Enlace Judío México-¿Por qué organizar un recorrido guiado del cementerio ashkenazí en un 1 de noviembre, el mismo Día de los Muertos, siendo que los judíos no celebran esta fecha? Mónica Unikel, directora de la Sinagoga Histórica Justo Sierra, explicó que la iniciativa vino de la Secretaría de Cultura, la cual convocó a los Museos de México para que realicen, durante cinco días, actividades relacionadas con esta fecha emblemática en México.

Es así como, de la mano de Mónica Unikel y Alejandro Rubinstein, historiador y experto en apellidos, pudimos recorrer el cementerio ashkenazí, con su historia y su sinfín de historias, algunas  trágicas y otras didácticas.

A diferencia de otros, “los cementerios judíos son algo aburridos” dijo Unikel, pues son monocromáticos, “sin velas, sin flores y sin música”.

No hay comunidad si no hay cementerio

El 18 de agosto de 1912, en el Templo Masónico de Donceles, Jacobo Granat, un inmigrante ashkenazí de origen austriaco, quien trajo el cine a México, acompañado de la Mesa Directiva de Alianza Monte Sinaí, tuvo a bien fundar el primer Panteón judío, prestando 3600 pesos para adquirir el terreno en cuestión. Para entender la importancia de esta suma, Unikel mencionó que se llevó a cabo, en esta junta, una colecta, en la cual se reunieron 20 pesos. De la suma prestada, Granat recuperó 1000 pesos, considerando el remanente como un donativo suyo a a colectividad.

Los espacios del cementerio

A lo largo del recorrido, que duró más de tres horas, pudimos conocer la sección de mujeres religiosas, la de niños, la de rabinos famosos e incluso la sección de suicidas, a quienes enterraban junto a las paredes del cementerio.

A pesar de la prohibición de “hacer imágenes” en el judaísmo, muchas tumbas tienen fotos de los difuntos. Otros tienen elementos de la cultura grecoromana (como obelíscos o hojas de laurel); acrósticos en hebreo; los símbolos de organizaciones a los cuales pertenecieron los fallecidos (entre ellos el ejército israelí); idiomas extranjeros como el iddish, el hebreo, el ruso, el alemán, el húngaro, el francés etc.; materiales varios como el mármol y la piedra sin pulir, pero también el ladrillo y el vidrio.

Conocimos las tumbas de grandes personajes, entre ellos Jacobo Zabludovsky Z”L, el Rabino Rafalin, Sam Rozen, el matrimonio Sirotski, aí como la tumba familia de Golde Cukiert y familia, fallecidos en un accidente de avión, entre ( muchas) otras.

La visita fue salpicada de apasionantes detalles sobre el ritual judío relacionado al duelo.

Reemplazado, monumento  de recuerdo del Holocausto

Nos entristeció sobremanera el que haya sido destruido el espacio conmemorativo del Holocausto, en el cual conmemoramos en distintas ocasiones Yom Hashoá y el Día del Holocausto, y que Enlace Judío grabó en varias ocasiones:

“Aquí estoy”: el poema de Alejandro Rubinstein que da voz al fallecido

Para finalizar el recorrido, Alejandro Rubinstein recitó un poema de su autoría que cimbró a más de uno en la desolación del cementerio:

Aquí estoy. A las puertas de lo desconocido.
Cuánto ha pasado mi persona, cuánto he hecho y me han hecho.
Cuánto he visto y cuánto más he oído.
Cuánto he caminado y cuánto faltó por recorrer.
Sé unas cuantas cosas: de donde vine y probablemente adonde voy; lo que estudié aunque no todo de lo que debí aprender; cuanto trabajé pero no a cuantos beneficié …

Aquí estoy. El juicio me espera.
Se que la balanza de mis actos puede pesar casi tanto en lo bueno como en lo malo.
Qué construí y qué dejé de hacer.
Qué dije y cuánto no supe callar.
Qué pensé y cuánto actué irreflexivamente.
Mi defensa debo preparar.

Aquí estoy. Mi familia me despidió de manera honrosa y cariñosa.
Aún siento el peso de las paladas de tierra de amigos y conocidos.
Percibo las palabras de despedida y me aflijo con los llantos plenos de dolor.
Siempre les di… hoy solo recibo.
Aquí estoy. Nada me llevé. Mi tajrijim es tan modesto que casi se deshila.
No poseo joyas ni relojes. No he venido en ningún lujoso vehículo. Mi cartera, mis cuentas bancarias, mis propiedades… todas ellas, allá.

Y yo aquí. Mi esencia rebasa la apariencia. 
Nada me llevé… acaso, solo mi nombre.

Las fotos que ilustran este artículos son de la autoría de Carlos Antaramian.

 

LA VISITA (CASI) COMPLETA, A TRAVÉS DE NUESTROS VIDEOS EN VIVO

 

 

Posted by Enlace Judío on miércoles, 1 de noviembre de 2017

 

 

 

Posted by Enlace Judío on miércoles, 1 de noviembre de 2017