Enlace Judío México – La figura del ‘guardián’ varón es esencial para que las mujeres saudíes puedan llevar a cabo muchas actividades que de otro modo tienen prohibido realizar.

El día de ayer, el Rey Salman autorizó de manera sorpresiva que Arabia Saudita permitirá por fin a una mujer conducir vehículos a partir de 2018.

Si bien esto se añade a las recientes libertades que ya poseen las ciudadanas saudíes, como el derecho a votar y ser votada obtenido en 2015 o la posibilidad de acceder a eventos en estadios aprobada la semana pasada, aún permanecen muchas restricciones gubernamentales basadas en la sharia islámica de interpretación wahabi muy propia de la dinastía Saud y su gobierno desde la fundación del país.

En primer lugar, generalmente desde la adolescencia, las mujeres deben obligatoriamente de portar siempre una abaya, el vestido que cubre de la cabeza a los pies, en cualquier lugar público que pise fuera de su hogar.

Cualquier mujer saudí, sin el permiso de un hombre que funciona como guardián o wali en árabe, no pueden realizar muchas actividades como trabajar en un empleo, abrir una cuenta de banco o realizarse una cirugía estética o de carácter sexual.

Los guardianes pueden ser tanto el propio marido, y si este ya no está, el más cercano pariente del sexo masculino, inclusive alguno de sus hijos.

Para poder casarse necesitan la autorización de un guardián; y en caso de un divorcio, jamás pueden mantener la custodia de los hijos.

Realizar los trámites para una identificación oficial nacional, obtener un pasaporte o para viajar fuera del país es imposible sin la autorización de un guardián.

En los restaurantes o tiendas comerciales, se ven forzadas a comer o comprar en las secciones específicamente designadas para “familias”, y no pueden estar en la sección libre para hombres.

Mantener las riendas de un negocio es imposible para una mujer sin el permiso de dos hombres que den testimonio de que pueda llevar a cabo esa acción.

De acuerdo al Índice de Brecha de Género del Foro Económico Mundial del año 2016, el Reino de Arabia Saudita es uno de los países con más desigualdad entre hombres y mujeres, apenas por encima de Yemen y Siria, ambos países devastados por una guerra.

Fuente: CNN / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico