Enlace Judío México / Aranza Gleason – La primer regla de sobrevivencia para cualquier grupo cultural es la independencia. Ya sea económica, política o ideológica. El grupo necesita conformarse como una entidad con valores, prácticas y funcionamientos propios que puede sostenerse con sus propios recursos. Porque sólo desde ese punto, desde la conformación sólida, va a poder negociar.

Los judíos durante siglos existieron como una entidad separada del gobierno y la cultura que los rodeaba. Su sobre vivencia no fue una casualidad, fue el empeño y el trabajo de millones de hombres que a lo largo de los años decidieron estudiar sus tradiciones, seguir con las prácticas judías y divulgar los valores que encierran. Fue la decisión de día con día escoger la vida por encima de la muerte, la ética por encima de la conveniencia, el pasado por encima de la asimilación. Fue una lucha constante, una lucha que hoy en día sigue viva.

Sin embargo, estos hombres no estuvieron solos; tuvieron líderes fuertes que los acompañaron en su camino y que les dieron las herramientas necesarias para poder actuar. Entre ellos se encuentra Rab. Yehuda Meir Shapiro. Él formó una de las yeshivot (casas de estudio judías) más importantes del siglo XX. Además recuperó un aspecto que a los judíos de ese momento se habían olvidado. La importancia de la política para la autodeterminación del grupo.

En un mundo antisemita Rab. Meír Shapiro levantó la voz por los judíos y se convirtió en uno de los miembros del parlamento polaco más importante de su momento. Asegurando así el bienestar de muchos judíos en su país. A continuación rab. Berel Wein nos cuenta su historia.

¿Quién fue rab. Yehuda Meir Shapiro? Rab. Berel Wein

En 1922 los rabinos y líderes jasídicos de Polonia y Galicia se reunieron en Varsovia para discutir cómo debían lidiar con los estragos ocasionados en la vida judía tras la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. Rab. Meir Shapiro dio un discurso energético y electrizante; exigía a los rabinos que dejaran de ser intelectuales pasivos y se convirtieran en activistas dentro de sus comunidades. Sus palabras tuvieron gran efecto en la reunión y al poco tiempo lo convirtieron en uno de los líderes judíos más importantes de la vida pública en Polonia. Fue recomendado por el rebe de Gur para convertirse en el jefe de Agudat Yisrael en Polonia y en 1923 asumió ese papel.

En 1922 se celebraron elecciones del parlamento polaco. Los políticos judíos decidieron no lanzarse dentro de los partidos polacos ya existentes, sino formar uno propio. La creencia popular del momento era que los judíos no podrían tener injerencia política sin un partido exclusivo. Lo cual al pasar de los años demostró ser contraproducente, ya que los aisló del parlamento y permitió que partidos más fuertes corrompieran a sus líderes. Sin embargo, en el primer parlamento 35 judíos fueron elegidos. Formaron el 10% del parlamento polaco, de 35 que fueron escogidos, 6 eran miembros de Agudat Yisrael, dentro del cual participaba rab. Meir Shapiro.

Aunque era uno de los miembros más jóvenes del Parlamento, se distinguió por sus habilidades políticas y diplomáticas y se convirtió en el principal defensor de los judíos contra los grupos parlamentarios abiertamente antisemitas. Una de sus respuestas más famosas es aquella que dio al profesor Lutoslawski, un hombre corrupto deseoso de humillarlo. Este polaco públicamente comentó al rabino que en la ciudad de Silesia (Prusia), las puertas de entrada tienen gravado una leyenda donde se prohíbe la entrada a perros y judíos por igual. El rabino sin enojarse, alzándose de hombros respondió: “Bueno, si es cierto lo que dices, creo que ni uno de los dos podremos conocer ese lugar”.

El antisemitismo en Polonia de esos momentos era brutal, sentaba las bases de lo que luego sería un bastión del Holocausto en Europa.

En Galina, siendo rabino principal de la ciudad, durante una época, en la que la mayoría de los rabinos sólo hablaban públicamente dos veces al año; una época en que sionistas y seculares dominaban la esfera política rab. Meir Shapiro demostró un increíble talento para la oratoria, no solo en yiddish, sino también en hebreo.

Su increíble inteligencia, don de la memoria, genio, carisma y hambre intelectual lo convirtieron en uno de los mejores rabinos que Polonia tuvo en el periodo de entre guerras. Sin embargo, de todos logros el principal fue el establecimiento de la yeshivá (casa de estudio) Jajmei Lublin una de las yeshivot más importantes que ha tenido el mundo judío. En sus épocas de gloria llegó a hospedar a más de 10,000 personas que venían de todas partes del mundo a estudiar en ella. Su biblioteca rebasaba los 100,000 libros antes de ser destruida por los nazis. En ella Rab. Meir desarrolló el método de Daf Yomi el método de estudio talmúdico más usado hasta nuestros días. Hasta sus últimos momentos fue el director y encargado de este recinto.

Fuente: jewishhistory.org