La Flauta Mágica

Enlace Judío México.- El pasado 14 de octubre asistimos al Centro Cultural Universitario para ver la transmisión en vivo, vía satélite, desde el Museo Metropolitano de Arte (Met por sus siglas en inglés), situado en el distrito de Manhattan en la ciudad de Nueva York, de la obra La Flauta Mágica de Mozart (Austria 1756-1791) que forma parte de la temporada de conciertos 2017-2018.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Nos enteramos que la Universidad tenía planeado cancelar este año las transmisiones y dar impulso a otra actividad que se lleva a cabo en los recintos del Centro Cultural orientada a la juventud. Hilda, una persona de la tercera edad, amiga de mi esposa, juntó 450 firmas para pedir a las autoridades universitarias de la cultura que no se suspendieran las transmisiones, afortunadamente accedieron a continuarlas. El problema en México, es que siempre hay que estar presionando a las autoridades para muchas cosas; aunque la Universidad es Autónoma, en buena medida depende del presupuesto Federal. Los teatros del Centro Cultural se renovaron hace pocos años y están en condiciones óptimas para todo tipo de eventos artísticos o culturales. Por lo demás, en nuestro caso personal están a 10 minutos de distancia de nuestra casa.

Las óperas del Met son interpretadas por cantantes, bailarines y orquestas de primer nivel internacional. Me imagino que el costo para montarlas es cuantioso; afortunadamente existe el patrocinio de una fundación y de múltiples donantes. Es difícil que en México se puedan obtener recursos para este tipo de eventos, sobre todo porque el público que gusta de la ópera es en extremo reducido, qué bueno que la tecnología existente nos permite escuchar y ver desde el Met estos eventos operísticos, como si estuviéramos enfrente de sus escenarios y a un precio muy bajo.

En el programa que se repartió en el Centro Cultural se consigna “la mágica y espectacular producción de La Flauta Mágica combina magistralmente su espíritu de comedia realista, su fantasía y su noble misticismo esotérico”. Julie Taymor fue la creadora de la versión familiar en inglés de esta obra, con la que el Met inauguró las transmisiones de Live in HD ganadora del Tony Award por su creación y dirección para Broadway de la triunfal El Rey León, Taymor dirigió en el cine las películas Titus y Frida y ahora hace la puesta en escena de la obra total de Mozart, en su versión original alemana. La dirección musical es de James Levine, ahora Director Emeritus del Met. Bajo la batuta de Levine la interpretación musical de La flauta fue excelsa. ¿Cuándo tendremos en México sinfónicas de ese nivel? Tenores de altura internacional los tenemos y son varios.

La Flauta Mágica, obra maestra de la ópera alemana, es entre otras cosas una buena aproximación al arcano mundo de la masonería. La idea de la ópera le fue sugerida a Mozart por Emmanuel Schikaneder, actor, autor y empresario teatral, de quien se decía que era el mejor intérprete de Shakespeare en su tiempo, y por Carl Ludwig Glesecke, un miembro de su compañía. Tanto Schikaneder como Glesecke eran masones, y el mismo Mozart se había afiliado a una logia masónica en 1784. La materia primordial del libreto de La Flauta Mágica (escrito por Schikaneder) está en la novela Sethos del abate Jean Terrason, que trata de los ritos iniciáticos del antiguo Egipto. Entre otras ideas, la novela ofrece la imagen del sol como fuente de sabiduría, y la imagen de profundas cavernas como símbolo del lado oscuro de la vida.

Si bien es tradición que la masonería es un microcosmos muy hermético, se sabe lo suficiente sobre ella como para detectar en La Flauta Mágica una serie de símbolos claramente masónicos. El primero de ellos está en el inicio mismo de la obertura de la ópera: los acordes triples con que arranca la música aluden directamente al número tres como elemento de importancia capital en esta obra. Tres damas y tres niños aparecen en la ópera y, en su versión original, tres esclavos y tres sacerdotes. Tres templos son también importantes en el desarrollo de la trama, y la tonalidad fundamental de la ópera es la de mi bemol mayor, es decir, la tonalidad cuya armadura lleva tres bemoles, una tonalidad frecuentemente asociada con obras musicales de inspiración masónica. Otros símbolos masónicos que pueden detectar son: la serpiente de la primera escena, el candado que sirve para clausurar la boca de Papageno, el retrato de Pamina, las campanitas mágicas, y la flauta que da nombre a esta obra.

A pesar de que La Flauta Mágica es una ópera luminosa y brillante, su creación ocurrió en circunstancias difíciles y ominosas. Por una parte, el ambiente político y social austriaco estaba envuelto en dudas y premoniciones que reflejaban una angustia generalizada por los acontecimientos ocurridos en el exterior, particularmente en la Francia revolucionaria.

La Flauta Mágica se estrenó en Viena el 30 de septiembre de 1791, bajo la dirección de Mozart.

Patrimonio cultural de México amenazado por los pasados sismos.

El Fondo Mundial para los Monumentos (WMF) por sus siglas en inglés, anunció el pasado 11 de octubre, la inclusión de México en su lista 2018 de patrimonios culturales amenazados por los daños provocados por los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado. La lista de este Fondo Civil, con sede en Nueva York, se publica cada dos años y está integrada por sitios “agotados por conflictos humanos, desastres naturales, cambio climático o urbanización extrema”.

Lisa Ackerman Vicepresidenta Ejecutiva de WMF, señaló que ya se dio inicio a la identificación del patrimonio nacional que fue afectado por los sismos y que México podría acceder a fondos para su reconstrucción, el monto que se asignará a cada proyecto se difundirá en dos años, luego que el WMF y gobiernos locales recauden fondos públicos, privados y de otros organismos sin fines de lucro. Ackerman consignó que el WMF colabora con autoridades nacionales como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, para determinar los puntos específicos a dónde dirigir la ayuda; el INAH estima que 1,500 inmuebles con valor cultural fueron afectados por los terremotos y casi mil iglesias.

El gobierno de México debe actuar con rapidez para rehabilitar los sitios culturales afectados, algunos de ellos amenazan deteriorarse más o de plano, derrumbarse. En este ámbito destacan los daños que sufrió la Catedral Metropolitana de México, sede de la Arquidiócesis Primada de México que es considerada Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Las obras para su construcción comenzaron en 1573 y concluyeron en el interior en 1667, y en el exterior hasta 1813. En el informe técnico de 40 peritos que realizaron un diagnóstico detallado de los caños causados por el sismo del 19 de septiembre pasado a la Catedral, se hace mención que se decidió acordonar el atrio sur, por razones de seguridad, para que los fieles tuvieran acceso por la puerta lateral, con lo que se evita que la gente este próxima al Altar del Perdón, las torres de la Catedral y la fachada principal.

El informe hace referencia al “apuntalamiento de la torre poniente, daños en las claves de los arcos y de su estructura en general, que hacen necesario la delimitación del tránsito de las personas en el atrio”. Durante el sismo, la monumental escultura pétrea titulada “La Esperanza” y cuyo autor fue el prestigiado arquitecto Manuel Tolsa, (1757-1816), se desplomó dañando el piso del atrio. La escultura se fragmentó, empero, existe la posibilidad de reproducirla con un molde. Como medida precautoria las dos esculturas de este conjunto artístico, “La Fe” y “La Caridad” serán removidas con grúas debido a que no se encuentran ancladas al edificio.

Asimismo, la torre oriente tenía como terminación una esfera de casi tres metros de diámetro, sobre la cual estaba enclavada una cruz que penetraba unos 70 cms. Con la oscilación del mismo, esta se fracturó en la base y un fragmento cayó sobre una bóveda en El Sagrario, templo adjunto a la Catedral, lo que provocó un agujero. También hubo daños en una obra de arte historia conocida como la escultura el Cristo de la Columna.

Afortunadamente la Catedral cuenta con un seguro para financiar la reparación de los daños, los cuales fueron resultado de fenómenos de la naturaleza. Sin embargo, se considera que la Catedral permanentemente recibe daños de la realización de festivales, conciertos, mítines políticos, pistas de hielo y, un sinfín de eventos en la explanada del zócalo que la han convertido en “Circo Romano”, por cierto en la reciente remodelación de la explanada se cambió su piso de piedra de recinto (piedra volcánica de gran resistencia y porosidad) por una plancha de cemento “un verdadero crimen” a la armonía urbanística de esa emblemática plaza.