Enlace Judío México – Ella Broomberg, es una joven de la comunidad judía de Inglaterra, de madre mexicana. Con apenas quince años, pasó parte de sus vacaciones de verano en Quepos, Costa Rica para hacer servicio voluntario en una escuela.

Su madre es mexicana y desde muy pequeña sólo le hablaba en español. Vive en Londres. Está por entrar al onceavo grado, es muy buena estudiante y asidua lectora desde muy pequeña. Su deporte preferido es la gimnasia olímpica. En entrevista exclusiva con Enlace Judío nos cuenta su experiencia como voluntaria en Costa Rica.

Enlace Judío México: ¿A qué fuiste a Costa Rica?
Ella Groomberg: Fui como voluntaria con una organización GVI (Global Vision International)  para ayudar a la gente del pueblo Cocal.
EJ: ¿Qué es esa organización?
EB: Ellos tienen proyectos por todo el mundo. Tratan de ayudar a la gente y conservar la naturaleza de una forma en que el impacto sea para mucho tiempo.
EJ: ¿Qué fue lo que hiciste allá?
EB: Pasamos una semana llenando sacos con arena para hacer una banqueta. Cuando el nivel del agua sube mucho por la lluvia. Así cuando los niños que van a la escuela o la gente cuando va a trabajar no se mojen mucho.
EJ: ¿Cuántos sacos llenaste?
EB: Tratamos de hacer una cuenta, no nos acordamos. Un solo día llenamos más de cien sacos entre ocho personas.
EJ: ¿Qué impacto causó en ti hacer esta obra?
EB: Se siente muy bien cuando ves a los niños caminando en la banqueta que tú hiciste.
EJ: ¿Conocías a la gente con la que te fuiste?
EB: No, me fui sola y conocí a las niñas cuando llegué. Hice unas amigas muy buenas, espero verlas pronto, ellas viven en otros países. Sí fueron niñas de Inglaterra, pero las que quiero ver más viven en Canadá y Escocia.
EJ: ¿Por qué decidiste hacer este trabajo?
EB: Estaba yo viendo qué podía hacer durante el verano, estuve buscando en internet y este programa me interesó mucho.
EJ: ¿Qué te dijeron tus papás?
EB: Al principio no estaban de acuerdo, no querían que fuera al otro lado del mundo yo sola. Con el tiempo pude hacer que cambiaran de opinión.
EJ: Ahora que ya lo hiciste, ¿Qué piensas?
EB: Lo quiero volver a hacer. Me gustaría ir a otro lugar para conocer gentes diferentes lo mismo que distintos tipos de vida. También quiero volver a Quepos y Cocal para ver cómo cambió el lugar digamos en cinco años.
EJ: ¿A quién conociste de los habitantes del pueblo?
EB: Había una mujer, Eneida, que ha trabajado con GVI por muchos años, ella cocina todos los días la comida para los voluntarios. Un día fuimos a su casa para que nos enseñara a hacer la comida típica de Costa Rica. Conocimos a toda su familia que vive allá, que la ayudan como su nieta Rachel, ella vino con nosotras a la playa a jugar, tomar fotos. Nos divertimos mucho.
También conocimos al jefe del pueblo, nos llevó a hacer un tour por la jungla que hay cerca de Cocal. Nos invitó a su casa a comer y fue muy agradable con nosotras.
EJ: ¿Tuviste contacto con los niños del pueblo?
EB: Un día fuimos a la escuela, jugamos con ellos. Recorrimos la escuela. Yo junté dinero entre mis amigos y familiares, con ese dinero compré artículos escolares como: lápices, plumones y muchos más que se los entregué a los maestros. Los niños me agradecieron y abrazaron.
EJ: ¿Qué le dirías tú a niñas que no saben qué hacer en el verano?
EB: Que vayan con GVI. Pueden ir a muchas partes del mundo, como Grecia, India, México, Costa Rica; hay muchos proyectos y pueden tener un impacto muy positivo en lo que decidan hacer en el lugar.