Enlace Judío México.- Un dron iraní sobrevoló el espacio aéreo israelí este mes, desatando una serie de ataques y contraataques que azuzaron los temores sobre una posible nueva y catastrófica guerra en el Medio Oriente.

BEN HUBBARD, ISABEL KERSHNER Y ANNE BARNARD

El incendiario episodio concluyó de forma rápida y violenta, con el dron destruido y un avión de combate israelí derribado. Pero el día de combate fue un llamado de atención sobre la profundidad con la que Irán se ha instalado en Siria, redibujando a su paso el mapa estratégico de la región.

Asesores de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní se encuentran desplegados en bases militares de todo el país; sus comandantes aparecen habitualmente en los frentes de batalla para dirigirlas; el Gobierno persa ha fundado y apoyado a poderosas milicias con miles de combatientes que ha entrenado en Siria, y ha traído consigo nuevas tecnologías, como los drones, para espiar a sus enemigos.

Expertos consideran que si estalla un conflicto entre Tel Aviv y Teherán, o cualquiera de sus aliados, éste último movilizaría su vasta red de organizaciones militantes en numerosos países de Medio Oriente, a las que se refiere como el “eje de la resistencia”.

“Si estalla la guerra, será regional. Toda confrontación será entre todo el frente de resistencia contra Israel y sus aliados”, opinó Kamel Wazne, el fundador del Centro de Estudios Estratégicos Estadounidense en Beirut.

Tropas iraníes llegaron a Siria en 2011 para defender el mandato del Presidente Bashar al-Assad, aliado del régimen, en la guerra civil recién estallada.

Pero conforme los rebeldes han perdido terreno y no quedan amenazas claras al régimen de Assad, Irán y sus milicias han permanecido en el país, redirigiendo su objetivo a la creación de una infraestructura que suponga una amenaza para Israel.

“El objetivo final es, en caso de que estalle otra guerra, convertir a Siria en nuevo frente entre Israel, Irán y Hezbolá”, explicó Amir Toumaj, analista de la Fundación por la Defensa de las Democracias.

Hezbolá es un partido-milicia libanés y la fuerza de combate externa más poderosa y experimentada de Teherán. Israel se enfrentó a sus combatientes durante la Guerra del Líbano en 2006.

La historia parece destinada a repetirse. Estimaciones del personal militar de Irán en Siria hoy en día rondan el millar de efectivos. Algunos participan directamente en batallas, pero la mayoría son entrenadores, comandantes o expertos que aconsejan al Ejército de Assad, pero también a los grupos armados aliados de la República Islámica.

Son estos combatientes -20 mil, según los cálculos de expertos- los que suponen el auténtico músculo externo de Teherán. Y estas milicias, señaló Ali Afoneh, investigador del Concilio Atlántico, tienen su mira cada vez más dirigida hacia Israel.

“Irán se ha dado cuenta de que es posible mantener un frente contra Israel en el que no hay guerra, pero tampoco paz”, expresó Afoneh.

 

 

 

Fuente:reforma.com