El martes 31 de octubre, se llevó a cabo un homenaje a Rajel Imeinu (nuestra matriarca Rajel), en el templo Shar Lesimjá de la Comunidad Monte Sinaí.

DIEGO BOLAÑOS PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO- La señora Iris Betech organizó este evento intercomunitario, al cual más de 300 mujeres participaron, rezando y cantando. El rabino Shelomo Zaed impartió una plática sobre la Matriarca del pueblo de Israel, tomando en cuenta los siguientes aspectos:

“Nuestra matriarca Raquel, la esposa amada de Yaacov (Jacob), personifica para el pueblo judío el poder innato del alma y su devoción consciente de despertar la misericordia de D-os para redimir a sus hijos del exilio y traerlos a la Tierra Prometida. Lo hace con lágrimas y una plegaria sincera”.

Recitamos esta profecía como haftará del segundo dia de Rosh Hashaná. Rosh Hashaná, el “día de recordación”, es el día en que Rajel, después de haber sido estéril por muchos años, fue recordada por D-os, y tuvo un hijo.

Después del rezo, las mujeres pasaron a encender las velas, implorando al Todopoderoso, pidiendo su misericordia y agradeciéndole su bondad. Para finalizar el acto, se llevó a cabo una rifa entre las asistentes, en la que los premios fueron objetos religiosos así como electrodomésticos de todo tipo.

Hay un famoso Midrash (historia del Talmud). Cuando el Beit Hamikdash (el Gran Templo) fue destruido, Moisés, las matriarcas y patriarcas le rogaron a Di-s para que los judíos volvieran a la Tierra de Israel. Sin embargo, los judíos habían pecado, y Di-s selló el juicio en su contra. Y a pesar de que Abraham, Itzjak, Iaacov y Moisés intentaron, hablando de las grandes cosas que habían hecho en su vida, las puertas de la misericordia se habían sellado.

Pero luego Rajel habló. En el mérito de su amor a su hermana Lea, y en mérito de no avergonzarla con gran sacrificio personal, el Todopoderoso anuló su decreto. D-os le dijo: “Deja de llorar, porque tus oraciones han sido escuchadas”. Y continúan siendo oídas.