Enlace Judío México.- Con objeto de derribar el mito del antisemitismo en el laborismo británico, el nuevo Jewish Voice for Labour (Voz Judía para el Partido Laborista) busca romper su ‘monopolio’ sionista, para deleite de los partidarios del BDS

ROBERT PHILPOT

En diciembre de 1917, cuando la Primera Guerra Mundial entraba en su terrible año final, el incipiente Partido Laborista de Gran Bretaña y sus fundadores sindicales celebraron una conferencia especial para exponer su visión para el futuro.

Entre las medidas aprobadas por los 700 delegados en el Memorando de Objetivos de Guerra se hizo un llamamiento para que Palestina sea “liberada del duro y opresivo gobierno de los turcos, a fin de que el país pueda formar un estado libre, bajo garantía internacional, al que los miembros del pueblo judío, si así lo desean, puedan regresar, y puedan resolver su salvación“.

Fue, como argumentó recientemente el Dr. Ronnie Fraser, el director de Amigos Académicos de Israel, un punto de inflexión crítico en la relación entre los laboristas y los judíos británicos, lo que encendió el “entusiasmo del partido por el sionismo“.

También fue el momento que cimentó la alianza entre Poale Zion, un movimiento obrero judío fundado en Europa del Este a principios del siglo XX que predicó una mezcla de socialismo y sionismo, y el Partido Laborista.

Un año más tarde, en la víspera de las elecciones generales de 1918, Poale Zion, que había establecido sus primeras sucursales en Gran Bretaña en 1903, instó a los votantes judíos a respaldar a los laboristas. Dos años más tarde, se afilió formalmente al Partido Laborista.

Durante el siglo pasado, el Movimiento Judío Obrero (JLM, por sus siglas en inglés) – pasó a ser Poale Zion en 2004 – ha representado a los judíos dentro del Partido Laborista; su apoyo al sionismo e Israel es ampliamente reconocido como la voz “auténtica” de los judíos de centro izquierda de Gran Bretaña.

Sin embargo, ese papel, en gran medida no cuestionado, ahora está bajo amenaza. En septiembre, Jewish Voice for Labor (JVL), un nuevo grupo de izquierda, fue lanzado públicamente en la conferencia anual del partido en Brighton, en la costa sur de Inglaterra.

El evento, que atrajo gran cantidad de personas en el salón de baile de un hotel junto al mar, resumió la agenda de JVL y lo que los críticos consideran sus posibles peligros.

Desde la plataforma, los oradores criticaron a Israel (con la izquierda israelí recibiendo particular desprecio); asaltaron la “agenda pro sionista” de JLM; y ridiculizaron el “mito del antisemitismo en el Partido Laborista” y la “campaña de desprestigio antisemita” supuestamente librada contra el líder laborista Jeremy Corbyn y sus partidarios.

La audiencia atrajo a algunos vociferantes críticos de Israel de alto perfil. El cineasta que apoya el BDS (boicot a Israel) y aliado de Corbyn Ken Loach (quien al día siguiente dijo sobre las acusaciones de antisemitismo en el Partido Laborista: “Es gracioso que estas historias aparecieran de repente cuando Jeremy Corbyn se convirtió en líder, ¿no?“) recibió una ovación de pie y pronunció un discurso improvisado.

Ken Loach en reuniones del Partido Laborista:Nunca oí una sola palabra antisemita ni racista. No digo que no suceda“.

Len McCluskey, el poderoso líder del sindicato Unite, que ha descrito repetidamente el problema del antisemitismo en el partido como “música de humor“, ofreció cálidas palabras para JVL y dijo que quería ver a su sindicato, el más grande del país, afiliado a él.

Al igual que McCluskey, Tosh McDonald, el presidente del sindicato ferroviario ASLEF que causó controversia el año pasado al comparar la lucha contra el fascismo durante la guerra civil española con la lucha de los palestinos, hizo una gran donación personal en el lanzamiento.

En la conferencia principal en sí, los líderes de JVL también causaron sensación. A repetidas rondas de aplausos, Naomi Wimborne-Idrissi, miembro del comité ejecutivo de JVL, lanzó un ataque apasionado contra Israel durante un debate sobre asuntos exteriores, concluyendo con la frase: “Este partido no tiene problemas con los judíos”.

Pero fue la oposición de JVL al intento de JLM de cambiar las reglas del Partido Laborista para reprimir el antisemitismo, un cambio respaldado por el propio Corbyn, lo que provocó la mayor controversia.

Durante el debate sobre la medida, que fue adoptada por el partido, la vicepresidenta de JVL, Leah Lavane, protestó contra JLM y contra los que “hacen esa acusación [de antisemitismo] cada vez que critican el comportamiento despreciable del estado de Israel hacia el pueblo palestino“.

Para JVL, el endurecimiento de las reglas del partido representa una “restricción antidemocrática al debate político” que “corre el riesgo de dar el sello de aprobación a quienes se oponen al liderazgo de Corbyn para expulsar a más de sus seguidores“.

En particular, objeta al partido que juzga las denuncias de antisemitismo utilizando la definición elaborada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés) y adoptada por el gobierno británico porque, según afirma, restringe las críticas a Israel.

De hecho, la definición de IHRA hace explícitamente claro que la “crítica a Israel similar a la que se hace contra cualquier otro país no puede ser considerada antisemita“.

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico