Enlace Judío México – Al estilo del criminal nazi Hermann Göring en los Juicios de Nuremberg, Slobodan Praljak prefirió cobardemente no afrontar a la justicia.

El criminal de guerra croata Slobodan Praljak impactó este miércoles al mundo al beber veneno frente a su audiencia condenatoria frente al tribunal que lo juzgaba para morir minutos después.

Mientras se le dictaba la confirmación de su sentencia por 20 años de prisión emitida en 2013 debido a su involucramiento en la limpieza étnica de musulmanes de Croacia durante las guerras de desmembramiento de Yugoslavia, Praljak sacó una pequeña botella y después de exclamar entre otras cosas, “Jueces, no soy un criminal de guerra. Rechazo el veredicto. ¡Praljak no es un criminal!“, la bebió y aseveró que se trataba de veneno.

El auditorio del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) quedó atónito por unos segundos y a pesar de tratar de querer continuar con el procedimiento legal, los jueces decidieron suspender la audiencia y llamar a un médico.

Praljak fue trasladado de manera inmediata para que recibiera asistencia médica pero finalmente murió minutos en un hospital de la ciudad de La Haya y las autoridades judiciales declararon la sala de audiencias del TPIY como una escena criminal.

Ingeniero y filosofo de carrera sin ningún adiestramiento militar, Praljak se enroló en la guerra que llevó a la independencia de Croacia de la ex Yugoslavia y terminó siendo un comandante militar exitoso en las campañas militares al punto de ser nombrado con un alto cargo en el Ministerio de Defensa de Croacia.

Pero Praljak se vio también enrolado en las acciones nacionalistas croatas de limpieza étnica en contra de musulmanes bosnios del territorio de la recién nacida República de Croacia y de la efímera República Croata de Herzeg-Bosnia.

Entre las acciones probadas sobre Praljak está una deportación de musulmanes de la ciudad de Prozor en 1993 en la que negligentemente permitió que se realizara. Y de la misma manera se probó su negligencia en hacer algo en contra de los asesinatos planeados por militares croatas, así como en contra de organismos internacionales y la destrucción de sitios históricos como mezquitas musulmanas.

Hace dos semanas el criminal de guerra serbio Ratko Mladic fue sentenciado a cadena perpetua bajo los cargos de los crímenes de genocidio, de lesa humanidad y de guerra en contra de la población musulmana de Bosnia durante las guerras yugoslavas entre 1992 y 1995.

Cerca de 100 mil personas murieron en la guerra en Bosnia y más de 2 millones sufrieron de desplazamiento forzoso.

Fuente: The Guardian / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico