Enlace Judío México – Rosh Hashaná es el día en que somos juzgados y se decide la suerte que tendremos el siguiente año. Lo sabemos por los versos de la Torá (Deuteronomio 11:12) donde se nos dice que los “ojos” de D-os están en la Tierra de Israel “desde el inicio del año hasta el final del año.” Si la Torá hubiera querido decir que los “ojos” de D-os están siempre en la tierra pudo haberlo dicho de una forma más sencilla. ¿Qué te parece que hubiera dicho “sus ojos están siempre sobre la tierra”? ¿no hubiera sido más claro? Los Sabios nos dicen que el pasaje fue formulado de esa forma para enseñarnos que el juicio que nos afecta durante todo el año sucede en el primer día de éste, en Rosh Hashaná. Los “ojos” de D-os representa la Providencia Divina y su involucramiento con todos los aspectos de su Creación al igual que su característica de juicio.

Una parábola puede explicar mejor como es que somos juzgados para todo el año que viene: Una persona explica a su banquero que necesita 25,000 dólares para empezar un negocio. Después de una larga plática el banquero ve su record financiero. Resulta ser que esa persona en el pasado recibió dos préstamos más pequeños y en ambas ocasiones fue incapaz de pagarlas a tiempo y sólo lo hizo tras varias advertencias. El banquero de forma muy educada rechaza su petición.

El juicio no sucede en el vacío. Nuestra salud actual es el resultado de nuestros hábitos alimenticios y corporales previos. Nuestras finanzas actuales dependen de los gastos pasados y el poder adquisitivo. En otras palabras, el presente y el futuro nacen del pasado. En Rosh Hashaná, los libros son abiertos y nuestros pensamientos, palabras y acciones del año pasado determinan el juicio del año nuevo. Pero como decimos una y otra vez en los rezos de Rosh Hashaná, la plegaria, el arrepentimiento y la caridad pueden cambiar el juicio.

Fuente: Ask Moses
Traducción: Séfora