Enlace Judío México.- Como se previó, las precampañas de los candidatos presidenciales se han caracterizado por las descalificaciones entre quienes contienden en esta etapa; sus propuestas de política son vagas y frecuentemente demagógicas. Asimismo, se han registrado llamadas a la violencia en las redes sociales para saquear establecimientos comerciales en los municipios de Zumpango, Ecatepec y Tecámac en el Estado de México y en otras ciudades de la República; el 4 de enero pasado fue detenida una turba de más de 80 asaltantes en los municipios referidos que habían sustraído de las tiendas aparatos electrónicos, ropa y otras mercancías.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

En el municipio de Naucalpan, también del Estado de México, hubo saqueos y fueron enviados mensajes en redes sociales en relación a que las autoridades habían establecido un toque de queda, lo que fue desmentido por las mismas. En Acolman, al Oriente del Estado de México, los habitantes tomaron una gasolinera por un supuesto incremento de los combustibles, “gasolinazo”, y empezaron a repartirlo entre la gente “porque ya estaban cansados del alza de las gasolinas”.

El actual Secretario de Hacienda y, hasta hace poco tiempo, Director General de Pemex, aseguró al inicio del 2018 que los precios de los combustibles no se incrementaron de manera significativa “apenas se movieron un par de centavos”. Por su parte, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), precandidato de Morena, en un intento de crear inestabilidad en el entorno social, señaló que el gasolinazo de enero del 2016 y el del inicio de este año han sido resultado de la privatización del sector energético; igualmente acusó al gobierno del alza de los precios de las tortillas. En este contexto, Ricardo Anaya, precandidato a la presidencia de la Coalición por México al Frente (PAN, PRD y Movimiento Ciudadano) hizo culpable al precandidato del Pri-Verde Ecologista y Nueva Alianza, José Antonio Meade de que como Secretario de Hacienda no fue capaz de controlar la inflación, lo que provocó los aumentos de los precios de las gasolinas y de las tortillas.

En la crítica particular al aumento de los precios de los energéticos, AMLO y Ricardo Anaya, hacen caso omiso de la Reforma del Sector Energético, aprobada por el Congreso de la Unión al final del 2013; se realizó para atraer la inversión privada a ese sector; se precisa de precios que reflejen finalmente las condiciones del mercado; “en la medida que existan diferenciales de precios que reflejen el costo real de llevar los combustibles a diferentes regiones, habrá empresas interesadas en invertir para hacer eficiente la distribución, pensar que el gobierno debería hacer la inversión o subsidiar el precio, es epitome de lo absurdo”. Desde el 30 de noviembre de 2017 cada gasolinera puede fijar sus precios libremente.

En este ámbito, es importante entender que la Reforma ha incrementado exponencialmente el potencial de la economía de México, especialmente el del sector industrial, al otorgarle a las empresas la certeza de que tendrán abasto suficiente de energía y permitirles conseguirla en donde sea o incluso generarla. La Reforma permite al país aprovechar su cercanía geográfica con EUA, el mayor productor de gas y el más barato.

Retomando el fenómeno del vandalismo en establecimientos comerciales, cabe destacar que de acuerdo a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), ese fenómeno se observó durante todo el año pasado, cuando más de 370 tiendas fueron saqueadas en los Estados de México, Michoacán, Hidalgo, Veracruz, Quintana Roo y la Ciudad de México. En este sentido, Enrique Quintana en su columna del Financiero del 4 de enero del 2018 comentó que una corriente con amplia presencia en las redes sociales, busca crear con fines electorales, la imagen de que estamos en medio de un caos económico, pretender que tenemos una escalada de precios, pareciera el fondo de una intención de crear histeria.

En el entorno electoral que vive México, diferentes medios que levantan sistemáticamente encuestas con mediaciones de las preferencias de los electores potenciales, señalan que hasta ahora el puntero ha sido AMLO, conocido por el 95. 0% de la población; sin embargo, esto no implica necesariamente que será el elegido para la presidencia, ya que falta mucho tiempo para los comicios (1-julio-2018) en el cual las preferencias pueden modificarse en virtud de la evolución que puedan tener los acontecimientos económicos, políticos y sociales del país y del exterior, de la eficiencia de las campañas de los contendientes y especialmente de la actuación de AMLO, que como sucedió en las dos elecciones presidenciales previas, se mostró disparatado, incongruente e intolerante con su círculo de colaboradores y simpatizantes a los que invariablemente impone neciamente sus ideas o caprichos. AMLO fácilmente se enoja y empieza a atacar “sin ton ni son a las personas”.

AMLO es sin duda un líder social y con gran experiencia política. Una buena parte de los sectores de ingreso bajo y, en menor proporción, de los de ingreso medio, que se han sentido marginados del establishment, aprueban y apoyan a AMLO. En el presente, varios empresarios prominentes y académicos también están con él. AMLO ha sustentado su discurso en su honradez y en principios éticos, lo que le da el derecho de “redimir” a México de la mafia del poder; no obstante, los hechos demuestran que esas no son sus virtudes. Desde su desempeño como Jefe del Distrito Federal se rodeó de gente corrupta e incapaz, ahora en su presentación de su futuro gabinete, incluye a amigos, varios con malos antecedentes y gente sin experiencia en la administración pública.

Así por ejemplo, como Secretario de Seguridad Pública, una posición extremadamente importante en un país azolado por la violencia del crimen organizado, nombró a Alfonso Durazo, “quien a sus casi 64 años de edad, no ha dedicado un solo día a estudiar ni a trabajar en el tema de la seguridad, con él terminará en 3 años la guerra contra el narco y se podrá pacificar al país”. También presentó a su Consejo Asesor de Seguridad Pública, integrado por un militar, un marino, un empresario y dos académicos. AMLO se propone crear una Guardia Nacional, a fin “de reorganizar e integrar a todas las corporaciones militares y policiacas y avanzar hacia un mundo único”, obviamente encabezado por él”.

La propuesta de AMLO de dar amnistía a los narcos para pacificar al país en tres años, es verdaderamente demencial e inconstitucional. Enrique Quintana del Financiero habló del “catálogo de incongruencias del programa de AMLO”, varios de los planteamientos funcionaron en épocas pasadas, en el presente son obsoletos, otros pronunciamientos son disparatados y otros más, un verdadero riesgo para el desarrollo del país, como revertir la Reforma Educativa. Un punto básico de su programa es combatir la corrupción en tres años y con los ingresos que se obtendrán serán para resolver todos los problemas estructurales del país; fijar precios de garantía para ser autosuficientes en alimentos, aumentar la pensión de adultos mayores al doble, educación gratuita a todos los niveles, contratar 2.3 millones de jóvenes y otorgarles un sueldo de 3,600 pesos al mes, atender con urgencia la grave situación del sector energético (revertir la Reforma), convocar al pueblo para hacer de la honestidad una forma de vida y de gobierno y renacimiento de México.

En su libro, 2018. La Salida, Decadencia y Renacimiento de México en el que en la parte final apunta “en 2024 tendremos una sociedad mejor, no solo por lo que vamos a construir entre todos y desde abajo en el plano material, sino por haber creado una nueva corriente de pensamiento, por haber consumado una revolución de las conciencias que ayudará a impedir en el futuro, el predominio del dinero, del engaño, y de la corrupción, y la imposición del afán de lucro sobre la dignidad, la verdad moral y el amor al prójimo”.

El libro de AMLO tiene tintes de La Utopía del santo inglés Tomás Moro (1516), un libro escrito con el fin de criticar defectos de los gobiernos contrastándolos con el ejemplo de países fabulosos. Utopía describe un Estado ideal y ejemplar, en el que la tolerancia religiosa y la comunidad de bienes eran el fundamento de la felicidad y la armonía social frente a los egoísmos desatados y las luchas religiosas que por aquél entonces ensangrentaban a Europa. El libro se aprecia por su creatividad que empieza por el nombre de Utopía, una ciudad que no existe.

El país vive un momento de inestabilidad social y política que podría acentuarse después de las elecciones por enfrentamientos legislativos por parte de los grupos perdedores.

Ni AMLO, ni los otros contendientes tienen la varita mágica para resolver la compleja situación del país; la mejoría del entorno es un proceso que demanda decisiones políticas y que contempla en el mediano plazo.