Enlace Judío México / Enrique de Jesús Anaya González, Abogado Cristiano y Director de Relaciones Públicas del Patronato Amigos de Israel.

  ¡¡¡BIENVENIDO “BIBI” A MÉXICO!!!

Los Cristianos de México de corazón sincero le damos la más cordial bienvenida a nuestro país. No es que seamos “confianzudos” al llamarle “Bibi” a usted siendo Primer Ministro de la amada nación de Israel, sino que nos sentimos sus “cuates”, ya que en diversas ocasiones usted ha señalado que los cristianos evangélicos son los mejores amigos de Israel en todo el mundo. El amor que los cristianos sentimos por Israel se palpa en todas las naciones y nace de nuestra gratitud por ser “El Pueblo del Libro” y por venir de ustedes lo más Precioso que tenemos, que es a Jesús, quien dijo que la salvación viene de los judíos (Juan 4:22, R.V.1960).

De la Biblia hemos aprendido la ley, la justicia, la historia, la geografía de la descendencia de Abraham. Hemos visto la fidelidad de El Eterno hacia los Patriarcas y a las 12 Tribus de Israel. Hemos visto cómo es impresionante la protección divina contra sus numerosos enemigos y también como las promesas proféticas se están cumpliendo. Por ejemplo, la Aliyá.

Hace 120 años fue el Primer Congreso Sionista en Suiza, ya que nació en el corazón de Theodor Herzl lo que estaba en el corazón del Altísimo y fue profetizado por Isaías cuando dijo: “No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: da acá; y al sur: no detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra”, (Isaías 43:5-6) y dio la pauta para el Nacimiento del Estado de Israel en 1948 con su Gran Estratega David Ben Gurión, cumpliéndose así lo que dijo el mismo Profeta: ¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos. (Isaías 66:8). Por ello, los cristianos de todo el mundo oramos y manifestamos nuestro respeto y amor al Pueblo que Usted representa, Don Netanyahu.

Es hermoso el paisaje multicolor, multicultural y multinacional de miles de cristianos invitados por la “International Christian Embassy Jerusalem” (ICEJ) que van a Yerushalayim a la Fiesta de Sucot para decir: ¡¡¡Amamos y apoyamos a Israel¡¡¡ Aquí en México por medio de dicha Embajada, del Patronato Amigos de Israel y del Embajador de Israel, nuestro Excelente Amigo David Dadonn logramos realizar en 2006 la Primera Conmemoración de las Víctimas de la Shoah (incorrecto decir “Holocausto” ya que dicho genocidio no es lo que señala el Libro de Levítico).

Recuerdo que siendo la ICEJ una organización poco conocida en México las autoridades del Museo Nacional de Antropología e Historia no querían en un principio proporcionarnos el Auditorio “Jaime Torres Bodet”, pero como siempre gracias a El Eterno se pudo realizar dicha actividad con la presencia de la Gran Mujer y Pintora Miriam Stillman, sobreviviente de la Shoah.

No obstante, Señor Primer Ministro, la Comunidad Cristiana ha tenido que reconocer también nuestras fallas históricas cuando precisamente hubo silencio y complicidad en el Genocidio Nazi. La Alemania Protestante fue gestora de una de las barbaries más cruentas en la historia de la humanidad y muchos cristianos callaron. Perdón una vez más por ello.

 Los Cristianos Evangélicos hemos entendido lo que dijo EL REY DE ISRAEL a su amigo Abraham en el Libro de Génesis 12:3: “Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré”. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra”.

Precisamente por lo anterior Señor Primer Ministro le pido que cuando pise tierra mexicana usted la bendiga y perdone nuestras votaciones adversas a Israel en diversos foros internacionales como en las recientes resoluciones insólitas de la Unesco. Como amigo de su nación pido que El Poderoso de Israel  le guarde a Usted, a su familia y a su Pueblo de todos sus enemigos tanto de los declarados, como los que se encubren aprovechándose de la benevolencia de la democracia israelí (Números 22-25).

Baruj Habá, Primer Ministro Benjamín Netanyahu.