Enlace Judío México.-La saturación de cintas rosas, sudaderas, camisetas y otros productos de octubre puede parecer abrumadora. Si estás buscando una forma de luchar contra el cáncer de mama más allá de cambiar tu foto de perfil al rosa, considera identificar tus factores de riesgo. Las mujeres tienen un riesgo de 1 a 8 de desarrollar cáncer de mama en su vida, pero el riesgo individual varía y depende de factores como la edad, la raza, la etnia y los antecedentes familiares. Una charla con el médico es un buen lugar para comenzar, especialmente si tienes antecedentes familiares de cáncer y sospechas que podrías ser candidata para un examen genético.

El Centro Médico Cedars Sinai Los Ángeles recomienda las herramientas en línea para calcular el riesgo, como la herramienta desarrollada por científicos del National Cancer Institute. Toda mujer tiene un riesgo de desarrollar cáncer de mama, algunos factores de riesgo, como los antecedentes familiares, no pueden controlarse, sin embargo se pueden tomar medidas para de prevención:

· Mantener un peso saludable. Incluso caminar enérgicamente durante 10 a 20 minutos al día puede hacer la diferencia.
· No fumes
· Limita la terapia de reemplazo hormonal.
· Limita el consumo de alcohol.

Mantente al día con las revisiones si cumpliste 40 años, es momento de hablar con tu médico acerca de las mamografías. Las pruebas de detección han personalizado, pero muchos médicos todavía piensan que las mamografías son importantes para las mujeres de alrededor de los 40 años. Las mujeres de 50 a 74 años se sugiere se hagan una mamografía cada dos años.

Factores de riesgo para el cáncer de seno:

Consumo de bebidas alcohólicas

El consumo de bebidas alcohólicas está claramente relacionado con un aumento en el riesgo de padecer cáncer de seno. El riesgo aumenta con la cantidad de alcohol consumido. En comparación con las mujeres que no ingieren alcohol, las que consumen una bebida alcohólica diaria tienen un aumento muy ligero en el riesgo. Aquellas mujeres que toman de dos a tres bebidas al día tienen alrededor de 20% más riesgo comparado con las mujeres que no toman alcohol. Se sabe que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas también aumenta el riesgo de padecer otros tipos de cáncer.

Sobrepeso u obesidad

El sobrepeso o la obesidad después de la menopausia aumentan el riesgo de cáncer de seno. Antes de la menopausia, sus ovarios producen la mayor cantidad de estrógeno, y el tejido adiposo produce solamente una pequeña cantidad. Por otro lado, después de la menopausia (cuando los ovarios dejan de producir estrógeno), la mayor parte del estrógeno de una mujer proviene del tejido adiposo. Un exceso de tejido adiposo después de la menopausia puede elevar los niveles de estrógeno y aumenta su probabilidad de padecer cáncer de seno. Además, las mujeres que tienen sobrepeso tienden a presentar niveles de insulina en la sangre más elevados. Los niveles de insulina más elevados están relacionados con algunos tipos de cánceres, incluyendo el cáncer de seno.

Sin embargo, la relación entre el peso y el riesgo de cáncer de seno es compleja. Por ejemplo, el riesgo parece ser mayor en las mujeres que aumentan de peso en su vida adulta, pero es posible que no aumente en aquellas mujeres que han tenido exceso de peso desde la infancia. Además, el exceso de grasa en el área de la cintura afecta el riesgo más que la misma cantidad de grasa en las caderas y en los muslos. Los investigadores creen que las células grasas de varias partes del cuerpo tienen diferencias sutiles que pueden explicar esta observación.

Ejercicio

La evidencia que vincula la actividad física con la reducción en el riesgo de cáncer de seno, especialmente en las mujeres que han pasado por la menopausia, está aumentando. La pregunta principal es determinar cuánta actividad es necesaria. Algunos estudios han encontrado que incluso solo un par de horas a la semana podría ser beneficioso, aunque más actividad parece ser mejor.

No está claro cómo exactamente la actividad física podría reducir el riesgo de cáncer de seno, pero puede deberse a sus efectos sobre el peso corporal, la inflamación, las hormonas y el balance energético.

Mujeres que no han tenido hijos

Las mujeres que no han tenido hijos o aquellas que tuvieron su primer hijo después de los 30 años tienen en general un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Los embarazos múltiples y quedar embarazada a una edad temprana reducen el riesgo del cáncer de seno. Aun así, el efecto del embarazo parece ser diferente para los distintos tipos de cáncer de seno. Para cierto tipo de cáncer de seno conocido como triple negativo, el embarazo parece aumentar el riesgo.

No dar de lactar a sus bebés

Algunos estudios sugieren que la lactancia podría disminuir ligeramente el riesgo de cáncer de seno, especialmente si se prolonga por 1½ a 2 años. Pero esto ha sido algo muy difícil de estudiar, especialmente en lugares como los Estados Unidos, donde la lactancia por un periodo tan prolongado como éste no es común.

Terapia hormonal después de la menopausia

Control de la natalidad

Algunos métodos de control de la natalidad utilizan hormonas, lo que podría aumentar el riesgo de cáncer de seno.

 

 

Fuente:el news semanal