Enlace Judío México.- Aviones de guerra israelíes atacaron ayer por la mañana una presunta planta de armas químicas en el noroeste de Siria. Observadores locales dijeron que los ataques aéreos también tomaron como blanco un sitio militar adyacente donde previamente había sido marcado personal iraní y de Hezbola.

DAVID ADESNIK

El ataque llega pisando los talones de un nuevo informe, publicado por la Comisión de Investigación sobre Siria de la ONU, el cual presentó evidencia formidable que la fuerza aérea del régimen de Assad perpetró un ataque con armas químicas que se cobró al menos 83 vidas el 4 de abril en el pueblo de Khan Shaykhun.

Un informe inicial de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW) anunció su conclusión “incontrovertible” que las víctimas habían estado expuestas a gas sarín; sin embargo, la OPCW no evaluó quien fue responsable por el ataque. El nuevo informe de la comisión de ONU es inequívoco, describiendo el ataque en una narración detallada basada en entrevistas con docenas de testigos oculares tanto como “imágenes satelitales, fotos de restos de bomba”, y pruebas relacionadas.

El régimen de Assad tiene un largo historial de usar armas químicas contra su propia población, incluidos 20 ataques documentados por la comisión de ONU durante los últimos cuatro años. Y los ataques continúan. Según el informe de la ONU, “en la primer semana de julio, fuerzas del gobierno usaron cloro contra combatientes [rebeldes] en Damasco en tres ocasiones.” El uso de cloro como arma es un crimen de guerra y una violación de la Convención de Armas Químicas, aunque la posesión de cloro está permitida debido a sus usos industriales. Mucho menos tóxico que el sarín, el uso de cloro tiende a plantear menos preocupación.

No obstante, el almacenamiento y uso de armas químicas por parte del régimen de Assad representa una violación deliberada del acuerdo del 2013 para eliminar su arsenal en el verano del 2014. El Secretario de Estado John Kerry describió el acuerdo como un éxito, diciendo “alcanzamos un acuerdo que sacó el 100% de las armas químicas.” Kerry incluso elogió a Rusia por su rol en negociar e implementar el acuerdo. En su discurso del Estado de la Unión, el Presidente Barack Obama explicó que “la diplomacia estadounidense, respaldada por la amenaza de fuerza, es el motivo por el que están siendo eliminadas las armas químicas de Siria.”

Cierto, la perspectiva de intervención de EEUU puede haber llevado a Rusia y Siria a la mesa de negociación en el 2013. Pero Vladimir Putin y Bashar al-Assad entendieron que estaban sólo negociando un acuerdo engañoso diseñado para aplacar la falta de voluntad de Barack Obama de ejecutar su propia “línea roja.” Como resultado, Siria aun tiene armas químicas, las cuales Irán podría ordenar a Assad, u otro cliente tal como Hezbola, que las utilice.

La amenaza continua presentada por las armas químicas en manos del eje iraní demuestra la locura de depender de acuerdos no verificables y no aplicables con estados delincuentes como un medio para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos. Sólo la vigilancia constante, combinada con amenazas creíbles de aplicar tanto la fuerza como sanciones, puede asegurar la viabilidad de acuerdos con estados que tiene largos historiales de engaño e incumplimiento. Los líderes estadounidenses deben tener en cuenta esta lección cuando consideran como abordar los defectos de acuerdos previos no sólo con Siria, sino con Irán, Rusia y Corea del Norte también.

Informe Político de la Fundación para la Defensa de las Democracias- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.