Enlace Judío México – Estamos acostumbrados a escuchar que Rosh Hashaná es el año nuevo judío, que en esta fecha nació el primer hombre y que por eso hacemos el conteo de los años desde este día. Sin embargo, muchos se sorprenderían al descubrir que en realidad dentro de nuestra tradición existen 4 años nuevos; y en efecto hoy se celebra uno de ellos. ¡Hoy es Tu BiShvat!, el año nuevo de los árboles. A continuación te explicamos en qué consiste.

Rab Raymond Beyda. Raíces

La festividad del Tu BiShvat, el quince del mes de Shvat, es llamado el Año Nuevo de los Árboles, ya que la vegetación de Israel comienza a florecer en estas fechas. Existen muchas leyes agrícolas que son determinadas por esta fecha. Por ejemplo, la Torá prohíbe consumir la fruta de un árbol durante sus primeros 3 años de existencia; permite su uso a partir del 4° año. Tu BiShvat es la fecha que marca la “edad” del árbol. Además, se exigía a los judíos separar porciones su campo (terumot y maasrot), como pago anual. El año fiscal se marcaba a partir de esta fecha.

Para celebrar el día y expresar nuestro agradecimiento a D-s por habernos dado la Tierra de Leche y Miel, nos complacemos ingiriendo todo tipo de frutas. Además en la noche de Tu BiShva se lee un texto especial llamado “Peri Es Hadar”, el cual incluye fragmentos de la Mishna y el Zohar.

El sefer Bne Yizajar menciona que uno debe de rezar en Tu BiShvat para recibir un etrog hermoso y kosher durante la festividad de Sucot.
Hay muchas enseñanzas que podemos aprender de este día. En primer lugar, la Torá nos dice “Que el hombre es un árbol del campo.” Nuestros sabios nos recuerdan que así como un árbol debe protegerse del clima adverso y los insectos nocivos, de la misma forma, un hombre debe protegerse de las influencias negativas con las que la sociedad, los medios, la filosofía y la inmoralidad lo bombardean diariamente.

Segundamente, uno debe fijarse en la manera en que recita las berajot (bendiciones). Uno está obligado a recitar bendiciones antes de disfrutar de los placeres de este mundo. Sin embargo, ¿cuántas veces no apresuramos las palabras al decirlas, sin concentrarnos en su significado y su profundidad? Muchas veces las decimos como si fueran una fórmula mecánica con la cual debemos terminar rápidamente. Mientras observamos y saboreamos las frutas hermosas que son puestas frente a nosotros en nuestras mesas, uno debe concentrarse en decir correctamente las bendiciones y mejorar la forma en que las recita durante el siguiente año.

Finalmente, esta fecha nos recuerda que un árbol depende de sus raíces. Si tiene raíces fuertes puede soportar ramas anchas y largas. En cambio, si tiene muchas ramas y raíces débiles incluso un viento ligero lo puede tirar. Las raíces de una persona es el tiempo que dedica al estudio de Torá. Debemos dedicar un tiempo definido al estudio diario de Torá para reforzar el conocimiento que tenemos sobre todos los aspectos que involucran nuestro libro sagrado. Reforzando nuestras raíces, cada uno de nosotros facilitará a nuestro pueblo sobrevivir los huracanes del Exilio y el mérito del Mesías en nuestros días.

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