año; gracias mil al Dr. Lorenzo Meyer por haber dirigido mi tesis; gracias a todos los que me ayudaron a lo largo de mi investigación, demasiado numerosos para nombrarlos, tengo gratitud en mi corazón para cada uno de ellos; gracias a mi familia, que da sentido a todo, y gracias a ti Elie, pues es gracias a tu impulso permanente, cariñoso e inteligente, que estoy parada hoy aquí.

Mi tesis es un estudio exhaustivo de algo que sucedió en apenas siete meses de nuestra historia: de junio a diciembre de 1975. Y sin embargo, me tomó 18 años escribirla!!!!

Parte de la tardanza se debe a las múltiples oportunidades y también los retos que enfrentamos las mujeres de hoy en día. Sin embargo, el prolongado tiempo de investigación tuvo un impacto enormemente benéfico en mi trabajo:

Muchos de los documentos gubernamentales que utilicé, apenas comenzaron a ser desclasificados en 2006. La revisión que hice de más de 10,000 comunicaciones entre las embajadas de Estados Unidos en México y en otros países con el State Department, hubiera sido imposible antes del 2010, cuando Wikileaks las expuso y con ello produjo una verdadera explosión de información para mi investigación.

Resumir una tesis doctoral en diez minutos es un reto difícil, especialmente porque la considero una trama fascinante. Más bien espero con esta exposición interesarlos en el libro que se publique!

Comenzemos:

En la memoria popular, quedó grabado que a raíz del voto de México a favor de la condena al sionismo en la ONU, en 1975, hubo un boicot turístico a México, y que el asunto le costó el puesto al canciller Emilio Rabasa, por la osadía de haber viajado a Israel a “pedir perdón”.

Cuando yo comencé a investigar, eran muchos los que aun recordaban el asunto, lo que provocó una situación paradójica: por un lado, el tema parecía estar concluido, fijo como parte de nuestros mitos y recuerdos populares. Pero, en realidad, nadie había documentado el caso para dejar en los anales de la historia una reconstrucción cabal de lo sucedido. Además, como sabría después de la investigación, parte de lo que se creía conocer, era discutible.

Me dirigí a los archivos.

Quedaban muchas fuentes vírgenes por explorar, entre ellos, los archivos gubernamentales de México, Estados Unidos e Israel; los de las organizaciones judías de Estados Unidos que habían participado en el boicot; las publicaciones árabes mexicanas; los periódicos de Estados Unidos.

Descubrí una historia apasionante de enredos, engaños y malentendidos, de intereses políticos personales y nacionales, creada por personajes memorables como el errático presidente Luis Echeverría; el trágico Secretario de Relaciones Exteriores Emilio Rabasa; el perspicaz embajador de Estados Unidos en México; J J Jova; el formidable Henry Kissinger; el incansable ex presidente Miguel Alemán y el afligido secretario general del Comité Central Israelita de México, Sergio Nudelstejer.

Me encontré también con el ímpetu maravilloso del hombre común, quien con su fervor y su entusiasmo, produjo el boicot .

Encontré que la votación de México en la ONU que desató el boicot que nos ocupa, tuvo un precedente importante que nunca había sido estudiado:

En Junio de 1975, se llevó a cabo la primera Conferencia del Año Internacional de la Mujer, en la Ciudad de México. Como diría Emilio Rabasa años más tarde, “Todo el problema comenzó [ahí]”. La Conferencia estuvo caracterizada por el autoritarismo y la falta de tacto político. Las incongruencias se iniciaron con el nombramiento del entonces procurador general, Mario Ojeda Paullada, un hombre, como presidente del evento. Efectivamente, como lo señaló Betty Friedan en su momento, la Conferencia de la Mujer estaba teniendo lugar en “la tierra del macho”.

En medio de ánimos exaltados, el ambiente en la Conferencia fue hostil y caótico. Para colmo, sus objetivos fueron desviados sutilmente hacia una causa política específica, ajena al motivo de la Conferencia: la deslegitimación de Israel y del sionismo.

El ataque tomó a los Estados Unidos y a Israel por sorpresa, pues el tema ni siquiera debía haber sido tratado en ese foro.

En cuanto fueron puestas al tanto, las organizaciones femeninas judías solicitaron una entrevista con el presidente Echeverría y Elías Sourasky se las consiguió.

Durante la cita, se le explicó al presidente que el documento que se estaba preparando en la Conferencia incluiría una condena al sionismo. Echeverría respondió enfáticamente: “Durante mi presidencia ese documento NUNCA va a pasar”.

Y sin embargo, la “Declaración México” emanada de la Conferencia sobre la Mujer, llama sólo una vez a la eliminación de la “violación, la prostitución, […] el matrimonio infantil, [y] el matrimonio forzado “.. pero incluye cuatro condenas al sionismo…

Es cierto que al principio México intentó evitar la inclusión del ataque al sionismo, pero una vez que ésta fue aceptada, México no intentó distanciarse, ni se opuso, ni se abstuvo, por instrucciones directas de Echeverría , a pesar del compromiso que éste había adquirido con las mujeres judías.

La manera de proceder de la Cancillería y del presidente en la Conferencia del Año de la Mujer fue muy similar a su comportamiento en la votación en la ONU. Hubieron los mismos intentos externos por influir en el voto mexicano y las mismas falsas esperanzas también.

En efecto encontré que México estuvo expuesto a diversas presiones antes de su voto en las Naciones Unidas, en uno y otro sentido, por individuos y por gobiernos, por mexicanos y extranjeros.

Ultimadamente, tuvo éxito la presión de aquellos que pedían un voto contra el sionismo, porque era más afín a los intereses personales de Echeverría, quien aspiraba a la Secretaría General de la ONU cuando terminase su sexenio.

De manera que cuando fue el voto en la ONU, el 10 de noviembre de 1975, México votó a favor.

La resolución que definía al sionismo como una forma de racismo, fue aprobada.

Pero ese es apenas el comienzo de esta historia

En Estados Unidos, la reacción judía al voto fue “electrizante”.

Al día siguiente de la votación, se organizó una protesta en Nueva York. Los activistas deseaban juntar a miles de personas, pero no estaban seguros de lograrlo. 318

Sin embargo, la realidad rebasó todas sus expectativas: asistieron 200 mil personas. Y además hubieron manifestaciones locales similares en muchas otras ciudades de Estados Unidos.

Los mítines no satisficieron la indignación popular sino que, al contrario, la enardecieron, y fueron seguidos por numerosas cartas de protesta enviadas a las representaciones de México en Estados Unidos y al presidente Echeverría en lo personal. La cantidad de cartas que se distribuyeron para firma fue mínima. La gran mayoría son cartas manuscritas por hombres y mujeres adultos, pero las hay incluso de niños menores de doce años.

Hay misivas enojadas, tristes, agresivas e incluso suplicantes, tan diversas como quienes las firmaron.
Los judíos de Estados Unidos sintieron el voto mexicano como una traición personal a cada uno de ellos que había visitado alguna vez el país, que había gozado de su típica calidez y que había contado con México como un “país amigo”. De este sentimiento de injusticia y traición, surgió el boicot, como reacción visceral y espontánea.

Se ha propuesto o afirmado que fueron activistas de los órganos representativos de la comunidad judía de México quienes sugirieron que se hiciera un boicot.

En la tesis demuestro, sin lugar a dudas, que la idea del boicot no surgió en la comunidad judía de México. Por el contrario, los líderes judíos mexicanos trataron sin éxito de detener el boicot en numerosas ocasiones, pero así como nunca tuvieron la proyección necesaria frente a su gobierno para influir en el voto de México en la ONU, tampoco tuvieron la influencia necesaria frente a la comunidad judía de Estados Unidos para frenar las presiones a las que sometían a México.

Podemos afirmar de manera conclusiva que el origen del boicot fue popular .

De hecho, ésta fue la primera muestra del “poder de las masas de la comunidad judía de Estados Unidos”. En la tesis explico con detalle los motivos por los cuales hubo una respuesta tan apasionada y vehemente de los hombres y mujeres de a pie, que de hecho incluyeron a muchos estadounidenses no judíos, hasta algunos con origen mexicano.

En Diciembre de 1975, a un mes de iniciado el boicot, llegó a México una comitiva de judíos de Estados Unidos, invitada con gastos pagados por Presidencia para verse en privado con Echeverría y evaluar si detendrían o no el boicot turístico a México. No fueron los judíos de México quienes consiguieron la entrevista, fue el mismo Echeverría quien la solicitó hasta que ellos aceptaron venir. La transcripción de este encuentro tan poco convencional es una lectura interesantísima.

El encuentro en México entre estos representantes de los judíos estadounidenses y los líderes de la comunidad judía mexicana, sacó a luz la diferencia de enfoque entre los dos grupos, la relación desigual entre las dos comunidades y los conflictos entre ellas.

A pesar de la cautela con que la comunidad judía mexicana manejó el tema del voto de México, tanto así que nunca se atrevió a protestar por el voto públicamente, cabe destacar que la relación del gobierno de Echeverría hacia la comunidad judía de México cambió favorablemente después del boicot.

Justamente, por contradictorio que parezca, el despliegue de poder por parte de la comunidad judía de Estados Unidos irradió fuerza a la comunidad judía de México frente a su gobierno.

Antes del boicot, los judíos de México llevaban tres meses solicitando una entrevista con el presidente Echeverría, sin haber conseguido ni siquiera la cortesía de una respuesta formal. El boicot turístico los volvió de pronto tan relevantes como para ser invitados a Los Pinos. El cambio en esta relación con la comunidad, prosiguió con el sucesor de Echeverría, José López Portillo, y cuando la Resolución 3379 fue revocada en la ONU, en 1991, México votó a favor de la anulación.

Este trabajo revela una página de nuestra historia que había estado dormida. Trata del poder y del abuso del mismo. Analiza la relación entre dos comunidades judías, entre ellas y vis a vis sus propios gobiernos. Es una historia de confianza y traición, que arroja luz sobre las relaciones entre México y Estados Unidos. Muestra, además, lo que un conjunto de ciudadanos puede lograr cuando se compromete con un objetivo en común.

Termino con una reflexión:

Esta tesis demuestra que no estaba dicho todo acerca de la votación de México en la ONU en 1975, y que no todo lo que estaba dicho era cierto.

Es a veces tentador aceptar la historia “conocida” como una verdad establecida e inmutable –al fin y al cabo, el pasado ya sucedió-, y sin embargo, a medida que los archivos se abren, y que nuestras técnicas de investigación se modernizan, es importante reevaluar nuestro conocimiento del pasado, reexaminarlo a la luz de las nuevas fuentes, y tratar de hacerlo con una mirada fresca, una mente inquisitiva y sin preconcepciones.

Además, nuestra percepción de lo sucedido no es estática, y corresponde a cada generación interrogar a su pasado para encontrar las respuestas que busca su presente, y éste muchas veces nos exige resucitarlo, para comprenderse mejor, como cuando sucedió con el voto reciente de México en la UNESCO. Como dijo Kathlyn Porter, “el pasado no está nunca donde lo dejamos”, y el estudio de la Historia no es una obligación, es un derecho.

La vida es emocionante y sorpresiva. La escritura de la historia debe reflejar estas características y ser apasionante. La lectura de la historia debe gozarse como una aventura. Espero que este aperitivo les haya abierto el apetito!”

 

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico. Para ver más videos de la FILJU, haga clic aquí.