Enlace Judío México – El equipo israelí desarrollará nanopartículas capaces de rastrear los efectos de las terapias celulares para una serie de enfermedades, incluyendo el cáncer y el autismo.

IDO EFRATI

El proyecto nTRACK, que forma parte de Horizonte 2020, el Programa de Investigación e Innovación de la Unión Europea, se lanzará el 16 de octubre.

El grupo de investigación es dirigido por la profesora Rajela Popovtzer de la Universidad Bar-Ilan, quien durante la última década se ha dedicado a desarrollar nanopartículas para uso médico.

La terapia celular consiste en inyectar células madre o células modificadas del sistema inmunológico en pacientes para curar tejidos o tratar enfermedades. Algunos de estos tratamientos ya se han aplicado, pero muchos todavía están en etapas experimentales.

El objetivo del proyecto es desarrollar una nanopartícula de rastreo que estará disponible para pruebas clínicas en seres humanos dentro de cuatro años. La nanopartícula hará un seguimiento de las células inyectadas para ver a dónde se dirigen y qué efectos producen en el cuerpo, lo que permitirá a los investigadores determinar el éxito de la terapia.

“El objetivo es desarrollar un método clínico que nos permita rastrear las células y que se adapte a cualquier tecnología que pueda ser detectada mediante la resonancia magnética (IRM) o la tomografía computarizada (TC)”, explica Popovtzer.

Actualmente existen terapias celulares experimentales para una amplia variedad de enfermedades, incluyendo el cáncer, el autismo y enfermedades oculares, dijo. “El principal problema es que hasta ahora, estas terapias no ayudan a todos los pacientes de la misma manera y su porcentaje de éxito varía. Aún no está claro por qué esto funciona en algunos pacientes y en otros no”.

“La gente espera meses para ver cómo reacciona el cuerpo. En terapias contra el cáncer, el efecto se manifiesta en un mínimo de dos meses; en el caso de terapias con células madre en otras enfermedades, la espera es aún más prolongada”.

Pero un rastreo de nanopartículas podría teóricamente proporcionar resultados más rápidamente, y ayudar a explicar las variaciones de su eficacia.

En los últimos años, Popovtzer ha creado e inyectado millones de nanopartículas en células células T, células cancerígenas y células madre,sin dañar su funcionamiento. También ha logrado rastrear nanopartículas en ratones mediante la resonancia magnética y la tomografía computarizada .

Además de monitorear los efectos de las terapias experimentales existentes, Popovtzer espera que el rastreo de nanopartículas ayude a los investigadores a desarrollar un modelo de cómo una célula inyectada se traslada por el cuerpo y qué hace ahí.

“Eso nos ayudaría a predecir o saber en una etapa muy temprana cuál es el potencial de éxito de la terapia para cada paciente,” señaló. “También podríamos analizar si el tratamiento falla, por qué, y si se puede modificar”.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico