Enlace Judío México.- Refiriéndose a la renuncia del primer ministro libanés Saad Hariri el 5 de noviembre del 2017, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, etiquetó a la acción como una “decisión impuesta por los saudíes.” Hezbolá e Irán expresaron el deseo de mantener la estabilidad del régimen y la calma en Líbano.

GENERAL DE BRIGADA (RET.) DR. SHIMON SHAPIRA

Nasrallah cuestionó la credibilidad del anuncio de la renuncia de Hariri que fue emitido en Arabia Saudita. Nasrallah dio a entender claramente que el mensaje fue dictado a Hariri por Arabia Saudita y que las palabras que utilizó Hariri no reflejaban el lenguaje del primer ministro libanés. “Esto fue discurso saudí y no libanés”, dijo Nasrallah.

Nasrallah ignoró los informes publicados sobre que había un plan para asesinar a Hariri en Líbano. Nasrallah explicó que no tenía ninguna información que pudiera explicar lo que había detrás de la renuncia de Hariri en este momento. Nasrallah reveló que después de que Hariri regresó de su visita anterior a Arabia Saudita, dijo a los miembros de su gobierno que Arabia Saudita apoyaba la estabilidad y seguridad en Líbano, y la continuidad del gobierno bajo su liderazgo.

Por lo tanto, todos, incluyendo en su propio partido, se sorprendieron por su anuncio de renuncia. Además no ha habido ningún indicio reciente que Hariri preparara o planeara renunciar, dijo Nasrallah. Todas las declaraciones de Hariri daban testimonio de la continuidad de sus planes futuros como primer ministro.

Por lo tanto, explicó Nasrallah, la decisión de renunciar fue impuesta al primer ministro libanés. Nasrallah se preguntó si Arabia Saudita estaba reteniendo a Hariri contra su voluntad y si Hariri no tenía permitido regresar a Líbano. Toda esta maniobra fue parte de la lucha de poder que está ocurriendo dentro de la corte real saudí, una lucha en la cual se encontró el primer ministro libanés, contra su voluntad, afirmó Nasrallah.

Nasrallah destacó que tanto el Presidente Michel Aoun como el presidente del parlamento libanés, Nabih Berri, están haciendo su trabajo sin ningún problema y esperan el retorno del primer ministro desde Arabia Saudita, eso es, “si a él se le permite regresar.” Así, Nasrallah rechazó la renuncia de Hariri y está determinado a que continúe el gobierno libanés actual. Esto fue reforzado por los comentarios hechos por el Presidente Aoun, quien dejó en claro que él no tenía intención de tomar ninguna medida adicional como se requeriría por el anuncio de Hariri hasta que se reúna con él personalmente y lo escuche personalmente de él.

La principal importancia de los comentarios de Nasrallah y el Presidente Aoun es que el gobierno libanés no se está desintegrando en vista del anuncio de renuncia de Hariri. Sin embargo, está claro que en la ausencia del actual primer ministro se proyectó un gran signo de interrogación sobre la estabilidad continuada del gobierno libanés, lo que podría hundir a Líbano en un estado de agitación y lucha inter-étnica renovada, principalmente entre los suníes y los chiíes.

Es razonable suponer que Hezbolá, con el apoyo de Irán, hará un gran esfuerzo para impedir estos acontecimientos. Tales acciones podrían abrir la puerta al fortalecimiento de los elementos suníes salafistas, algunos de quienes están influenciados por lo que está sucediendo en Siria y será apoyado por Arabia Saudita, lo que podría encender la lucha sectaria en Líbano.

 

 

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México

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