Enlace Judío México – La tecnología de Yam Pro Energy utiliza la fuerza de las olas para convertir la presión hidráulica que generan la energía eléctrica. Los dispositivos flotantes conectados a estructuras de rompeolas fuera de las costas son empujados hacia arriba y hacia abajo por las olas produciendo dicha presión.

La compañía Yam Pro Energy firmó una acuerdo con la corporación india Grupo Shapoorji Pallonji (SP) para comenzar la producción en la primera central eléctrica de energía de olas en el país africano de Ghana.

La estación que se estima en 180 millones de dólares, ubicada a lo largo de la costa del país cerca de la ciudad capital de Acra, se diseñará para generar hasta 150 megavatios.

“Estamos muy emocionados por alcanzar un hito tan sustancial para una de las compañías más grandes de EPC [Ingeniería, Adquisión y Construcción por sus siglas en inglés] en el mundo está dando confianza en nuestra tecnología y compañía y estamos dispuestos a comenzar una cooperación en Ghana“, dijeron Zeev Peretz y Laser Rothshtein, los directores ejecutivos de Yam Pro dijeron en un comunicado. “Esperamos que este sea el comienzo de una cooperación global con SP para que juntos podamos revolucionar el mercado de la energía en todo el mundo”.

La central eléctrica de Yam Pro en Ghana beneficiará a 10 mil hogares, dijo Peretz a la cadena norteamericana CNN. El proyecto se completará por etapas en el transcurso de tres años, con una fase inicial que comenzará primero en 10 megavatios.

Mientras que las tecnologías de energía solar y eólica también juegan un papel importante en el desarrollo de energía renovable en Ghana, Yam Pro dice que las ventajas de la energía de oleaje son sus dispositivos discretos, la disponibilidad durante todo el día y la capacidad de generar mil veces más energía cinética que el aire.

La tecnología de Yam Pro utiliza la fuerza de las olas para convertir la presión hidráulica en electricidad. Los dispositivos flotantes conectados a estructuras de rompeolas fuera de la costa son empujados hacia arriba y hacia abajo por las olas, generando presión. La energía se transfiere a la costa utilizando un fluido hidráulico biodegradable. Alrededor del 90% de la infraestructura está construida en tierra, lo que hace que el sistema sea más fácil de construir, operar y mantener.

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