Enlace Judío México.- En el viaje que marca los 100 años de una de las últimas grandes batallas de caballería en la historia, descendientes de los soldados de la Commonwealth de la Primera Guerra Mundial intentan arrojar luz sobre la discriminación del ejército en casa.

MELANIE LIDMAN

Hace cien años, el sonido de cascos y gritos de guerra se extendió por el norte de Israel cuando soldados de Australia y Nueva Zelanda, montados a caballo, lucharon contra los soldados alemanes en una de las últimas grandes batallas de caballería de la historia.

Descendientes de los soldados australianos que lucharon en Palestina durante la Primera Guerra Mundial volvieron al sitio el lunes como parte del Centenario de la Batalla de Beersheba, donde los cascos resonaron de nuevo en los senderos de piedra durante una procesión sombría.

La Batalla de Tzemaj es una batalla largamente olvidada pero significativa que vino en las últimas semanas de la Primera Guerra Mundial. Se considera una de las últimas batallas de caballería en la historia, ya que pocas unidades de caballería todavía estaban en uso cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Tzemaj es mucho menos conocida que la otra gran batalla de ANZAC, en Beersheba, en el sur de Israel. Beersheba estaba mucho más documentada en los diarios de guerra y fue el tema de una película de 1941 llamada “40.000 jinetes“.

Muchos soldados aborígenes se unieron a las unidades de caballería de ANZAC, conmemoradas aquí durante la ceremonia del 23 de octubre de 2017 en la antigua estación de tren de Tzemach, aunque se vieron forzadas a mentir sobre sus orígenes ya que el ejército no permitía que los aborígenes se alistasen. (Michael Huri / KKL-JNF Photo Archive)

El Fondo Nacional Judío / Keren Kayemet L’Yisrael y JNF Australia guían a 100 personas, entre ellos descendientes, investigadores y políticos, a través de los 10 días de conmemoración de las campañas de ANZAC en Israel. El Cuerpo Armado de Australia y Nueva Zelanda apoyó a los británicos durante sus batallas contra el Imperio Otomano y las fuerzas alemanas durante la Primera Guerra Mundial.

Doce de los participantes en el viaje son parte de Rona Tranby Trust, una organización de historia oral en Australia. Se dedican a preservar las historias de los soldados aborígenes de ANZAC, muchos de los cuales no recibieron los mismos derechos y reconocimiento que los australianos europeos.

Doris Paton, de Queensland, recordó las historias de su familia sobre las escapadas de su bisabuelo durante cuatro años en Palestina desde 1915 hasta 1919.

Como hombre aborigen, era muy bueno con los caballos“, dijo de su bisabuelo David Mullet, que estaba en la 1° Unidad de Redmont. “Vino porque pensó, como otros hombres australianos, que le darían tierra cuando regresara. Eso no sucedió“.

Paton dijo que la familia de su bisabuelo fue forzada a vivir en una “estación misionera”, similar a las reservas indias en los Estados Unidos.

Descendientes de los soldados de ANZAC se abrazan después de plantar un árbol en memoria de sus antepasados junto a la estación de tren Tzemach en el norte de Israel el 23 de octubre de 2017. (Michael Huri / KKL-JNF Photo Archive)

No se les permitía abandonar las misiones, por lo que decidió que una forma de salir de la misión y hacer algo emocionante, y también para escapar de la opresión bajo la que vivían, era alistarse“, dijo Paton. “En el extranjero, fueron tratados de la misma manera y eran iguales [como los europeo-australianos]. Pero cuando regresaron no tuvieron los mismos derechos que los otros hombres australianos que vinieron a la guerra“.

Paton, que está escribiendo un libro sobre su bisabuelo, dijo que quería ir a Israel para investigar y crear conciencia sobre el sacrificio de los soldados aborígenes, incluida la discriminación que continuaron enfrentando a su regreso.

Esta historia de la contribución de los soldados aborígenes en la Primera Guerra Mundial no es tan conocida, por lo que es una oportunidad compartir esta historia con Australia“, dijo.

Peta Flynn tiene un tío abuelo que peleó en la Batalla de Beersheba. Señaló que Australia se ha centrado típicamente en batallas más grandes del Imperio Otomano durante los monumentos conmemorativos, como Galicia o Gallipolli. “Pero con el aniversario del centenario, se está descubriendo mucho más sobre otras batallas que sucedieron“, dijo.

Con eso va un mayor aprecio por los soldados aborígenes o indígenas.

Muchos soldados indígenas dijeron que eran europeos para poder alistarse, por lo que se perdió la historia de cuántos soldados indígenas estuvieron aquí“, dijo Flynn, cuyo tío abuelo Charles Fitzroy Stanford formó parte del 12° Regimiento del Caballo Ligero australiano.

Captura de pantalla de video.

Los historiadores estiman que hasta 1.000 de los aproximadamente 4.500 soldados australianos que lucharon en Palestina en la Primera Guerra Mundial eran aborígenes, aunque es difícil rastrearlos. Al comienzo de la guerra, a los aborígenes se les prohibió alistarse, por lo que muchos mintieron sobre sus orígenes. Las unidades de caballería eran especialmente populares para los soldados aborígenes ya que muchos tenían experiencia manejando caballos en casa.

También se conmemora el centésimo aniversario de un paseo en bicicleta de 100 kilómetros “Ride Like an ANZAC”. El recorrido de recaudación de fondos trazará la ruta que tomaron los soldados de ANZAC para conquistar la ciudad de Beersheba del Imperio Otomano y abrir el camino a Jerusalem para las brigadas del Ejército británico del General Allenby.

La recreación principal tendrá lugar el 31 de octubre en Beersheba con el primer ministro Benjamin Netanyahu y el primer ministro australiano Malcom Turnbull. También estaba previsto que asistiera el ex primer ministro de Nueva Zelanda, Bill English, antes de que Jacinda Arden se convirtiera en la nueva primera ministra el viernes.

La recreación en Tzemach conmemoró una batalla decisiva, aunque menos conocida.

La estación de tren Tzemach fue construida originalmente en 1905 como parte de la rama mediterránea del ferrocarril Hejaz desde Damasco a La Meca, y estaba destinada a llevar peregrinos palestinos a La Meca. También era el edificio más fuerte de la zona, y una opción natural para que los soldados alemanes y otomanos la ocuparan.

Descendientes de los soldados de ANZAC se abrazan después de plantar un árbol en memoria de sus antepasados junto a la estación de tren Tzemaj en el norte de Israel el 23 de octubre de 2017. (Michael Huri / KKL-JNF Photo Archive)

En la madrugada del 25 de septiembre de 1918, los miembros del 11° Regimiento de la 4° Brigada de Caballería Ligera cargaron contra la estación de tren desde dos direcciones: el este y el oeste. Galoparon hacia las ametralladoras alemanas con sus espadas desenvainadas, esquivando granadas de mano y artillería para entablar un feroz combate mano a mano.

El historiador de guerra australiano H.S. Gullett escribió sobre la batalla de Tzemaj:

La guarnición, superando en número a los australianos por dos a uno, y compuesta en gran parte por alemanes, tenía, además de su posición extraordinaria y sus ametralladoras, un amplio almacén de granadas de mano. Lucharon con audacia y tesón excepcionales, su valentía estimulada por la abundancia de ron. Pero los australianos no serían negados“.

Durante la batalla, murieron catorce de los soldados australianos y 98 alemanes. Alrededor de un cuarto de los casi 700 soldados que participaron en la batalla resultaron heridos.

Los feroces combates durante la Guerra de la Independencia de 1948 destruyeron el edificio, y la estación de tren de Tzemaj fue abandonada durante décadas antes de abrir como archivo y centro de estudios para Kinneret College en 2012.

JNF / KKL mantiene un “ANZAC Trail” que marca batallas importantes durante la Primera Guerra Mundial. La delegación seguirá el camino en los próximos 10 días, que culminará en la recreación de la Batalla de Beersheba el 31 de octubre.

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico