Enlace Judío México.- Las fake-news, las mentiras, son utilizadas como armas mortíferas propagadoras de odio.

SARCOS

De fake-news, de noticias falsas, de mentiras, se muere. Mirando hacia el fenómeno antisemita contra el pueblo judío, es decir, contra Israel, sería suficiente recordar cómo la política genocida de Hitler se nutrió del guión maldito del siglo XX, “Los Protocolos de los Sabios de Sión”: una mentira confeccionada a principios del siglo XX por la policía secreta zarista, la Ojrana.

“Los Protocolos”, fruto del ensamblaje de varios textos, extractos de novelas incluidos, describían un impresionante plan organizado por los judíos para obtener el dominio absoluto del mundo. Los pogromos primero, el nazi-fascismo después, el islamo-fascismo ahora, son las manos que han impugnado el arma del antisemitismo para masacrar.

“El industrial ha tenido que descubrir qué quiere la gente y dárselo. El político puede contentarse con descubrir qué piensa la gente y prometérselo “, repetía Henry Ford, fundador de la célebre casa automovilística Ford Motor Company, siendo él un célebre antisemita. Ford utilizó esta misma doctrina, por supuesto, para vender automóviles, pero, también para promover el odio  contra los hebreos: vislumbraba los tentáculos del pulpo judío en todos los sectores de la vida estadounidense, desde la industria cinematográfica de Hollywood que según él promovía en la población vestimentas e ideas corruptas contrarias al espíritu cristiano, hasta la nueva moda de la música jazz. Consideraba que los judíos controlaban el tráfico de alcohol y la prostitución y amañaban los partidos del campeonato de béisbol.

“El hebreo internacional”, escrito por Ford, se convirtió en un éxito de ventas en Estados Unidos y Alemania, donde fue leído con interés por Adolf Hitler, quien no casualmente citó a Ford en el “Mein Kampf” además de “homenajearle” con la más alta condecoración para los no alemanes, la Gran Cruz de la Órden del Águila, como obsequio en el 75 cumpleaños del magnate americano.

En la Alemania nazi, la mentira popular, la actual fake-news, la Lügenpresse, se convirtió en un garrote con el que golpear a cualquier persona hostil hasta la muerte. Esto sucedía en la época antes de Internet, (a.I.): ¿qué sucede ahora, durante Internet, (d.I.)?

De mentiras se sigue muriendo hoy en día.

Nada nuevo. De mentiras se sigue muriendo hoy en día. Recordemos lo que le sucedió a Ilan Halimi; un joven judío bárbaramente asesinado en Francia tras haber sido secuestrado, torturado y, una vez muerto, tirado en la calle; solamente porque era hebreo y, según la versión de sus asesinos, “los judíos son ricos y no merecen vivir”.

Eso es lo que creen la mayor parte de los asesinos drogados y atontados por el odio más prolongado, (así definía Robert Wistrich al antisemitismo, y él era el máximo experto en este peligroso fenómeno). Pero, concretamente, aquel pobre muchacho era un simple tendero. Otro episodio similar, gracias a Dios sin muertes, se ha repetido recientemente también en Francia, donde tres personas irrumpieron en la casa de una familia judía golpeándoles y amenazándoles de muerte mientras decían: “Sois judíos, tenéis dinero. Quitamos el dinero a los hebreos para dárselo a los pobres”, finalmente uno de ellos consiguió escapar y alertar a la policía.

El odio hacia los judíos se extiende de manera preocupante en Internet. En 2016, según una investigación del Congreso Judío Mundial, entre sitios web, blogs y redes sociales se publicaron más de 38,2000 posts antisemitas en las principales redes sociales, 1 cada 83 segundos en 20 idiomas diferentes.

Actualmente, gracias a la red, es más rápido ver las consecuencias de las noticias falsas: basta amasarlas con levadura de populismo y un poco de harina histórica y cocinar todo con muchos “me gusta” en cualquier horno social: Facebook, Twitter, Youtube, etc.

Albóndigas envenenadas cocinadas no solo por antisemitas. Otro ejemplo reciente Made in Italy, que hace unos días se leía por todos sitios, es la historia de una niña de nueve años, perteneciente una familia musulmana residente en Padua, dada en matrimonio a un hombre de treinta y cinco años que la maltrataba. Todo es falso, pero la mayoría de la prensa italiana publicó esta noticia y a partir de ahí, muchos políticos la comentaron fomentando quién sabe cuántas “cabezas calientes” y “panzas pensantes” preparadas para usar las manos. A pesar de no producirse incidentes, este episodio, nos demuestra cómo puede ser banalmente activada la máquina de mentiras, que, como se ha visto, puede producir la muerte.

“La razón por la que tenemos dos oídos y una sola boca es que debemos escuchar más y hablar menos”, aconsejó el filósofo Zenone di Cisio. Hoy en día, quién sabe qué nos sugeriría hacer con nuestros diez dedos.

 

 

Fuente:es.blastingnews.com