Shoshana y Mylen: “Emoción que se duerme, se la lleva la corriente”

Enlace Judío México – Nuestras colaboradoras Shoshana y Mylen nos platican sobre cómo romper los ciclos que nos impiden aterrizar o concretar actos personales mediante la satisfacción de necesidades esenciales para cada uno de nosotros.

Mylen Saadia: Hoy les queremos hablar de un tema que pocos hemos meditado y nuestra cápsula de hoy se llama, “Emoción que se duerme, se la lleva la corriente“.

Shoshana Turkia: Tenemos una paciente que se cuenta a sí misma como alguien que todo lo logra y que le va muy bien y que tiene una vida social muy activa. Pero llegó con nosotras diciéndonos, “No concreto nada. Nada de lo que planeo, de lo que hago y de lo que convenzo a todo el mundo de hacer acaba y se concreta en algo específico. No puedo darle seguimiento a las cosas y ya estoy desesperada porque ya llevo muchos años en esta tendencia”.

Nos pusimos a ver qué era lo que no le permitía concretar sus proyectos. Empezamos a analizar proyecto por proyecto y nos dimos cuenta que los recursos estaban disponibles, que el tiempo estaba disponible y que ella sabía cómo hacerlo. Es decir, el querer, saber y poder se cubría, y los demás socios o coparticipantes de estos proyectos estaban lo suficientemente entusiasmados para darle seguimiento incluso cuando ella se echaba un poco para atrás.

Su queja más continua era, “Mis cosas salieron bien pero no tan bien como pudieron haber salido”. Nos detuvimos ahí y en lugar de abordar las cosas técnicas de esos proyectos, decidimos abordar las emociones. Y esto fue lo que pasó.

MS: Para abordar la emoción, empezamos a explorar ¿Cuál era la necesidad que estaba detrás de todos sus proyectos? Partiendo de la base de que tenemos 6 necesidades básicas que creemos que existen. Seguramente hay muchas escalas diferentes, pero las que les queremos poner hoy son las siguientes:

La primera necesidad que nos mueve en la vida es la de seguridad. Yo necesito un techo, una relación segura, un lugar donde vivir, saber que voy a salir a la calle y que no me va a pasar nada. Es decir, mis necesidades de seguridad para que yo me sienta que vivo en un mundo donde lo que hago no está en riesgo de muerte. Esto tiene que estar cubierto. Hay gente a la que le mueve esta necesidad como principal en la vida.

La segunda necesidad es la de novedad, la de asombro. La de tratar de hacer algo diferente cada día porque me mueve el gusto de descubrir, de aventurarme.

Estas parecen contradictorias, porque por un lado está la seguridad y por el otro lado, la seguridad no convive con la novedad. Si yo todos los días salgo a la calle y no sé qué me va a pasar, es como otra escala diferente. Los problemas entran en la escala de novedad, pero no los aceptamos como tal.

La tercera necesidad es la de significado. De sentirme importante en la vida. ¿Qué nos da ese grado de importancia o de sentir que lo que hacemos tiene un sentido de que hacemos una diferencia en el mundo? Cuando hacemos cosas que nos hacen sentir importantes. La respuesta a este significado de importancia puede ser algo muy productivo como por ejemplo tener un periódico en la comunidad, siento que hago por mi comunidad; o amarrarme una serie de dinamitas al cuerpo y reventar, eso me da mucha importancia también. La violencia es un círculo de la importancia, de sentirme importante.

ST: La cuarta necesidad es el vínculo, es decir las relaciones que tenemos con las otras personas. De eso hemos hablado muchísimo en este espacio. Cómo las personas con las que me vinculo afectiva e intelectualmente y en el quehacer cotidiano me permiten saciar esta necesidad. Nadie, por más ermitaños que seamos, puede prescindir de los vínculos humanos.

MS: Sentirse conectada con otro ser humano. Sentir que ese otro ser humano me escucha o que yo lo escucho o que tenemos algo en común. Somos seres sociales y necesitamos vivir en ese estado de vínculo y eso nos da nuestro sentido de amor también.

La quinta necesidad es la de desarrollo o crecimiento. Muchos de nosotros no podemos quedarnos estancados en, “Ya lo se todo” o, “Ya conozco todo”. Siempre tenemos esas ganas de crecer. Crecer puede ser hacia cualquier dirección: en el trabajo, intelectualmente, emocionalmente. Es decir, desarrollarnos hacia un mejor nivel de persona, independientemente del resultado final. Puede ser un desarrollo económico, intelectual, emocional, espiritual.

ST: La sexta necesidad es el servicio, es decir, sentirme útil. ¿Para qué estoy aquí? ¿Cómo acompaño a las personas que me rodean y que mi presencia se vuelva relevante? Dándome y dando mis talentos a los demás.

Lo que hicimos con esta paciente fue exponer estas necesidades. Encontramos que su necesidad de asombro se sobreponía a todas las demás. Para ella asombrarse y encontrar que la vida es dinámica y creativa era su necesidad primaria.

MS: Nos dimos cuenta que detrás de esa necesidad también había emociones que la movían a cumplir o a satisfacer esa necesidad. Una de las emociones que la movía era el gozo, la felicidad de descubrir algo nuevo, de emprender, de empezar. Pero otra de las emociones que la movían era el miedo. El miedo de sentir algo así como, “Ya no estoy haciendo nada. Que me aburro. Que caigo en la monotonía”.

Este es uno de los aspectos que más nos pasa a los seres humanos. Podemos iniciar cosas pero una vez que llegamos al punto en que empieza la repetición para afianzar aquello que iniciamos, muchos de nosotros aventamos la toalla y decimos, “¡Qué flojera! Esto ya se volvió cotidiano. Ya no estoy pudiendo darle ese seguimiento”.

Y si nos damos cuenta que lo que está detrás de esto es el miedo del aburrimiento, podemos empezar a accionar emociones que nos causen ese asombro dentro de lo cotidiano, de lo aburrido.

ST: Lo que encontramos con ella fue esta capacidad de asombrarse dentro de la normalidad. Estas repeticiones que habla Mylene son las que van generando maestría. Logramos romper el ciclo del miedo, mantener el ciclo del gozo y encontrar los pequeños placeres en este quehacer y que se lograra asombrar de los avances de sus proyectos que en un principio parecían inconexos.

¿Qué hicimos? También trajimos en la consciencia otras dos necesidades que estaban muy latentes en ella: el servicio, ella tenía una gran necesidad de comunicarse y de servir al mundo; y la seguridad de saberse necesaria en el mundo a través de la innovación. Cuando logramos rascar en estas otras necesidades secundarias y darnos cuenta de que eso es lo que realmente estaba buscando, logramos romper este ciclo de no materialización, de no hacer.

Cuando hablamos de “emoción que se duerme, se la lleva la corriente”, es cuando no logramos abordar estas 6 necesidades primarias que las repetimos para que las tengan en consciencia.

  1. Seguridad

  2. Innovación

  3. Significado

  4. Vínculo

  5. Crecimiento

  6. Servicio

Una vez que entendemos cuáles son mi necesidad primaria y secundaria y las combinamos con las emociones que ya hemos visto en estos espacios, el miedo, el asco, la tristeza, el gozo, la ira, y vemos cómo se mueven estas combinaciones, sí podemos encontrar cómo se rompen estos patrones que se repiten y se repiten, no nos dejan llegar a donde queremos y entonces nos lleva la corriente.

Para evitar salirnos de la corriente, lo primero que tenemos que hacer ver es cuál de estas 6 necesidades es la que más me mueve. Y ver qué emoción, es decir qué movimiento me ocasiona esta necesidad.

MS: La necesidad es la meta a la que queremos llegar y la emoción es la que nos pone en movimiento para llegar a ella o para alejarme de esa meta. Cuando entendemos la emoción como en el caso de esta paciente, que el miedo la paralizaba y que botaba todo, el gozo la llevaba para adelante. Pudimos combinar estos pequeños gozos aceptando la emoción que me daba al caer en el aburrimiento para poder realizar mi meta que viene de entender cuáles son las necesidades que me mueven en el mundo.

Para contactar a estas dos extraordinarias mujeres, pueden escribirles a vinculo@presentecontinuo.com.mx y para obtener mayor información, ir a la página www.presentecontinuo.com.mx.

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