Enlace Judío México – La gran cantidad de hachas de mano proporciona información significativa sobre la actividad prehistórica en el Paleolítico Inferior. Hace medio millón de años, las condiciones en Jaljulia eran tales, que se convirtió en una localidad favorecida sujeta a repetida actividad humana, de acuerdo a los arqueólogos.

Un inusual descubrimiento de 500 mil años de antigüedad se realizó en el pueblo árabe-israelí de Jaljulia al lado de una carretera y por accidente mientras se realizaban labores de expansión urbana.

Durante las excavaciones que penetraron hasta una profundidad de cinco metros bajo tierra, los arqueólogos descubrieron un sitio intacto con cientos de hachas de pedernal en forma de lágrima: herramientas multiusos sin mango, una auténtica “navaja suiza” prehistórica, señala el The Times of Israel.

Las hachas localizadas por la AAI y la Universidad de Tel Aviv.

La excavación fue financiada por la Autoridad de Tierras de Israel y llevada a cabo por la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) en conjunto con la Universidad de Tel Aviv. Según la AAI, que calificó el sitio como “inusual e importante”, las hachas encontradas son herramientas típicas del tipo “achelense”, una etiqueta para denominar a las técnicas desarrolladas en la antigüedad, de antiguos homínidos que se asentaron en la región de la llanura de Sharon, Israel, hace cerca de medio millón de años.

Lo que parece ser un próspero sitio prehistórico fue revelado a través de una enorme cantidad de herramientas de pedernal que estaban talladas ahí, dijo Maayan Shemer, la directora de la excavación en nombre de la AAI, y el Prof. Ran Barkai, jefe del Departamento de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv.

Para qué se usaron las herramientas no está bien claro, pero los investigadores argumentan que se utilizaron para diversos fines, desde raspar cuero hasta matar elefantes.

“Es difícil creer que entre Jaljulia y la Ruta 6, a cinco metros bajo la superficie, un antiguo paisaje de medio millón de años haya sido tan increíblemente conservado”, dijo Barkai.

El centro de Israel alberga otros dos sitios prehistóricos con una edad aproximada aproximada a lo localizado en Jaljulia, cinco kilómetros al norte en el Kibutz Eyal, y cinco kilómetros al sur en la cueva Qesem.

De acuerdo con Shemer y Barkai, hay evidencia de auténtica maestría artesanal para el tallado en algunas de las herramientas, que se encontraron en una cantidad inusualmente enorme. El corte de sílex requiere “un trabajo cuidadoso y una profunda familiaridad con esta materia prima”. Las hachas eran de material y calidad diferentes.

La gran cantidad de hachas de mano “proporciona información significativa sobre las formas de vida de los humanos prehistóricos durante el Paleolítico Inferior. Parece que hace medio millón de años, las condiciones aquí en Jaljulia eran tales, que esto se convirtió en una localidad favorecida, sujeta a repetidas actividades humanas”, dijeron ambos arqueólogos.

La excavaciones en Jaljulia.

Estos materiales encontrados está relacionada al Homo Erectus, “un ancestro directo del Homo Sapiens Sapiens, la especie humana que vive hoy en día”, dijeron los arqueólogos. Otros artefactos de pedernal dan fe de la innovación tecnológica, el desarrollo y la creatividad del Homo Erectus, dijo la IAA.

“Los hallazgos son sorprendentes, tanto por su estado de conservación como por sus implicaciones sobre nuestra comprensión de esta cultura antigua. Vemos aquí una amplia variedad tecnológica, y no hay duda de que la investigación a fondo de estos hallazgos contribuirá en gran medida a la comprensión del estilo de vida y el comportamiento humano durante el período en que el Homo Erectus habitó nuestra área “, dijo Shemer.

Las comunidades de Homo Erectus, de acuerdo con la reconstrucción geológica del entorno prehistórico de los arqueólogos, indica que el área una vez fue sede de un antiguo arroyo y habría sido rica en pastoreo de animales y vegetación, “una mancha verde en el paisaje”, de acuerdo a los arqueólogos.

“En este lugar, se encontraron tres necesidades básicas de los antiguos cazadores recolectores: agua clara, una variedad de fuentes de alimentos y fuentes de sílex, con los cuales se hicieron las herramientas”, dijeron los arqueólogos. “El hecho de que el sitio fue ocupado repetidamente indica que los humanos prehistóricos poseían una memoria geográfica del lugar, y podrían haber regresado aquí como parte de un ciclo estacional”.

“Este sitio extraordinario nos permitirá rastrear el comportamiento de nuestros antepasados ​​prehistóricos directos, y reconstruir su estilo de vida y comportamiento en el largo viaje de la existencia humana”, dijo Barkai.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico