Enlace Judío México – La Autoridad de Población, Inmigración y Fronteras comenzó el proceso de deportación de unos 40.000 inmigrantes de Eritrea y Sudán africanos que buscan asilo en Israel.

Los primeros avisos están dirigidos a hombres solteros, en edad laboral, sin hijos, cuyas solicitudes de asilo fueron rechazadas o que intentan renovar su visa de residencia.

El aviso advierte que los inmigrantes deben abandonar el país en dos meses o enfrentar la prisión.

De acuerdo con una polémica política anunciada por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en diciembre, los inmigrantes que acepten abandonar el país “voluntariamente” en marzo de 2018 recibirán un pago de 3,500 dólares y un boleto de avión a un tercer país.

La carta indica que los deportados serán enviados a un país africano que se ha “desarrollado tremendamente en la última década” con un gobierno relativamente “estable”.

El gobierno israelí anunció hace unos meses que firmó acuerdos para deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda y Uganda, aunque ninguno de los países involucrados los han confirmado.

Ruanda ha dicho que está dispuesta a aceptar a unos 10.000 migrantes africanos que actualmente viven en Israel, siempre y cuando no sean deportados por la fuerza.

Altos funcionarios del Servicio Penitenciario de Israel (IPS) dijeron al diario Haaretz que las prisiones no tienen capacidad para albergar a los miles de inmigrantes que rechazan las órdenes de deportación.

El funcionario del servicio penitenciario señaló que no se habían asignado fondos adicionales para ampliar las instalaciones que alojarán a los migrantes encarcelados, y advirtió de posibles actos de violencia si los inmigrantes son encarcelados indefinidamente.

El plan de deportación ha provocado indignación en Israel. Grupos de pilotos, médicos escritores, rabinos, estudiantes y sobrevivientes del Holocausto han apelado para detenerlo. Ellos afirman que las deportaciones no son éticas y dañarían la imagen de Israel como refugio para los inmigrantes judíos.

Netanyahu reconoció la ola de protestas pero defendió la decisión: “Escucho reclamos sobre los inmigrantes ilegales y nuestra política. No actuamos contra los refugiados. Actuamos contra inmigrantes ilegales que llegan al país no como refugiados, sino por necesidades laborales”.

El gobierno israelí afirma que la mayoría de los solicitantes de asilo son de hecho inmigrantes económicos, pero Netanyahu agregó que “Israel continuará ofreciendo asilo a refugiados genuinos”.

En una reunión con el presidente de Ruanda, Paul Kagame, en el marco del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, la semana pasada, el primer ministro dijo que estaba de acuerdo con su homólogo para deportar a los inmigrantes africanos de acuerdo con el derecho internacional.

Más de 7.000 solicitudes de asilo aún no han sido revisadas por la autoridad de inmigración a partir de julio de 2017, y sólo 11 solicitantes de asilo han obtenido la condición de refugiados, según un reportaje del Canal 10 israelí.

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