Enlace Judío México.-Queridos amigos, Israel nunca tiene tranquilidad, por desgracia, desde el día mismo de su creación. En estos momentos, los problemas mayores, vienen del Norte, lo que por ningún motivo quiere decir que su frontera con la Franja de Gaza, esté tranquila.

EDUARDO HADJES PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Recién la semana pasada, nos enteramos con asombro cómo los terroristas de Hamás y de la Yihad Palestina, reclamaban airadamente porque Israel, en un acto de legítima defensa, destruyó en su propio territorio, la parte de un nuevo túnel, construido a costos millonarios, por los “arruinados y empobrecidos” gazatíes, desde un poblado palestino, penetrando profundamente en suelo israelí, siendo su objetivo central, efectuar atentados terroristas en contra de civiles israelíes. En esta oportunidad, el objetivo central era lograr secuestrar soldados israelíes que cuidan la frontera, para ser canjeados por asesinos palestinos, condenados y presos en cárceles de Israel.

En el acto de destrucción habrían quedado terroristas atrapados con los derrumbes y, al ir en su rescate, otros terroristas, 8 de ellos, habrían muerto. Como de costumbre, las autoridades palestinas subieron de inmediato a nivel de héroes y mártires a estas víctimas de su brutal acción, condenando a Israel por defenderse, causando la muerte de estos 8 terroristas. Hasta aquí, no podemos mencionar ninguna novedad, ya que es lo acostumbrado y, aunque resulte descabellado e irracional, todas las voces extranjeras que se han escuchado, han sido para condenar a Israel, por tener la capacidad de detectar la construcción del túnel y destruirlo antes que sus feroces constructores lograran sus pérfidos propósitos.

Sí, queridos amigos, los mismos que condenan los atentados que se están dando, cada vez con más frecuencia, tanto en Europa como en EE.UU. aplauden a los palestinos, cuando los afectados son israelíes y eso, tampoco es novedad.

Todo esto, con la gravedad que implica, ya es una costumbre y eso ha llevado a Israel a estar preparado para enfrentarlo, aparte que, se supone, Hamás no está en estos momentos, interesado en un conflicto de proporciones con Israel estando en conversaciones con Al Fatah, para “unirse” al menos mientras Abás esté dispuesto a lanzarles un salvavidas económico que les permita destinar los inmensos donativos permanentemente recibidos, para aumentar sus cuentas personales, desparramados por el mundo y la construcción de nuevos y cada vez más sofisticados túneles del terror y armas, cohetes y morteros, para el día en que se crean preparados para destruir Israel.

Pero ahora, se abre un nuevo frente, mucho más peligroso. A raíz de la sangrienta guerra civil Siria, que se prolonga desde 2005 en adelante, Irán ha intervenido tanto directamente como a través de sus esbirros agrupados en Hezbolá, con el agregado ruso, en estos dos últimos años, complicando más aún la situación

Cuando la caída de Bashar al Assad, el sátrapa gobernante sirio se veía inminente, Irán ordenó que al menos 10 mil terroristas de Hezbolá se movilizaran a socorrer al tirano. Desde ese mismo instante, un flujo de armas inimaginables, han ido a fortalecer a los terroristas de Hezbolá, lo que los ha llevado a transformarse en un muy serio problema para Israel, ya que sabemos que el propósito fundamental de este movimiento terrorista es el lograr la desaparición de Israel, asesinando hasta ser totalmente aniquilado hasta el último de sus ciudadanos.

Líbano, de donde son originarios estos terroristas, ha pasado por varias crisis en que la composición de su población ha cambiado fundamentalmente.

Los cristianos están cada día más disminuidos, tanto por los asesinatos indiscriminados efectuados por los musulmanes, así como un permanente flujo de refugiados que huyen a Europa o América, tratando de salvar sus vidas.

Dentro de su precario equilibrio, el Primer Ministro libanés era, hasta hace unos días, Saad Hariri, hijo del asesinado Rafik Hariri, eliminado siendo Primer Ministro, el año 2005. Se sabe que los responsables de su asesinato fueron sicarios de Hezbolá. Viendo Saad que el aire en su entorno, estaba tomando los caminos del momento previo al asesinato de su padre, optó por renunciar a su alto cargo, pero no desde Líbano, sino que en Riad, la capital de Saudi Arabia.

Con esta renuncia, Líbano se puede despedir de su independencia. Su propio ejército es absolutamente impotente frente al poderío bélico de Hezbolá.

De esta forma, y dado lo que está aconteciendo en Siria, con el fortalecimiento de Al Assad, con la triple colaboración de Irán-Rusia y Hezbolá, nos encontramos con Líbano y Siria totalmente en manos de los tres recién nombrados, teniendo a Irán y Hezbolá obsesionados con borrar del mapa a Israel.

Este último, se supone que tiene el respaldo de Estados Unidos, pero, la actitud de la primera potencia bélica mundial ha tenido una política tan errática con respecto a Siria, que nos lleva a dudar hasta dónde estaría dispuesta a involucrarse si Israel fuera atacado.

De lo único que podemos estar seguros hoy, es que sólo Israel defenderá a Israel. El resto, lamentablemente, es todo hipotético.

EE.UU armó y abandonó a los kurdos. Lo mismo se dio con grupos rebeldes que luchaban contra Al Assad y el Estado Islámico. El principal ganador de esto es Rusia que, con una base militar en territorio sirio, se está adueñando de la zona ante la pasividad e indiferencia americana.
Trump alardea en contra de Irán y el Acuerdo Nuclear, pero permite tranquilamente que amplíe rápidamente su influencia en Medio Oriente, en desmedro propio y de sus grandes aliados árabes, todo lo cual, llegado el momento, puede afectar al que dice ser su principal aliado, el Estado de Israel.

Si el día de mañana, eventualmente, se produjera un enfrentamiento de proporciones entre Hezbolá e Israel, sin lugar a dudas, se verían comprometidos Líbano y Siria. Irán no tendría ningún reparo, interviniendo a favor de su protegido, Bashar al Assad.

Rusia ha mostrado un acercamiento para con Israel, llegando incluso a tener reiteradas reuniones entre Putín y Netanyahu, pero si esta situación bélica se diera ¿Permanecería neutral? Que se volcara a favor de Israel es impensable. ¿Qué pasaría si, defendiéndose, Israel tuviera que atacar tropas o fortificaciones rusas?

El futuro se ve con muchos nubarrones. No me cabe duda alguna que las altas instancias israelíes deben estar analizando esta peligrosa situación.

Roguemos a Dios que todo se aclare, en lo posible, sin un sangriento enfrentamiento, ya que llegado el momento, podríamos estar tan solos como lo estuvimos el año 1948, con la creación del Estado de Israel.

David ben Jaim