Enlace Judío México – Actualmente, la mitad de los jóvenes ultraortodoxos en Israel, hombres y mujeres, optan por adquirir una profesión antes de contraer matrimonio.

AARON RABINOWITZ

A los 27 años, luego de obtener un título en ingeniería, industria y administración, y conseguir un buen trabajo, Mijal Talor finalmente siente que está lista para formar una familia. No hay nada inusual en esto, excepto el hecho de que es judía ultraortodoxa.

“Empecé a conocer chicos a los 22 años. Era estudiante, y no quería casarme. Ahora es diferente”.

Mijal sigue buscando al hombre adecuado, pero no se deja llevar por la presión de la comunidad ultraortodoxa de casarse.

Ella no es una excepción. Según un informe estadístico de la sociedad ultraortodoxa publicado por el Instituto Israelí de Democracia y el Instituto Jerusalén de Estudios de Israel, la comunidad Haredí ha experimentado un cambio dramático en los patrones de matrimonio en la última década.

Mientras que en 2003 y 2004 alrededor del 61 por ciento de los israelíes ultraortodoxos se casaban de los 20 a los 25 años, en 2015 y 2016 ese número disminuyó al 44 por ciento.

El hecho de postergar el matrimonio coincide con un mayor número de jaredíes que estudian en universidades e ingresan en la fuerza laboral, así como con un mayor acceso a Internet.

“Anteriormente, una joven ultraortodoxa no tenía la opción de obtener un título académico y quedaba claro que debía casarse joven”, dice Guilad Malaj, director del Programa Ultra-Ortodoxo IDI en Israel. “Hoy en día, ante las alternativas, muchos prefieren estudiar una carrera y encontrar un buen trabajo antes de casarse”.

“Hoy en día veo a más jóvenes ultraortodoxos que se preocupan por mejorar su situación económica antes de casarse”, dice una casamentera de la comunidad que pidió permanecer en el anonimato. “Hoy los jóvenes, tanto hombres como mujeres, son mucho más conscientes de sí mismos y están mejor preparados para el matrimonio”.

Las mujeres lideran el cambio. Según los datos de la Oficina Central de Estadística, en el período de 2014-16 el 32.4 por ciento de las mujeres ultraortodoxas de 20 a 30 años eran solteras, en comparación con el 18.9 por ciento en la década anterior. Entre los hombres, las cifras fueron del 30.4 y 27.8 por ciento, respectivamente.

La casamentera dice que ella ve la tendencia en su propio negocio. “Esta semana traté de ofrecerle parejas a dos chicas, una de ellas es jasídica, ambas estudian para obtener un certificado en ingeniería práctica. Sus madres me dijeron firmemente que no tiene sentido discutirlo hasta que completen su primer año de estudios. En el pasado, eso ni siquiera se pensaba”.

Malaj dice que los líderes comunitarios parecen no haber notado el cambio, “porque cada mira su propio entorno y la gente no se da cuenta de que es un fenómeno más amplio”.

¿Qué tan amplio? Aunque el estudio de la Torá es la principal preocupación de la comunidad Haredi en general, en otras corrientes, quizás más modernas, los estudios académicos y vocacionales para integrase a la fuerza laboral están tomando auge. Más del 70 por ciento de las mujeres ultraortodoxas ahora trabajan fuera del hogar, en comparación con el 50 por ciento en 2003.

Malaj atribuye el creciente enfoque en la educación, al alto costo de la vida en Israel y al hecho de que aún se espera que las mujeres sean el principal sostén de sus familias una vez que se casen.

Un abogado ultraortodoxo de 32 años que pidió permanecer en el anonimato reconoce que el cambio tiene aspectos positivos.

“Si estuviese casado, probablemente no tendría un título o el tipo de trabajo que tengo hoy”, dice. “La educación superior, que ha ganado legitimidad, está sacando a los jóvenes, abriendo sus ojos”.

Él dice que la mayoría de los jóvenes ultraortodoxos que no estudian en yeshivas no viven con sus padres y no sienten mucha presión social para casarse jóvenes. “Quiero casarme ahora, pero no tengo prisa”, agrega.

Los autores del informe señalan que la tendencia a casarse más tarde, junto con una mayor participación en la fuerza laboral y deseo de estudiar una carrera, probablemente conduzca a una disminución de la fertilidad en la comunidad ultraortodoxa.

Estos cambios son parte de un proceso prolongado. “Si las tendencias actuales continúan, veremos los resultados dentro de unos años”, dice Maya Choshen, investigadora principal del Instituto de Investigación de Políticas de Jerusalén y coautora del informe.

“Por ahora, la comunidad Haredi se está adaptando al mundo moderno, pero no se está asimilando. Es decir, los cambios que la comunidad Haredi está experimentando aún no han intervenido en su esencia”.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico