Enlace Judío México – En la pasada edición de La Ciudad de las Ideas Beyond X, Lawrence Krauss, uno de los físicos teóricos más reconocidos del mundo, dio una entrevista exclusiva a Enlace Judío, en la que habló sobre la importancia de difundir las ideas y el conocimiento científico sobre el universo.

Lawrence Krauss es Doctor en Física Teórica, actualmente dirige el Proyecto Orígenes en la Universidad Estatal de Arizona. Sus intereses incluyen la interacción entre la física de partículas elementales y la cosmología, incluídas las teorias sobre el universo temprano, la naturaleza de la materia oscura, la relatividad general y la astrofísica de neutrinos. En su libro Un universo de la nada aborda desde una perspectiva física la pregunta por el origen del universo. Además, es autor de más de 300 publicaciones sobre ciencias y divulgación científica.

Enlace Judío: Cuéntanos un poco acerca de tu trabajo y de manera específica qué es lo que te trajo a La Ciudad de las Ideas.

Lawrence Krauss: Esta es mi quinta vez en La Ciudad de las Ideas y vengo porque me gusta la idea de hablar sobre ideas y sobre lo importantes que son. La ciencia es parte de nuestra cultura y la gente tiene que darse cuenta de ello, es una parte esencial de nuestra cultura. Y las ideas sobre la ciencia son de las más fascinantes que los humanos han creado. Es una pena que no se difundan más ampliamente. E incluso sí, como teórico, yo trabajo en lo que respecta al inicio y el final del universo, pero incluso ahí se relaciona con nosotros. El hecho de que cada átomo en tu cuerpo y mente haya venido de una estrella que explotó significa que somos parte del cosmos. En nosotros está la historia del universo. Entender al universo nos ayuda a entendernos a nosotros mismos.

La ciencia es tanto una actividad cultural como una actividad que produce tecnología, entre otras cosas.

EJ: Respecto de tu trabajo, ¿qué es lo que consideras lo más retador para compartirlo con el resto del mundo?

LK: Parte de mi trabajo requiere ir del mundo de nuestra experiencia al mundo de lo más pequeño y lo más grande, significa entrar en temas que son completamente desconoidas para los seres humanos, y es muy difícil hacerlo de un solo golpe. Cosa por lo cual en mis libros yo trato de ir en pasos pequeños para llegar ahí, evolucionamos para saber cómo escapar de leones en la sabana, no para entender la mecánica cuántica. O para entender enormes periodos de tiempo de 14 mil millones de años. O entender que el espacio vacío, sin nada en él, tiene energía. Todo esto parece descabellado y desafía al sentido común.

Y tratar de llevar a la gente de donde estamos, a donde estuvimos, es una larga historia y toma cierto tiempo y algo de dificultades.

EJ: ¿Qué es lo que piensas que impulsa a los seres humanos a este viaje por el descubrimiento? ¿Qué es lo que lo lleva a decir, “Ok, quiero ver qué hay aquí adentro”?

LK: Creo que los seres humanos están programados mentalmente para querer resolver misterios. Creo que hay algo en nuestra evolución que quizá para poder sobrevivir necesitamos resolver misterios desde muy temprana edad. Pero hay una gran satisfacción. Una “experiencia del ajá”. Es orgásmico, en verdad lo es. De repente uno ve algo de una nueva manera. Y creo que eso da gran placer.

Creo que estamos mentalmente programados para querer resolver misterios y a veces desafortunadamente en la escuela reprendemos a los niños. En vez de alentarlos a que resuelvan misterios los desalentamos. Es natural. Lo que a final de cuentas se interpone en ese camino son los miedos de la gente o de no entender o de que algo que aprendieron los obligue a cambiar su mente sobre ideas que valoran profundamente.

El punto de la ciencia y de la educación, es alentar a la gente para que esté inconforme. Porque si siempre estás conforme no aprenderás nada nuevo. Debemos superar el miedo de la gente, y de alguna manera forzarlos a entender de que el universo, tal y como es, forzará a que abandonen ideas que valoran profundamente.