Enlace Judío México – “Todos debemos trabajar para lograr ese futuro: dos Estados para dos pueblos”, dijo Kohr a 18 mil delegados en la conferencia de AIPAC en Washington, lo que desató una severa crítica pero también por enésima vez la reflexión sobre cuál será el futuro camino a tomar.

RAPHAEL AHREN

¿Cuál es exactamente la posición de Israel en una solución de dos estados?

La súplica por un Estado palestino expresada esta semana por Howard Kohr, el director ejecutivo del Comité Americano Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC), ha vuelto a poner la cuestión en el centro de atención, con líderes de asentamientos y altos funcionarios del partido Likud argumentando que la política oficial del gobierno se opone al Estado palestino y airadamente exigiendo que el influyente jefe de cabildeo pro-israelí desista de sus comentarios.

Pero no hay una respuesta simple a esta pregunta, ya que el gobierno israelí no tiene una posición claramente formulada sobre el asunto.

Entre 2009 y 2017, el primer ministro Benjamín Netanyahu declaró de manera rutinaria su aceptación, en principio, de un Estado palestino desmilitarizado bajo ciertas condiciones.

Pero poco después de la elección del presidente norteamericano Donald Trump, ha evitado explícitamente respaldar explícitamente una solución de dos estados, al tiempo que rechaza una solución binacional de un sólo Estado y deseando que los palestinos puedan gobernarse a sí mismos.

Sin embargo, muchos ministros en su gabinete y la mayoría de los miembros más antiguos de su partido gobernante Likud rechazan vehementemente una solución de dos estados. Algunos legisladores de línea dura han propuesto en repetidas ocasiones legislación para anexar toda o parte de Cisjordania a Israel, movimientos aparentemente diseñados para frustrar la creación de un Estado palestino, pero Netanyahu hasta ahora ha bloqueado todos esos esfuerzos.

“Todos debemos trabajar para lograr ese futuro: dos Estados para dos pueblos”, dijo Kohr a 18 mil delegados en la conferencia anual de políticas de AIPAC en Washington el domingo. “Uno judío con fronteras seguras y defendibles, y uno palestino con su propia bandera y su propio futuro”.

Kohr, quien ha estado al mando de AIPAC desde 1996, fue duramente criticado por israelíes de derecha, incluida la viceministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Hotovely, y otras figuras influyentes en el partido Likud.

“AIPAC es un gran e importante amigo de Israel, pero si pretende representar la posición oficial del Estado de Israel ante los funcionarios electos en los EE.UU., debe hacerlo fielmente”, dijo el legislador Yehudah Glick.

“Está claro para la gran mayoría de los ministros de gobierno y la coalición que el establecimiento de un Estado palestino en el corazón del Estado de Israel significa llevar el terrorismo al corazón del estado”, agregó el legislador nacido en los EE.UU.

El presidente del Consejo Regional de Samaria, Yossi Dagan, dijo que la afirmación de AIPAC de que Israel favorece los dos Estados “carece de hecho de fundamentación”.

En una carta a los jefes del lobby pro-Israel, Dagan afirmó que el grupo estaba declarando de manera inexacta que la solución de los dos Estados era el final del conflicto israelo-palestino, y que tenía el apoyo de Washington y Jerusalén.

Argumentó que ni las directrices oficiales del gobierno actual de Israel ni la Estrategia de Seguridad Nacional de Trump mencionaron la propuesta.

En su página web, el grupo de presión pro-Israel declara que “Israel y los EE.UU están comprometidos con una solución de dos Estados”. La sección del libro informativo de AIPAC sobre el tema del 2017 comienza diciendo: “Israel está comprometido con una solución de dos Estados: un Estado judío que conviva en paz con un Estado palestino desmilitarizado. EE.UU. debe enviar un mensaje claro de que este objetivo sólo puede lograrse mediante negociaciones directas entre las partes”.

El propio Kohr, durante un discurso en la conferencia de la AIPAC del año pasado, dijo que “el objetivo que deseamos” era un “Estado judío de Israel que viviera lado a lado en paz y seguridad con un Estado palestino desmilitarizado”.

“Estoy asombrado de por qué una organización tan grande y significativa como AIPAC… representaría las posiciones del Estado de Israel (y de los EE.UU.) tan de manera inexacta ante altos funcionarios del gobierno, senadores y congresistas, y el público pro-israelí en general “, escribió Dagan al liderazgo de AIPAC.

Antes de las últimas elecciones para la Knéset, el Likud no publicó un programa, evitando así tener que adoptar una postura formal sobre el Estado palestino. Otros partidos en la coalición tienen diferentes puntos de vista sobre el tema: la lista de legisladores del partido nacionalista Bayit HaYehudí rechaza de inicio una solución de dos Estados, mientras que el partido de línea dura Yisrael Beytenu llama a un estado palestino en las fronteras que refleje la demografía judía-árabe. Las listas jaredíes y el partido centrista Kulanu no han adoptado una postura vehemente sobre el tema.

Netanyahu, en una entrevista días antes de que las urnas se abrieran en marzo de 2015, dijo que ningún Estado palestino se formaría bajo su vigilancia, aunque más tarde se retractó y se comprometió con la idea de dos Estados para dos pueblos.

A mediados de diciembre, los cancilleres europeos le preguntaron a Netanyahu si aceptaba la solución de dos Estados. Respondió preguntando qué clase de Estado sería el segundo: “¿Sería Costa Rica o Yemen?”. El primero es una democracia estable en Centroamérica, mientras que el segundo se encuentra en un Estado de anarquía devastada por la guerra.

“Es tiempo de revalorar si el modelo que tenemos de soberanía y de soberanía sin restricciones es aplicable en cualquier lugar”.

Pocos días después, el Comité Central del Likud, el máximo órgano de decisión del partido, aprobó por unanimidad una resolución que pedía la anexión de partes de Cisjordania y la construcción ilimitada en los asentamientos, una posición que parece estar en flagrante contradicción con una solución de dos Estados.

En entrevistas recientes, Netanyahu ha tratado de explicar su posición, indicando que lo mejor que los palestinos pueden esperar es algún tipo de “Estado a medias”. Esta entidad no cumpliría por completo los criterios de ser un Estado, pero les daría a los palestinos cierta autonomía.

“Creo que es hora de que revaluemos si el modelo que tenemos de soberanía y de soberanía sin restricciones se aplica en todas partes alrededor de la tierra y en el mundo”, dijo en noviembre pasado en Chatham House, un centro de estudios en Londres.

“No quiero gobernar a los árabes en Cisjordania. Tampoco quiero gobernar a los árabes en Gaza, pero quiero asegurarme de que ese territorio no se use contra Israel y, por lo tanto, para nosotros, lo más importante es tener la responsabilidad de seguridad decisiva”, agregó. “Cuando hablemos de la desmilitarización de Cisjordania, será desmilitarizada por nosotros”.

El lunes por la noche, horas después de las conversaciones con el presidente norteamericano Donald Trump, Netanyahu dijo a los periodistas que “los palestinos deberían tener el poder de gobierno, excepto el poder de amenazarnos”.

Cuestionado por The Times of Israel sobre si le había dicho a Trump que apoyaba, al menos en principio, el establecimiento de un Estado palestino, Netanyahu simplemente dijo que le mencionó al presidente que Israel no quería gobernar a los palestinos.

“Dije que no tenemos ningún deseo de gobernar a los palestinos, pero tenemos todos los deseos de protegernos”, dijo. “Lo principal es que el control de seguridad al oeste del río Jordán permanezca en nuestras manos, y no podemos ver a nadie más asumiendo esa responsabilidad”.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico