Enlace Judío México – Yehuda Bar-Yechoua tenía 4 años cuando el régimen pro-nazi de Vichy estableció su cuartel general en Argelia. Al igual que a otros niños judíos en el país, se le prohibió asistir a la escuela. Su padre, el rabino principal de Batna (la quinta ciudad más grande de Argelia), perdió su trabajo y la familia quedó sin ninguna fuente de ingresos.

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“Vivíamos completamente aislados y el único alimento que teníamos era pan”, recuerda Bar-Yechoua, quien actualmente vive en Beer Sheva.

Bar-Yechoua es uno de los miles de judíos argelinos que han sido reconocidos como sobrevivientes del Holocausto. A principios de este mes, la Conferencia sobre Reclamos Materiales Judíos Contra Alemania (también conocida como la Conferencia de Reclamos) anunció que los judíos de Argelia que sufrieron persecución entre julio de 1940 y noviembre de 1942 por parte del gobierno pro-nazi de Vichy recibirán una indemnización de € 2,556.46 (alrededor de 3,140 dólares).

La Conferencia de Reclamaciones estima que actualmente hay alrededor de 25,000 judíos sobrevivientes del Holocausto de origen argelino en todo el mundo, y cerca de 3,900 radican en Israel. Se estima que 110,000 judíos residieron en Argelia durante la Segunda Guerra Mundial.

Bar-Yechoua, quien emigró a Israel en 1961 y desde entonces ha ocupado varios cargos diplomáticos en África, está agradecido de que finalmente se reconozca el sufrimiento de la comunidad judía argelina durante la Segunda Guerra Mundial. “Fuimos extremadamente perseguidos”, dice.”A medida que nos alejamos de los acontecimientos, creo que hay una mayor posibilidad de un revisionismo del Holocausto. Cuando el gobierno alemán asume la responsabilidad y reconoce los acontecimientos, es mucho más difícil refutarlos”.

Yehuda Bar-Yechoua. “Nos sentíamos perseguidos”.

Meir Zenoude, un ingeniero textil jubilado de Netanya, tenía 5 años cuando las fuerzas pro nazis invadieron Argelia. Para entonces, su padre y varios familiares habían vuelto al país luego de unirse a las fuerzas francesas en su intento fallido de hacer retroceder a los nazis. Dos primos mayores fueron capturados por las fuerzas nazis en Francia y terminaron en el campo de concentración de Buchenwald.

“Después del gran fracaso del ejército francés, todos comprendimos que lo que estaba sucediendo en Francia se extendería a Argelia y al resto de Europa”, dice.

Tras el establecimiento del régimen pro nazi en Argelia, todos los judíos argelinos fueron privados de su ciudadanía francesa. “Éramos apátridas”, recuerda Zenoude, “y la gente nos decía: ‘¿Por qué les importa tanto? No quedará rastro de la comunidad judía de Argelia'”.

Zenoude recuerda que muchos miembros de la comunidad judía fueron enviados a campos de trabajos forzados en la región del sur del Sahara. “Nos dijeron que esto era para asegurarse de que los judíos no se unieran a la resistencia clandestina”, dice.

También recuerda cuando la policía local, pro nazi, entraba a su casa. “Estábamos absolutamente aterrorizados, era como una película de terror. Por su puesto que no fue como el Holocausto en Europa, pero sí sufrimos mucho”.

Aún así, Zenoude también tiene buenos recuerdos de la época, específicamente de la invasión anglo-estadounidense en noviembre de 1942. “Era la primera vez que veía estadounidenses”, recuerda. “Llevaban dulces y chocolates para nosotros”.

Emile Moatti, que tenía 10 años de edad durante la invasión de los Aliados (conocida como Operación Torch), recuerda haber escuchado que las fuerzas estadounidenses recibieron ayuda de miembros de la resistencia judía en Argelia”.

Al igual que muchos judíos argelinos, Moatti emigró a Israel desde Francia en 1967.

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Moatti y su familia vivían en un pequeño pueblo a unos 130 kilómetros (80 millas) de Argelia, donde residía la mayor parte de la comunidad judía. “Cuando el régimen de Vichy estableció su cuartel general en Argelia, todos temíamos porque sabíamos lo que estaba pasando en Francia”.

A diferencia de muchos judíos de Argelia, su familia no sufrió hambre, ya que vivía en una granja. Sin embargo, su padre se vio obligado a entregar el negocio a un no judío. “Esto fue parte de las políticas antijudías y racistas de aquellos días”, dice.”Nuestros padres no hablaban mucho de lo que estaba pasando para no asustarnos, pero entendimos que algo malo estaba sucediendo”.

Emile Moatti. “Cuando el régimen de Vichy estableció su cuartel general en Argelia, todos temíamos porque sabíamos lo que estaba pasando en Francia”.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico