Enlace Judío México – En el marco de la Primera Feria Internacional del Libro Judío, que se realizó en el Centro Cultural Bella Época de la Colonia Condesa, se realizó la conferencia Ética Judía en la Medicina, con la participación de José Halabe, David Kershenobich y Bernardo Tanur. El Dr. Kershenobich, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, compartió su ponencia de forma exclusiva para nuestros lectores.     

Nuestra generación está orgullosa del progreso que ha ocurrido en el desarrollo intelectual y en la investigación científica. En particular en el campo de la medicina desde tiempos bíblicos el judaísmo ha valuado en forma importante las actividades de los médicos e investigadores en los avances del conocimiento científico, enfocándolo a un tema sencillo, que es la relación de la humanidad con su entorno, como sería por ejemplo ahora el caso del cambio climático y sus efectos sobre la salud.

La ética es una palabra que no aparece en las escrituras sagradas debido a que se considera que es algo que forma parte intrínseca de la vida misma. La ley judía es en esencia una filosofía de derechos y obligaciones, que desde ahora debo señalar enfatiza fundamentalmente las obligaciones, no se inclina ante los caprichos transitorios de la sociedad o los vientos cambiantes de la moda, sin un estándar de oro para comparar como la Torá, la ética puede convertirse en una pendiente muy resbaladiza.

Quiero pasar directamente al tema de la ciencia y señalar que la ética judía considera como principio fundamental que debemos evitar que el intelecto y el desarrollo científico se conviertan en nuestro Dios, es cierto los avances científicos tienen músculos pero no necesariamente personalidad.

Indudablemente todos estos avances científicos plantean interrogantes múltiples como señalaré con algunos ejemplos más adelante. Debo mencionar que en términos generales el abordaje se explora a través de la ley judía, que se apoya fundamentalmente en tres ramas que son: la Torá que en esencia es la ley escrita, el Talmud que es la ley oral y la Halacha que son los rituales. Un aspecto central en todas estas posibilidades de abordaje a dilemas éticos en investigación están centradas en que la vida humana tiene un valor infinito en el que el envejecimiento, la enfermedad y la muerte son parte natural de la vida y que el compromiso de la religión con la vida es constante. En la tradición judía no somos dueños del cuerpo, sino que este pertenece a Dios, hecho que se refleja por ejemplo en la no aceptación a cometer suicidio.

Por qué es importante la bioética judía en investigación? Las razones son múltiples, pero quizá la esencia más importante es que hay pocas respuestas fáciles a problemas complejos. No existe un libro que explícitamente nos de las soluciones, sino que los dilemas éticos se abordan alrededor de las obligaciones involucradas en la discusión de cada caso en particular.

Utilizaré a manera de ejemplo los avances en la medicina reproductiva y la ingeniería genética, tecnologías que traen consigo la promesa de mejorar la salud humana en formas inimaginables hasta hace unos años. Nos sorprendimos, por ejemplo con la descifración del conocimiento del genoma humano que rápidamente ha sido sobrepasado y que contempla en la actualidad la posibilidad de editar los genes, con particular aplicación en al tratamiento de muchas enfermedades.

Es así como se han reconocido ya alrededor de 6000 mutaciones genéticas que son responsables de mutaciones en humanos. Es por ello que utilizaré como ejemplo el caso de la terapia genética para el tratamiento de remplazo mitocondrial, que les recordaré acaba de ocurrir en nuestro país recientemente.
Hay mujeres que tienen una mutación genética en sus mitocondrias que se manifiestan en que dan a luz a niños con enfermedades cardíacas, enfermedades hepáticas, distrofias musculares, problemas respiratorios e incluso muerte. Si no se interviene en forma preventiva para tratar de corregir estas mutaciones en el DNA como les describiré en unos momentos, todos los hijos de estas mujeres con mutaciones mitocondriales resultarán afectados al nacer, hecho que hace necesario que estas mujeres en vez de tener hijos, los adopten.

Con la manipulación genética es posible en la actualidad tomar a una mujer sana que no tenga enfermedad mitocondrial, estimularla para que produzca óvulos “sanos”, extraerle sus óvulos en donación y remover el DNA nuclear sano que incluye sus mitocondrias. En una segunda fase, se obtiene el huevo de una mujer afectada por la enfermedad mitocondrial y se extrae del núcleo el material genético cromosomal que se transfiere al huevo de la donadora. El huevo así reconstruido es después utilizado ya con mitocondrias y fertilizado usando esperma del esposo de la mujer afectada e implantado en el útero de la mujer afectada, que dará a luz a un niño sano sin tener que recurrir a adopción. Si ustedes recuerdan eso ocurrió el año pasado en México: un niño que nació de dos mujeres y un varón.

Las preguntas éticas que se plantean dentro de la ley judía son: Puede donar una mujer sus huevos sanos? y la respuesta es sí, ya que al hacerlo está cumpliendo con un acto de beneficencia. Segunda pregunta: Una mujer afectada puede recibir el huevo de una donadora, la respuesta inmediata es sí, porque en el fondo lo que persigue es mejorar la salud de su hijo.

En esencia, la obligación de tratar una enfermedad o preservar la salud es el hecho fundamental y es por ello que las mujeres pueden participar en ensayos clínicos de investigación como el que acabo de describir. En todo este proceso el riesgo más importante es la estimulación ovárica que generalmente no presenta ningún efecto serio, por lo tanto se permite hacerlo.

Otra pregunta que se puede plantear es si la donadora puede tener un beneficio económico por esta donación, hay diversas opiniones como es el hecho de que esta acción no es diferente de otras que incluso pueden ser más riesgosas y peligrosas como construir puentes, construir túneles subterráneos o médicos que se especializan en enfermedades infecciosas y que reciben ganancias financieras, por lo que se les podría permitir el beneficio económico. Pero aún hay más, en la ley judía un niño nacido de una madre judía es judío, en este caso será el niño judío o no cuando el material genético de la donadora no fuese de una mujer judía? Y aquí hay un hecho fundamental que diferencia a la terapia hormonal con la secuenciación biológica de un ser humano que plantea problemas distintos.

Déjenme explicarles: para hacer la reparación del daño mitocondrial la cantidad de DNA que se modifica es muy pequeña: 37 genes de 20,000 genes del genoma humano. De esta manera el producto del huevo fertilizado mantiene la información genética del 99% de los genes de la madre, es decir no se trata de una secuenciación completa del genoma humano, es decir en otras palabras no se trata de una clonación humana sino de la reparación del daño mitocondrial.

Creo que este ejemplo nos hace reflexionar acerca del hecho de que los avances científicos sean analizados en el marco de las reglas que señala la bioética judía.

Resumo: se permiten los estudios clínicos de investigación imprescindibles para el avance de la medicina; se incorporan las nuevas técnicas de reproducción asistida y se permite la corrección de mutaciones en forma preventiva. Este ejemplo se puede extender a muchos otros en el campo de la investigación médica como son el poder donar o recibir órganos, las investigaciones en el campo de la enfermedad del Halzeimer. Sin lugar a dudas la vida tiene un valor infinito y la preservación de la vida según la ética judía debe de tomar en cuenta las tradiciones bíblicas y rabínicas. La vida es tan importante que cualquier ritual puede ser trasgredido con tal de salvar una vida.

Referencias:
1. Peter S. Harper. Human genetics in troubled times and places. Hereditas 2017, 155:7
2. Rabbi Moshe D. Tendler, Ph.D. and John D. Loike, Ph.D. Mitochondrial Replacement Therapy: Halachic Considerations for Enrolling in an Experimental Clinical Trial. Rambam Maimonides Medical Journal. July 2015;6. Issue 3.e0031
3. Gary Goldsand, Zahava R.S. Rosenberg, Michael Gordon. Bioethics for clinicians: 22. Jewish bioethics. CMAJ. Jan 23, 2001;164(2)