Enlace Judío México.- Hoy hace tres años, fue encontrado muerto el Fiscal encargado de la Unidad Especial de Investigación del atentado a la mutualista judía AMIA, en su vivienda de Buenos Aires. Por tal motivo, se están realizando actos recordatorios en la ciudad de Buenos Aires, donde se reclamará por verdad y justicia.

DR. JAIME APOJ

Por otra parte, hace ya casi 24 años -el 18 de julio de 1994- que se produjo dicho atentado terrorista, donde murieron 85 personas, sin que se haya enjuiciado aún a los autores materiales del mismo.

De la hipótesis del suicidio a la del homicidio de Nisman.

El Juez Federal Julián Ercolini, hace muy pocos días, dio un giro radical a la investigación judicial sobre su muerte; expresó en su fallo que “cuando menos desde algún sector oficial (del kirchnerismo, agregamos) se quiso “instalar” la muerte de Nisman como suicidio”, pero basándose en nuevos peritajes multidisciplinarios, concluyó que Nisman fue asesinado el 18 de enero de 2015 en su departamento de Puerto Madero, y procesó por su responsabilidad en el hecho a personas de su entorno más íntimo, las que, justamente, debían apoyarlo y protegerlo, vale decir al especialista informático Lagomarsino (como copartícipe necesario), y a tres custodios oficiales que debían velar por la seguridad del ex fiscal. Por otro lado, ex espías (del Servicio de Inteligencia Argentino), acusan a otros por ocultar el nombre de quién o quiénes fueron los asesinos, con lo que la hipótesis del suicidio queda descartada.

El cadáver de Nisman fue encontrado justamente cuando al día siguiente debía comparecer ante una Comisión legislativa para explicar los argumentos por los cuales pensaba acusar por encubrimiento, a la entonces presidenta argentina y otros altos operadores del partido de gobierno; el encubrimiento se concretaba a través del Memorando firmado entre los gobiernos de Argentina e Irán, y permitía que los funcionarios iraníes acusados, presten declaraciones en su propio país, lo que permitiría el cese de su pedido de captura internacional y la baja de la llamada lista roja de Interpol. Se presume que la motivación argentina para llegar a dicho acuerdo sería de carácter económico, y basado en la necesidad de incrementar el intercambio comercial con Irán.

Nisman murió a causa de su trabajo, expresó el fiscal moldes.

Muerto Nisman, en principio, pareció dilatarse aún más la investigación sobre el caso AMIA. Y ello por cuanto han transcurrido 8578 días, es decir 24 años y medio del atentado, sin que aún haya justicia; y también han transcurrido tres años desde la muerte de Nisman, y tampoco hay justicia ni verdad absoluta sobre cómo murió. Ambos crímenes, siguen impunes, y ello ha despertado una gran inquietud de parte de sus ex colegas Fiscales.

No obstante, hay un nuevo giro en ambos casos. El atentado a la AMIA fue calificado por el Juez argentino Claudio Bonadio como un “acto de guerra” en territorio argentino contra ciudadanos desarmados e inocentes, y lo calificó como un delito de lesa humanidad, perpetrado por el Estado Iraní, al que califica como terrorista.

Si bien este nuevo enfoque de la justicia argentina, abre una luz de esperanza, cabe preguntarse por qué ha sido tan difícil avanzar tanto en esta causa, como en la de Nisman. Es evidente que existen poderosísimas fuerzas internacionales e intereses más o menos ocultos que han operado en el vecino país. Véase que entre los procesados por encubrimiento del atentado, se encuentran conocidos operadores políticos argentinos, como es el caso de Luis D´Elia, catalogado como nexo con el régimen iraní (viajó en 2007 y en 2010 a Irán), y del agente iraní en Argentina Alejandro Yussuf Khalil, entre otros, según dicho fallo.

La creciente influencia iraní en América Latina es evidente y debe preocuparnos. Aunque también es alentador el nuevo enfoque de la justicia argentina, tanto en el caso AMIA como en el del ex Fiscal; en el primer caso, al señalar a Irán como inspirador directo del atentado, operando a través del grupo chiíta Hezbolá; en el de Nisman, al sostener claramente la hipótesis del asesinato. La conexión entre ambos hechos es, cada vez, más evidente, ya que, como expresó el Fiscal Moldes, Nisman “murió a causa de su trabajo”, expresando así el sentir de la mayoría de sus colegas. Por esto es que se ha dicho que Nisman es la víctima número 86 del atentado a la AMIA, y esperemos que la última.

A tres años de su muerte, y a 24 años y medio del atentado a la AMIA, es legítimo reclamar por justicia, y hoy, la sociedad argentina lo está haciendo.

 

 

Fuente:cciu.org.uy

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