Enlace Judío México.- Tomé el vuelo matutino a Tuxtla Gutiérrez y manejé hacia las montañas: dos horas en el camino giré a la izquierda y atravesé un pueblo para entrar a un camino de terracería que cruzaba por encima de un río. En media hora estaba en Miguel Hidalgo, un pueblo de 2,000 habitantes con una vista espectacular hacia el valle y las montañas, donde los humanos, puercos, perros y gallos conviven en míseros aposentos. En medio hay un imponente árbol sacado de una película de El Señor de los Añillos: fue plantado por los fundadores del pueblo, hace 120 años.

ALAN GRABINSKY

El 7 de septiembre los integrantes de esta pequeña comunidad salieron despabilados de sus hogares tratando de protegerse del sismo: de los techos caían pedazos de adobe, las paredes de barro de las casas ––cuartos de pocos metros donde viven familias de hasta siete personas–– se cuartearon; un aula en la escuela primaria se desmoronó y el centro médico—el único— resultó fuertemente afectado.

La población no ha recibido ningún tipo de ayuda del gobierno: las famosas tarjetas para damnificados –con montos de hasta 120,000 pesos destinados a la reconstrucción— no han llegado: la gente vive afuera de sus casas en camas, expuestas al frío, por si vuelve a temblar.

Una sola organización se ha dado a la tarea de reconstruir este pueblo olvidado: CADENA. En los próximos meses, la organización de ayuda humanitaria se ha dado a la tarea de reconstruir 60 casas, dos aulas escolares y un centro médico. Además, van a restructurar 159 casas más, dando vivienda digna a 219 familias.

Es la primera ocasión en que CADENA – que también se ha dado a la tarea de proveer a más de 10,000 personas en Oaxaca, Chiapas y Morelos con refugios temporales—se pone la cachucha de constructor para llevar a cabo la tarea de reconstruir las dos aulas de la escuela primaria y el nuevo centro médico de Miguel Hidalgo.

Caminé entre los caminos de lodo para ver al centro médico al que le falta únicamente el techo y luego fui a la escuela, donde dos aulas ya están casi terminadas. En las siguientes dos semanas CADENA estará reconstruyendo 10 casas. “Lo que importa ahora es entrar a la segunda fase de la reconstrucción.” comenta la arquitecta encargada, Paola Suarez, encargada de todo el proyecto.

A todas las casas que visitaba me recibían con bendiciones y abrazos. En cada esquina se veía el valle, la naturaleza; por un momento pensé en el lujo que suponía vivir entre todo ese verdor. A la hora de comer, una familia nos hizo caldo de pollo: a lo lejos se oía una música de banda, estaban celebrando a la virgen de Guadalupe.

Demetrio, el señor que organizaba el baile, nos invitó a sentarnos dentro de su casa, que pronto sería reconstruida. Tenía un altar de la virgen lleno de velas, y quería, si fuera posible, que se le construyera uno en su nuevo hogar.

Salimos del pueblo antes del atardecer, apabullados frente a tantas muestras de gratitud; agradecidos de poder ayudar a que éste, nuestro México, sea un país menos desigual.