Enlace Judío México.- Abiertamente racista, homofóbico y antisemita (pero irónicamente bautizado con nombres que recuerdan a los legendarios presidentes George Washington y Abraham Lincoln), George Lincoln Rockwell fundó el Partido Nazi de Estados Unidos ((WUFENS, por sus siglas en inglés).

Fue un ex comandante de la Marina con simpatías por Adolfo Hitler que, en 1959, intentó organizar una marcha en Nueva York para celebrar el cumpleaños del Führer, apenas 17 años después de la derrota del nazismo en Alemania.

Su partido tuvo poco éxito y, cuando fue asesinado el 25 agosto de 1967 por uno de sus seguidores, el movimiento nazi se desvaneció.

No obstante, Rockwell era un perspicaz conocedor de los medios y con su hábil retórica podía inflamar los sentimientos y llamar la atención.
Esas tácticas están siendo replicadas por los nuevos grupos de ultraderecha, nacionalistas y neonazis cuyo activismo volvió a surgir pública y violentamente en Charlottesville, Virginia, el pasado 12 de agosto.

El 25 de agosto, en Arlington, otra localidad de ese mismo estado, un pequeño grupo de nazis estadounidenses recordaron a su ídolo caído hace 50 años, según lo informó la cadena NBC.

“Autobús del odio”

George Lincoln Rockwell no era de la clase obrera blanca de EE.UU., como muchos de los actuales seguidores y adeptos de la ultraderecha.

Estudió en la prestigiosa Universidad Brown, de Rhode Island, y fue comandante de la Marina durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea.

No obstante, ya manifestaba su oposición a la integración racial y el comunismo en una revista que fundó, en 1955, inspirado en la postura anticomunista del senador Joseph McCarthy.

Poco a poco se fue radicalizando más, absorbiendo textos que negaban el Holocausto, vinculándose a grupos antisemitas y pronunciándose contra la comunidad judía y el comunismo.

También adoptó públicamente la iconografía nazi, colgando la bandera de la esvástica en un muro de su casa.

Después de su intento para celebrar el cumpleaños de Adolfo Hitler, en 1961 condujo un Volkswagen ornamentado con las palabras “autobús del odio” por los estados del sur, en respuesta al Autobús de la Libertad que trasportaba a activistas de los derechos civiles.

En 1963, Rockwell organizó una manifestación en contra de la congregación que convocó el líder negro Martin Luther King Jr. en Washington y en el que tuvo lugar el famoso discurso “Tengo un sueño”.

Mientras King reunió a más de 200.000 personas ese histórico día, el Partido Nazi contó con menos de 90 seguidores, entre los que se encontraban algunos agentes de inteligencia infiltrados, según el libro “Führer Estadounidense” de Frederick Simonelli.

Instinto mediático

En realidad, el movimiento iniciado por Rockwell no tuvo mucho más apoyo que ese. No obstante, tenía un instinto para la maestría escénica y el espectáculo y ese sería el legado más importante para los nuevos grupos neonazis y ultraderechistas.

El fundador del Partido Nazi de EE.UU. era alto, de cara intensa y telegénica.

Fumaba una pipa de mazorca -en imitación al legendario general Douglas McArthur- y asumía así poses dramáticas, a la vez que lanzaba consignas indignantes para llamar la atención de la prensa.

Sus estrategias para manipular los medios, como dar discursos en universidades, promover enfrentamientos con grupos opositores y generar debates sobre la libertad de expresión y conservación del legado histórico están siendo replicadas hoy en día.

Entre los que fueron inspirados por él está David Duke, otrora del Ku Klux Klan y ahora supremacista blanco, que estuvo presente durante los hechos violentos en Charlottesville.

Paralelos

En 1960, Rockwell acaparó los titulares al apoyar la candidatura del republicano Richard Nixon. En 2016, David Duke, hizo prácticamente lo mismo al simpatizar con la campaña del ahora presidente Donald Trump.

Sin embargo, mientras Nixon explícitamente repudió a Rockwell tildándolo de “diabólico”, Trump fue más lento a la hora de distanciarse del supremacista blanco y denunciar las acciones de la ultraderecha en Charlottesville.

Aunque no hay una línea directa entre el Partido Nazi que fundó Rockwell y los nuevos grupos neonazis que levantaron cabeza en Charlottesville, algunos de sus dirigentes sí encuentran inspiración en él.

Matthew Heimbach, un joven de 26 años, líder del grupo neonazi Partido Tradicionalista Obrero que marchó en Charlottesville, declaró en una entrevista en mayo que sus discursos lo habían inspirado, según el diario británico The Guardian.

“Fue uno de los oradores más dotados del siglo 20”, dijo, tal como lo cita el medio. “Realmente queremos alzar el estandarte de lo que murió haciendo, un verdadero político Nacional Socialista”.

No mucha de esa retórica de George Lincoln Rockwell es recordada y sus aspiraciones fueron poco más que delirantes.

A pesar de eso, fue un maestro del arte de convertir su virulencia racista y antisemita en un espectáculo ante el que los medios no se pudieron resistir y un ejemplo para las nuevas corrientes ultranacionalistas en un mundo de comunicaciones masivas instantáneas.

 

 

 

Fuente:bbc.com