Enlace Judío México.- Miles de personas se manifestaron este sábado en las principales ciudades de Irán en apoyo al gobierno, una señal de fortaleza del régimen después de las protestas del jueves contra el régimen de Teherán, las más importantes en los últimos ocho años.

MARÍA IVERSKI

Miles de personas salieron hoy a la calle en las principales ciudades de Irán para conmemorar el final de los disturbios que sacudieron al país en 2009, cuando la reelección de Mahmoud Ahmadinejad como presidente provocó graves desórdenes durante meses. La marcha, convocada cada año y una inequívoca muestra de apoyo al régimen, se produce casualmente después de las inesperadas manifestaciones antigubernamentales que comenzaron el pasado jueves y que continúan de forma discreta.

La televisión estatal iraní emitió imágenes de multitudes en la capital, Teherán, y de gente portando pancartas en apoyo del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. Con la exhibición de fuerza se busca el contrapunto a los tres días de protestas en diversas ciudades de Irán contra la actual política económica gubernamental, la carestía de la vida y la corrupción.

Al mismo tiempo, las redes sociales han dejado constancia de nuevas algaradas en las calles de Teherán y Kermanshah este sábado a pesar de las advertencias policiales de que toda reunión sería declarada ilegal. La agencia de noticias Fars recogía un vídeo en el que unos 70 estudiantes lanzaban piedras a la policía en la universidad de Teherán; en otros videos en redes sociales los estudiantes gritaban «Muerte al dictador», en aparente referencia a Jamenei. Las imágenes no han podido ser verificadas.

La ola más grande de manifestaciones antigubernamentales que vive Irán desde 2009 empezó el pasado jueves en Mashhad, la segunda ciudad de Irán, con cientos de personas levantándose en las calles contra las difíciles condiciones económicas. El viernes las protestas se extendían hasta a ocho ciudades del país, incluida la capital. En ellas pudieron escucharse consignas contra los ayatolás, el presidente Hassan Rohaní y el líder supremo, Ali Jamenei. Algunos manifestantes pidieron incluso la liberación de presos políticos y el fin de la violencia policial. 52 personas han sido encarceladas según Reuters.

En un país en el que los servicios de seguridad son omnipresentes y las protestas abiertamente políticas infrecuentes, los últimos incidentes resultan, por ello, llamativos, a pesar de la limitada participación en los mismos. La propia BBC se hacía eco hoy de un episodio inaudito al desvelar la aparición de un póster en las calles de Teherán con la fotografía de Reza Pahlevi, hijo del último Sha. Los expertos en la región consideran, en cualquier caso, que es muy pronto para hablar del inicio de un movimiento revolucionario en Irán.

Motivos detrás de la agitación

El estallido de los disturbios refleja el descontento de una parte de la población ante los problemas económicos existentes: el aumento de precios, el paro, la inflación y la presunta corrupción en un país de 80 millones de personas y en el que el índice de desempleo es, según cifras oficiales, del 12,4% mientras que la inflación anual alcanzó el 10% en agosto. Por otro lado están las críticas a la costosa participación de la República Islámica en la guerra de Siria así como en Iraq. En Mashhad no pasaron desapercibidos los cantos de «No por Gaza, no por Líbano, mi vida por Irán», en clara referencia a la intervención de Irán en otros conflictos regionales postergando a un segundo plano los asuntos domésticos. En vídeos colgados en redes sociales se veía a otros manifestantes coreando «Dejad Siria, pensad en nosotros». Desde el inicio de la guerra en Siria, Irán ha sido uno de los más firmes aliados del presidente Bashar al Assad al que han suministrado continuo apoyo militar en su lucha frente a los rebeldes.

Aunque aparentemente se trata de revueltas espontáneas, la Guardia Revolucionaria, que encabezó una ofensiva contra los manifestantes en 2009, señaló en un comunicado difundido por los medios estatales que ha habido esfuerzos para repetir los disturbios de ese año. Igualmente el vicepresidente Jahangiri ha acusado a los conservadores de haber organizado el tumulto contra el presidente moderado Rohaní. El ministerio iraní de Interior ha recordado la prohibición de manifestaciones y protestas no autorizadas.

Por su parte, Estados Unidos ha condenado la ola de detenciones en Irán. Su presidente Donald Trump no ha tardado en saludar con entusiasmo las manifestaciones y recordado al gobierno iraní a través de Twitter que el mundo está observando.

 

 

Fuente:abc.es